Se trata de un 280 SL que dejaron estacionado en 1982 en un garage privado en Nueva York y nunca más lo movieron. El responsable de “revivirlo” es el mismo que hace unas semanas tuvo que restaurar una colección entera de clásicos.

La primera imagen duele: el SL abandonado en galpón inaccesible entre herramientas de jardinería. A diferencia del regimiento de clásicos de Pascua, esta “Mecha” fue expuesta a los peores elementos: hongos y hasta un nido de ratas en el motor.

El 280 es modelo 1969 y fue usado por casi diez años hasta que nació el hijo del dueño que, paradójicamente, fue el que encargó el trabajo. El odómetro marca más de 150.000 kilómetros y el resultado inicial es sorprendente.