En un primer vistazo la nueva L200 parece que poco quedó de la 5ª generación, pero la realidad es que se trata de la misma que manejamos hace unos años (ver prueba) pero con un lavado de cara extremo que trajo como resultado esta brutal trompa, superfuturista, repleta de cromados (¡esos bigotes!) que se complementan con el azul francia y las llantas (18”) de diseño deportivo con un tratamiento bitono.