Test Drive Renault Alaskan Confort 4×2

Presentación

MARCA: renault

MODELO: alaskan confort 4×2

Hablar de la Renault Alaskan es poner el foco en la última pick up que se sumó al line up de “chatas” medianas fabricadas en el país. Su llegada se dio en el marco de la pandemia (se confirmó oficialmente en mayo de 2020 aunque ya lo sabíamos hace tiempo y hasta la manejamos en 2018 en Francia) y hoy pelea mes a mes para meterse en la conversación de un segmento muy competitivo que suele conformar el podio de los más vendidos del país mes a mes.

Nos subimos a la versión base, algo poco habitual, y te contamos los pro y los contras del modelo fabricado en Córdoba, pensado para quien busca armar y/o rearmar su flota para el laburo del día a día con mecánica -y tracción- “simple” de 160 CV combinada con caja manual de seis velocidades.

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Características

Fuimos varios los que opinamos que la Renault Alaskan está muy bien en términos estéticos. Si bien es un apartado en el que entendemos que la subjetividad es la que vale, la trompa compartida con Nissan queda muy bonita, con el rombo como mascarón. Por eso pese a ser una entrada de gama y a la ausencia de toda “joyería”, el listón cromado y el aplique negro brillante de la zona inferior le confieren personalidad a esta Renault Alaskan Confort.

Hasta ahí llegan los brillos, porque en el resto de la silueta predomina lo esperado: espejos y manijas negros, llantas de acero (de 16 pulgadas) y las lineas que ya conocemos de origen Renault-Nissan.

Como buena entrada de gama, la dotación es magra. En materia de confort, valga la redundancia, se despacha con portalentes, apoyabrazos central, asientos tapizados de tela, levantavidrios y cierre a distancia como lo principal, mientras que la seguridad corre por cuenta de lo que exige la ley y poquito más: dos airbags, ABS, cinco apoyacabezas y cinturones, isofix y control de estabilidad y tracción. Una ficha esperable pero que podría tener más bolsas de aire de serie como tiene la competencia.

El gran distintivo de esta Renault Alaskan Confort es definitivamente su suspensión trasera que, al igual que la prima Nissan Frontier, es independiente atrás. Su nombre oficial es “Multilink con amortiguadores telescópicos, resortes helicoidales, brazos de arrastre y barra estabilizadora” y se traduce en un comportamiento muy bueno en terrenos irregulares o asfaltos detonados. ¿Afecta eso su capacidad de carga? Para nada, pero de eso vamos a hablar más adelante.

Todo el conjunto tiene una muy buena calibración que le permite ser una aliada para el día a día en la ciudad o en el campo (siempre recordando la ausencia de la tracción integral), pero sobre todo en ciudades pequeñas o pueblos donde el bacheo quedó olvidado en el presupuesto. Ahí la Renault Alaskan se presenta como un vehículo ideal para mechar caminos de tierra y trazado urbanos con una robustez de sobra. Las llantas de acero aportan a esa sensación y el caucho 255/70 con características “para pick ups de trabajo liviano”, según el fabricante, terminan por rubricar esta idea. Sí sentimos la misma ingrata sensación de dureza de la dirección (hidráulica) que percibimos desde el minuto uno que nos subimos al nuevo modelo de Renault, algo que creemos que debería ser revisado.

Para finalizar, ángulos de ataque (29.8º) y salida (27.9º) buenos, despeje mínimo de 23 centímetros y una capacidad de remolque de 3.035 kg como lo destacado de la ficha técnica.

Interior

Adentro la arquitectura se mantiene. Naturalmente, al igual de lo que sucede con el exterior, está despojado de embellecedores y de algunos comandos o piezas como el posavasos extraíble reconvertido a un dudoso y estrecho portaobjetos. Lo primero que salta a la vista son los butacones de tela, mullidos, de buena sujeción y con regulaciones manuales incluyendo en altura para el conductor, pero el volante solo regula en profundidad, algo que no está disponible ni en la tope de gama y que creemos que es menester su incorporación.

En términos de habitabilidad, la Renault Alaskan mantiene las cualidades de la Iconic: 3,15 entre ejes y 1,44 a lo ancho que ofrecen un espacio correcto para las piernas y a lo alto pero que lo dejan lejos de la referencia (Chevrolet S10) del segmento.

