Opinión: ¿por qué la nueva Territory ahora es “menos china” y más Ford?
Esta nueva generación del SUV mediano de Ford supera en todos los aspectos a su antecesor.
Cuando Ford lanzó la primera Territory allá por octubre de 2020 su origen chino generó mucha repercusión y abrió nuevamente el debate sobre los vehículos fabricados en ese país. Contra todo pronóstico aquella Ford Territory terminó siendo un gran acierto de la marca del óvalo, al punto de que en poco más de dos años se vendieron unas 6.500 unidades, demostrando así la aceptación que tuvo por parte del público.
Con la llegada de la segunda generación que se presentó en nuestro mercado hace ya más de dos meses la lógica parece indicar que Ford lo hizo de nuevo e incluso mejor ya que el nuevo producto muestra una notable evolución frente a la primera Territory que desembarcó en estas tierras.
Y digo notable evolución porque la primera Territory, si bien buscaba disumularlo, no dejaba de ser un modelo lanzado en China en 2016 como Yusheng S330, sobre el cual Ford aprovechó su asociación con JMC (que fabricaba el S330) para realizar un rediseño y darle asi un aspecto más personal y a tono con la marca, aunque el resultado final, al menos a mi juicio, no fue del todo acertado.
Eso no ocurre con la nueva Territory, al punto de que el diseño de esta generación es lo que mas le gustó a toda la redacción de auto test. Y eso es porque, según pudimos saber, esta nueva Ford Territory no se vende como JMC en ningún otro mercado, sino que fue diseñado desde cero con el óvalo de la marca en la parrilla. Y eso se nota.
Además, siguiendo con la estética, la trompa tiene una identidad bien marcada y sus líneas se asemejan a las de otros modelos de Ford como el nuevo Mondeo, donde se destaca una parrilla de generosas dimensiones y los grupos ópticos bipartidos.
Otro punto donde se nota la evolución de esta nueva Ford Territory es bajo el capot, donde encontramos un bloque que mantiene el origen japonés de la versión anterior, pero que en este caso desarrolla 42 CV plus, algo que naturalmente impacta en las prestaciones y las sensaciones como ya contamos en otra oportunidad.
Por último hay que hablar del interior de la nueva Ford Territory, donde el cambio también fue sustancial. La primera generación del SUV tenía una presentación correcta pero con abundancia de plásticos rígidos de dudosa percepción. Eso quedó atrás con esta evolución ya que la mayoría de los materiales utilizados para la plancha son acolchados, y sólo encontramos detalles mejorables en la zona de la consola central.
Así las cosas, si nos basamos por el producto está muy claro que repetirá las ventas de la generación anterior, que a pesar de su origen y todos los prejuicios que eso conllevó logró un éxito comercial impensado. Como siempre la última palabra la tendrá el mercado, pero lo cierto es que la nueva Territory tiene todas las chances de continuar la senda del éxito iniciada por su antecesora.