Sierra L: la versión más económica del Ford que revolucionó el mercado en los 80

Este año el Ford Sierra cumplió 40 años desde que se irrumpió en el mercado local con un diseño y nivel de tecnología impensados para la época. Cada tanto suelen aparecer ejemplares impecables con muy pocos kilómetros de todos los años y versiones, como la unidad que compartimos hoy.

El orgulloso propietario de este Ford Sierra L de 1985 compartió las imágenes en un grupo de Facebook, que es donde más solemos encontrar este tipo de hallazgos. Las fotos hablan por sí solas: seguramente pocas veces viste un Sierra en este estado de conservación y originalidad.

Hay detalles que vale la pena mencionar como el estado del vano motor, que conserva hasta las calcomanías que venían de fábrica y exhibe una presentación impoluta, casi tanto como la carrocería y el interior. En la foto del tablero se llega a distinguir el kilometraje: 8.921 kilómetros para un auto con casi 40 años de vida.

Los detalles del Ford Sierra más básico

Respecto de la versión, cuando se presentó en Argentina el Sierra se ofreció inicialmente en dos versiones (L y Ghia) y la más accesible se diferenciaba en el exterior por una trompa más sencilla con ópticas simples y sin lavafaros, parrilla con diseño diferente, llantas de chapa sin tazas y con otra medida de neumáticos y la ausencia de molduras cromadas en las ventanillas.

Adentro los tapizados eran más rústicos al igual que los paneles de puerta, mientras que el tablero tenía una configuración básica sin tacómetro y con solo tres marcadores. Además, esta versión carecía de lavantavidrios eléctricos y el característico panel de chequeo en la consola central (nótese el enorme espacio portaobjetos), sumado a que el aire acondicionado era opcional.

Respecto del motor, paradójicamente el Sierra más básico tenía un motor moderno, que compartía con algunas versiones del modelo comercializadas en Europa. Declaraban unos 75 caballos de fuerza, que siempre movían al eje trasero mediante una caja manual de cinco marchas.

Repaso por la historia del Ford Sierra en Argentina

El Sierra llegó a Argentina en 1984 como un modelo revolucionario para la época, con un diseño moderno y diferente a todo lo conocido hasta ese entonces, que sorprendió hasta a los propios seguidores de Ford, que venían acostumbrados a diseños más cuadrados como los de Falcon y Taunus.

En su primera etapa se comercializaba en dos versiones con motores 1.6 y 2.3 para los niveles de equipamiento L y Ghia, respectivamente, una configuración que tomaba del Taunus.

Pero volviendo a los motores, el 2.3 era el mismo que utilizaba el Taunus y por eso fue criticado, sobre todo porque se notaba que el chasis del Sierra, con suspensión independiente en las cuatro ruedas, podía bancarse más potencia. De hecho, en Europa el Sierra llegó a ofrecer motores turbo y hasta un V6.

Esos comienzos un tanto accidentados no impidieron que el Ford Sierra se convirtiera en un vehículo deseable dentro de su segmento, con atributos destacados como un diseño moderno y con gran coeficiente aerodinámico, un buen confort de marcha y una tenida en ruta que era de lo mejor.

Además, en su versión tope de gama el auto siempre ofreció un elevado equipamiento de confort, a tono con lo que tenía que tener un vehículo que se posicionaba en la gama media/alta de la marca en nuestro país.

La coupé XR4

El suceso del Ford Sierra fue potenciado cuando se presentó la coupé XR4, que rápidamente se convirtió en un objeto de deseo para aquellos jóvenes que soñaban con tener uno en su cochera.

Con un poco más de potencia para el 2.3, que llegaba a 120 CV, sumado a una estética potenciada por el vistoso alerón trasero, esta variante del Sierra le quitó el sueño a más de uno. Posiblemente es una lástima que nunca haya ofrecido en nuestro mercado una motorización con mayor potencia, pero aún así logró dejar un grato recuerdo en los fanáticos que en la actualidad lo admiran y le rinden el homenaje que se merece.

El Ford Sierra se fabricó en la planta de Pacheco entre 1984 y 1994 y, si bien no impactó en el público y el mercado de la misma forma que otros modelos de la marca como el Falcon, en la actualidad tiene su club de fanáticos y seguidores que se encargan de darle el reconocimiento que se merece. Un verdadero adelantado a su época que tal vez llegó en un contexto que no lo ayudó y eso marcó un poco su destino.