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Un Ford Sierra Ghia de 1993 casi 0km pero que vale como un Focus nuevo: ¿en qué estado se encuentra?

Te mostramos un impecable Ford Sierra con bajísimo kilometraje y en una de sus versiones más interesantes. ¿Cuánto piden?

Ford Sierra 1993 perfil

Qué decir del Ford Sierra, un auto que el año pasado cumplió nada menos que 40 años y que cuando se presentó en 1984 sorprendió a todos con su diseño y soluciones tecnológicas. Hoy es considerado un verdadero clásico aunque quizás no logró cautivar y marcar a fuego a los fanáticos de Ford como el Falcon o la pick up F-100, más allá de que igualmente se le da el reconocimiento que merece.

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Hoy encontramos a la venta un Ford Sierra Ghia con un detalle interesante: luce igual a un 0km, algo que se condice con su kilometraje (la publicación anuncia 12.600 kilómetros). Este Sierra de 1993 es una de las últimas unidades que se comercializaron en el país y, de acuerdo al anuncio es “única mano, los kilómetros son reales y el estado es 100 % original”.

Ford Sierra 1993 kilometraje

Eso queda demostrado en las fotos, que permiten ver el estado de la carrocería, sin daños ni marcas en la pintura y con todos los paneles impecables. Adentro pasa lo mismo que en el exterior, los plásticos no tienen desgaste y los tapizados carecen de roturas o marcas. Cabe destacar que la calidad de terminación no era uno de los puntos fuertes del Sierra y los plásticos del tablero se suelen resecar y hasta partir con el paso de los años.

Los primeros Ford Sierra Ghia venían equipados con un motor 2.3 de cuatro cilindros y unos 103 CV de potencia, con los cuales el Sierra podía acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 13 segundos y alcanzar una velocidad máxima que arañaba los 180 km/h. Unos años más tarde la potencia aumentó hasta 120 CV, lo mismo que tenía la coupé XR4.

Ford Sierra 1993 frente

Y así llegamos quizás al punto más discutible de esta nota. ¿18.000.000 pesos por un Ford Sierra con más de 30 años? Con esa plata se puede acceder a un Focus del año 2018, con todo lo que eso implica. Entendemos que es un clásico y que su estado es innegociable, pero personalmente no pagaría casi 20 millones de pesos por un Sierra sedán. Si se tratara de una coupé XR4, ya es otro tema. No tengo dudas que habrá gente que no estará de acuerdo con lo que digo pero es lo que pienso. Para finalizar, repasamos un poco la historia del Ford Sierra en Argentina.

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Como decíamos al comienzo, el Sierra llegó en 1984, unos años más tarde de su debut en Europa. Con un diseño moderno y diferente a todo lo conocido hasta ese entonces, sorprendió hasta a los propios seguidores de Ford.

Ford Sierra 1993 trasera

En su primera etapa se comercializaba en dos versiones con motores 1.6 y 2.3 para los niveles de equipamiento L y Ghia, respectivamente, una configuración que tomaba del Taunus.

Pero volviendo a los motores, el 2.3 era el mismo que utilizaba el Taunus y por eso fue criticado, sobre todo porque se notaba que el chasis del Sierra, con suspensión independiente en las cuatro ruedas, podía bancarse más potencia. De hecho, en Europa el Sierra llegó a ofrecer motores turbo y hasta un V6.

Esos comienzos un tanto accidentados no impidieron que el Ford Sierra se convirtiera en un vehículo deseable dentro de su segmento, con atributos destacados como un diseño moderno y con gran coeficiente aerodinámico, un buen confort de marcha y una tenida en ruta que era de lo mejor.

Además, en su versión tope de gama el auto siempre ofreció un elevado equipamiento de confort, a tono con lo que tenía que tener un vehículo que se posicionaba en la gama media/alta de la marca en nuestro país.

Ford Sierra 1993 interior

Claro que el suceso del Ford Sierra fue potenciado cuando se presentó la coupé XR4, que rápidamente se convirtió en un objeto de deseo para aquellos jóvenes que soñaban con tener uno en su cochera.

Con un poco más de potencia para el 2.3, que llegaba a 120 CV, sumado a una estética potenciada por el vistoso alerón trasero, esta variante del Sierra le quitó el sueño a más de uno. Posiblemente es una lástima que nunca haya ofrecido en nuestro mercado una motorización con mayor potencia, pero aún así logró dejar un grato recuerdo en los fanáticos que en la actualidad lo admiran y le rinden el homenaje que se merece.

Y por último, en su momento el mismísimo Carlos Figueras dijo: “en pocas palabras, el Sierra fue un adelantado en cuanto a diseño con una estética que aún hoy no desentona. Pero sin duda lo más destacado del modelo de Ford era su eficiencia en cuanto a comportamiento deportivo que pedía a gritos un motor con mayor potencia. Tan es así que cuando le dejé las llaves a Carlos Reutemann para que lo manejara en el circuito callejero de Santa Fé que utilizaba en TC2000, tras tomar tres o cuatro curvas casi al límite comentó: ‘¡Epa!, esto doblando es cosa seria’. Definición de uno que sabía lo que decía”.