La posición de manejo es al estilo alemán, con regulaciones múltiples de la butaca del conductor y doble reglaje de la columna de dirección con volante de buen tacto. Ningún humano tendrá argumentos para la queja. Las plazas traseras son justas: el espacio no falta pero tampoco sobra.

El instrumental digital (pero con agujas virtuales) informa de todo lo que necesita saber el conductor, incluso se puede duplicar el navegador en el panel de instrumentos, además de la pantalla táctil de 8” del ordenador, ubicada en el centro de la plancha.

En rasgos generales, el Vento III se muestra superior a sus antecesores, no solo en equipamiento, sino también en lo referente al comportamiento dinámico y confort de marcha. En curva tiene una conducta neutral, sin tendencias a subvirar, y responde con franqueza a lo que le indica el conductor con inclinaciones mínimas de la carrocería.

Circulando en ciudad se nota cierta rigidez de los elementos elásticos, pero no llega a niveles criticables; es más, muchos de los futuros compradores del nuevo Vento se mostrarán encantados con esta característica, que manifiesta sus virtudes en circulación rutera a altas velocidades.

Considerando que el Vento III está equipado con el motor 1.4 TSI turboalimentado e inyección directa de 150 CV, que comparte con el Golf, los valores de performances y de consumo no podían ser muy disímiles en relación con las obtenidas en el test del Golf. La transmisión es automática (Tiptronic 6 con convertidor de par, no DSG) y dispone de modos de conducción Eco, Normal, Sport e Individual, pero carece de levas al volante.