En el mercado europeo, desde hace un tiempo el SUV mediano de Hyundai tiene una variante deportiva N-Line, que se suma a la ya conocida gama N, como i30, Veloster y, próximamente el Kona.

Entre lo estético se destacan detalles en negro brillante en las ópticas, los marcos de las ventanillas, las manijas de puerta, el alerón trasero y en los espejos exteriores. Además adopta una nueva parrilla del tipo panal de abeja.

Mientras tanto, en el interior encontramos nuevos tapizados en cuero y Alcántara, y costuras rojas en el volante, los asientos, y el tablero de instrumentos. También el selector de cambios incluye detalles en rojo, y la pedalera presenta detalles en aluminio. Además, esta versión puede adoptar un techo panorámico como opcional, lo que le otorga mayor luminosidad al habitáculo.

Pero no sólo los cambios son estéticos, la Tucson N-Line añade ajustes en el chasis, con nuevos amortiguadores un poco más duros, además de un cambio en la dirección eléctrica para mejorar el desempeño dinámico.

En cuanto a las motorizaciones, en el mercado español se ofrecen variantes nafta 1.6 turbo de 177 CV y diésel 2.0 CRDi de 185 CV. Ambos se pueden combinar a un sistema de tracción simple pero también hay opciones 4×4, y además se puede optar por una caja manual de seis marchas o una automática de ocho.

Hay rumores de que la próxima generación del Tucson N-Line, reciba un inédito motor 2.5 turbo con más que interesantes 330 CV. De esta forma el SUV de Hyundai sería un competidor más que interesante para el Volkswagen Tiguan R, que se mostró recientemente y cuenta con un 2.0 TSI de 320 CV. ¿La veremos por acá?