Las plazas traseras tienen una central con menor ergonomía, salida de ventilación, un cojín rebatible y un pequeño túnel de transmisión que ocupa algo de espacio para las piernas. Además, ese respaldo puede oficiar de apoyabrazos si no se usa con lo cual es algo más rígida que las plazas laterales. Habemus tres cinturones inerciales y tres apoyacabezas, aunque solo el del centro es tipo coma con lo cual la visibilidad se ve algo afectada, una característica bastante común entre las “chatas”.

Un poco más atrás, una de las razones de ser de este modelo que es la caja de carga, que no tiene protector. Como suele suceder en las versiones de entrada (debido a la “delgadez” de componentes), la Renault Alaskan Confort es la que más puede cargar cosas: 1115 que superan holgadamente los 982 de la variante full. Para la caja, y por si estás buscando encajar algo específico, van las medidas: 1,50 de largo por 1,56 de ancho (1,13 entre buches) y un portón (sin cámara ni amortiguador) de 1,37 por 0,47 de alto.

Confort y funcionamiento

Consumo de combustible

Posiblemente una de las razones por la cuál le echaste el ojo a la Renault Alaskan turbo tiene que ver con lo que sucede en el tanque de 80 litros de combustible. Hay buenas noticias: la ausencia de un turbo y su docilidad respecto del de 190 CV trae resultados satisfactorios cuando -y cuánto- vamos al surtidor.

El consumo de combustible de la Renault Alaskan Confort fue sorprendentemente bueno durante los días que la manejamos en auto test: a 100 pidió 5,1 litros (6,9 la “bi”), a 130 7,6 (9,4) y un urbano excelso de 8,9 (10,6), es decir, un promedio casi redondo de 1,8 litros menos en todos los registros incluyendo un urbano sobresaliente que ruboriza city cars. Con estos números, la Alaskan Confort te garantiza, peso de pie derecho mediante, un consumo de casi 900 kilómetros en el peor de los escenarios.

Aceleración, recuperación y frenada

Claro que la gran diferencia de esta versión radica en el motor, con la incorporación del mismo M9T que manejamos en la auto test de diciembre pero con un turbo en lugar de los dos. Esto lógicamente impacta en la ficha técnica que de 190 CV y 450 Nm pasa a 160 y 403, respectivamente.

Es un impulsor con características típicas del segmento, con brío ni bien se enciende y con una rumorosidad vigorizante. ¿Pero se traduce eso en la performance? Por más que quien busca esta versión difícilmente lleve la Renault Alaskan al autódromo como nosotros, hicimos las pruebas de rigor y los resultados fueron muy buenos. El cero a cien lo realiza apenas una décima más lento (12 segundos clavados), los 400 metros más rápido (18,1) y un kilómetro medio segundo más lento (33,9). Posiblemente tenga mucho que ver la transmisión manual, pero la Confort pareciera no sentir en demasía los 30 CV de diferencia con las biturbo.

La caja manual nos “obligó” a hacer las pruebas de las recuperaciones en cada marcha para evaluar la recuperación en diferentes situaciones de sobrepaso. En cuarta se tomó menos de 9 segundos mientras que en sexta, apuntada como la sobremarcha para velocidades elevadas y constantes, requirió 11,4 segundos, una cifra aceptable. Ahora bien, eso nos da el pie para hablar de la transmisión, que prácticamente monopoliza toda la gama de Renault Alaskan (sólo la full 4×4 es automática). El selector es largo, gomoso y el empalme de las marchas es por demás dubitativo, especialmente la reversa. Creo que es uno de los puntos más importantes a revisar cuanto menos en la próxima generación.

Por último, la frenada, uno de los aspectos más mejorables de esta Renault Alaskan ya que necesitó 47,5 metros para detenerse de 100 km/h a 0. Tiene discos ventilados adelante y tambores atrás, al igual que la mayoría de sus rivales.

Ficha técnica

Pack de conectividad

La Renault Alaskan Confort cumple con un sistema multimedia básico del tipo doble din con conexión bluetooth, reproductor de CD y entradas auxiliares y USB. Es un sistema tradicional, sin tecnología táctil ni de espejado pero que mediante el bluetooth permite realizar llamadas y streamear música desde tu dispositivo, algo básico para el día a día.

Complementa el sistema dos parlantes, una entrada USB (podrían ser más), una toma de 12 V y la mencionada auxiliar para redondear un kit básico para el laburante o el conductor y los pasajeros de turno.

Fotos

Seguridad

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