El antes y después de una coupé Ford Sierra XR4 que estuvo parada durante años
Se trata de una unidad con pocos kilómetros que estuvo varios años en estado de abandono hasta que fue restaurada.
El Ford Sierra es un auto que quedará en la historia no solo por su nivel de tecnología y su diseño avanzado para la época, sino también por su participación en el ámbito deportivo y emocional con la coupé XR4.
Hoy nos encontramos con el antes y después de una Sierra XR4 que compartió la cuenta @volkshop_argentina y que muestra el trabajo que se realizó en una unidad que había estado durante varios años sin recibir atención, vaya uno a saber por qué. Quizás porque a veces es difícil encontrar tiempo para restaurar y poner en valor un clásico, aunque esto es solo una especulación de quien suscribe.
Cuando miramos las fotos del “antes” la Ford Sierra aparece bajo una gruesa capa de polvo y suciedad que también dice presente en el interior y en el vano motor. Parecía irrecuperable pero gracias a un exhaustivo trabajo de limpieza y reparación de lo dañado la coupé volvió a quedar impecable, casi como un 0 km.
El Sierra llegó al mercado local en la década del 80 como un modelo completamente nuevo y con diseño revolucionario, muy diferente al de los viejos pero queridos Falcon y Taunus. El Sierra se convirtió en el segundo Ford europeo que se fabricó en Pacheco y era el mismo modelo que podía encontrarse en las calles del Viejo Continente.
En su primera etapa comercial el auto se ofrecía con una única opción de carrocería y dos niveles de equipamiento: base y full, o L y Ghia para los más técnicos. Los motores también eran dos; un moderno 1.6 de cuatro cilindros que venía importado de Europa y el conocido y anticuado 2.3, que era el mismo que venía en el Taunus.
Ese motor recibió varias críticas porque no estaba a la altura de la modernidad y la tecnología del Ford Sierra, que tenía equipamientos como techo solar, lavafaros, computadora de a bordo, levantavidrios eléctricos y suspensión independiente en las cuatro ruedas. Quedaba clarísimo que el chasis se podía bancar más potencia y prueba de ello es que en Europa el Sierra llegó a tener versiones deportivas con el sello de Cosworth y motores turbo.
Esos “problemas” iniciales no impidieron que el Ford Sierra se convirtiera en un vehículo deseable dentro de su segmento, que tenía atributos destacados como un diseño moderno y con gran coeficiente aerodinámico, un buen confort de marcha y una tenida en ruta que era de lo mejor.
Además, en su versión tope de gama el auto siempre ofreció un elevado nivel de confort, a tono con lo que tenía que tener un vehículo que se posicionaba en la gama media/alta de la marca en nuestro país.
El suceso del Ford Sierra fue potenciado cuando se presentó la coupé XR4, que rápidamente se convirtió en un objeto de deseo para aquellos jóvenes que soñaban con tener uno en su cochera. También había una carrocería rural, algo bastante común en los autos del segmento por aquellos años.
Con un poco más de potencia para el 2.3, que llegaba a 120 CV, sumado a una estética potenciada por el vistoso alerón trasero, esta variante del Sierra le quitó el sueño a más de uno.
Posiblemente es una lástima que nunca haya ofrecido en nuestro mercado una motorización con mayor potencia, pero aún así logró dejar un grato recuerdo en los fanáticos que en la actualidad lo admiran y le rinden el homenaje que se merece.
El Ford Sierra se fabricó en la planta de Pacheco entre 1984 y 1994 y, si bien no impactó en el público y el mercado de la misma forma que otros modelos de la marca como el Falcon, en la actualidad tiene su club de fanáticos y seguidores que se encargan de darle el reconocimiento que se merece. Un verdadero adelantado a su época que tal vez llegó en un contexto que no lo ayudó y eso marcó un poco su destino.