Desde que llegué a Europa, no dejo de prestar atención a cómo se mueve la gente. Ya sean los autos que usan, cuánto sale el subte (acá, metro), cómo son los colectivos, y las nuevas formas de moverse por la ciudad.

Existen monociclos eléctricos, seg ways, y sistemas de uso compartido, ya sea para autos o bicicletas. Pero el boom del último tiempo es el de los patinetes (para nosotros, monopatines) eléctricos.

¿Qué son?

Son los clásicos monopatines (El Chavo lo llamaba «Patín del diablo»). Ya se usaban los convencionales eran usados en varias ciudades del continente, pero en el último tiempo llegaron los eléctricos, una opción de movilidad que tuvo su núcleo en algunas ciudades de Estados Unidos, como California.

¿Qué características tienen?

Hay de todo tipo. Los de última generación cuentan con baterías de litio, lo que les da mayor autonomía, con rangos de 25 hasta 100 kilómetros. En tanto, hay productos que tienen una velocidad máxima de 25 km/h, y otros de 45 km/h.

Precios de los monopatines en París (Foto: Lucas Amestoy)

¿Cómo funciona el sistema compartido?

En general, para usarlos hay que descargarse la app de la empresa que se quiere usar, la cual permite desbloquear el vehículo y empezar a utilizarlo. Al llegar al punto de destino, se estaciona en la vereda y se paga mediante la aplicación. Algunas compañías cobran por desbloqueo un euro y otras no. La tarifa suele ser de 0,15 euros el minuto.

Luego, por la noche, transportistas levantan los monopatines, los cargan y los vuelven a depositar al día siguiente en las zonas de mayor afluencia. Algunas compañías ofrecen la posibilidad de convertirse en ‘charger’ y cargarlos en casa desde cuatro a 10 euros por vehículo.

Patinetes dejados en la vereda tras ser usados (Foto: Lucas Amestoy)

¿Qué ley los contempla?

Ninguna. Y ese es un problema. En lo puntual, los municipios deberían darle un marco para cada ciudad, mientras que en lo general debería existir una ley rectora.

Sin embargo, su crecimiento repentino en ventas dejó a en off-side a las autoridades. En España, la Dirección General de Tránsito, está trabajando sobre una ley general que resuelva dudas como si deben o no pagar patente, tener una licencia para conducir o qué seguro contratar.

Hoy por hoy, los ayuntamientos tienen diferentes normas. Por ejemplo, en Barcelona, Madrid, Valencia o París, está prohibido que circulen por la vereda.

En cambio, hay diferencias en las velocidades permitidas. Por ejemplo, en la ciudad catalana, pueden circular hasta a 10 km/h por calles sin vereda levantada (o sea, sin cordón), mientras que por ciclovías, lo pueden hacer hasta 30 km/h. Por su parte, en la capital de España, el límite es de 20 km/h sin discriminación de vía.

La que más reciente preocupación mostró por este tipo de vehículos es París, tras las palabras de Elisabeth Borune, Ministra de Transporte de Francia: «No podemos dejar estos dispositivos circulando a 20 o 30 km/h, poniendo en peligro la seguridad de los peatones en las aceras (NdeR: vereda)». Según datos oficiales, en 2017 fueron 49 los heridos por el uso de estos monopatines eléctricos.

Patinente estacionado (Foto: Lucas Amestoy)