¿No muerde? Manejamos el Peugeot 208 GT, un auto que no se pone el sayo de deportivo pero que le ofrece a su comprador un motor eficiente, buenas sensaciones dinámicas y una gruesa lista de confort y seguridad aunque a un precio excesivo. Manejamos el modelo importado de 130 CV con caja automática de seis velocidades.
Es imposible no arrancar una nota sobre un deportivo de Peugeot omitiendo la riquísima herencia de la marca en la especialidad: no hay con qué darle, es su metier. Peugeot sabe que desde hace décadas tiene espalda en eso de potenciar un modelo y estamparle las siglas sagradas. Ya sea un GTI, un CTI, un GT o un RC, la marca del león siempre supo modificar la gama 200 a gusto del cliente aunque con este Peugeot 208 apelaron a una fórmula apenas diferente bautizando un modelo de 130 CV como “GT”, algo que sigue generando ruido.
Por más que a nuestro corazoncito petrolhead le duela, tiene algo de lógica porque la marca, así como buena parte de la industria automotriz, está en plena transformación. La muestra más cabal es que hoy por hoy, el 208 más potente del mundo tiene apenas 136 CV, es eléctrico y no es un “GTI”. Boom.
El lanzamiento del Peugeot 208 durante 2020 en nuestro país fue todo un acontecimiento. Para Peugeot porque “ganó” la fabricación -y en consecuencia modernización- en El Palomar, para la industria argentina por razones lógicas y para el cliente la posibilidad de contar en el país con el Auto del Año mundial de 2020 a nivel mundial y también elegido por auto test.
Con este panorama hace unas semanas aterrizó el Peugeot 208 GT, un auto importado de Eslovaquia que llega para complementar la gama del 208 nacional fabricado y que sucede, guste o no, al 208 GT brasileño de 165 CV. Lo manejamos durante una semana y estas son sus cifras de performance, consumo y, naturalmente, nuestra mirada del ¿por ahora? 208 más potente que se vende en el país.
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Características
“Es el mismo que el argentino pero con el 1.2 turbo”. Sí y no. Si bien son extremadamente parecidos, hay algunos detalles que, por gama y por origen, cambian respecto del que tiene DNI nacional. Por fuera la manera más fácil de reconocerlo es por el combo de molduras negras y las llantas de 17” de un diseño bien bochinchero si es que antes no te llamó la atención uno de los colores exclusivos: jaune faro (amarillo), blanco nacré (este lo comparte con la gama “tradicional”) o el rojo elixir que nos tocó en suerte. A partir de ahí aparecen algunas más esperables como el alerón negro brillante y la salida de escape doble, como marca la historia de todo vehículo que se precie de ser un gran turismo, y otros no tan esperables como el patrón cromado de la parrilla que es más ecléctico. Además, para alegría de los muy detallistas, se rellena el hueco sobre el parante C con las siglas que identifican a esta versión, algo similar a lo que ocurría en el 208 saliente con los GTI y XY.
Si bien es subjetivo y en auto test respetamos todas las opiniones, el resultado creemos que es muy atractivo y, sobre todo, llamativo visualmente, algo que definitivamente está buscando el cliente del Peugeot 208 y ni hablar de una versión GT.
Como suele ocurrir con este tipo de variantes, el GT se ubica en la cúspide de gama. Con el eslovaco, el Peugeot 208 se convierte en uno de los modelos más diversos del mercado, con tres motores y hasta nueve versiones para elegir por lo menos hasta que se agote el puñado de GT-Line que también trajeron.
Respecto de la seguridad, hay pocas novedades y eso es una buena noticia porque el Feline es uno de los autos más seguros del mercado amén de los ADAS: lectura de señales, adaptación automática del entorno luminoso, alerta de riesgo de colisión, alerta de riesgo de colisión con frenado autónomo, mantenimiento activo de carril, recomendador de descanso y sensor de ángulo muerto. A eso lógicamente hay que sumarle las 6 bolsas de aire y los controles de tracción y estabilidad.
En cuanto al comportamiento, Peugeot siempre se ufanó de la calibración de sus vehículos y en el GT el equilibrio es perfecto, otro síntoma de la atemperada deportividad. Cuenta con barra de torsión “atrás” y algunos ajustes para adecuar los resortes a nuestros caminos. Eso implica que en el día a día va a ser un auto dócil pese al finísimo talón de 45 del caucho. Al Peugeot 208 lo llevamos al autódromo justo antes de las últimas restricciones (para las fotos no llegamos) y comprobamos su buen andar en la zona del fondo.
Interior
Hay algo en común con el criollo: la plataforma CMP es exactamente la misma que la de Palomar, con lo cual la “base” es la misma: 4,05 de largo y una distancia entre ejes de 2,54 que, como suele acostumbrarnos la gama 200, no es sinónimo de una habitabilidad ejemplar aunque la zona trasera de las poltronas delanteras está moldeada para sumar unos centímetros a lo largo. La buena noticia es que cuenta con dos tomas USB de carga, tres cinturones inerciales y tres apoyacabezas tipo coma que aportan seguridad y visibilidad para quienes viajen allí y para el conductor, respectivamente.
Inmediatamente después del respaldo (rebatible en tercios) espera a ser cargado un baúl de…sí, adivinaste, los mismos 311 litros de capacidad del bonaerense que, al igual que manifestamos en ocasión de aquella prueba, también creemos que podría ser mayor.
Quizás el sector más diferente de todos respecto del Peugeot 208 nacional es el que apuntala a la caja de cambios. El selector tiene un recorrido diferente, agrega un aplique negro brillante que le suma jerarquía y prescinde del tosco freno de mano del argentino en pos de uno eléctrico. Además de las diferencias y mal que nos pese, la presentación y algunos materiales están por encima del nivel que palpamos allá por agosto de 2020 cuando nos subimos por primera vez al Peugeot 208 nacional.
En cuanto a la posición de manejo, las butacas del GT no son 100 % bucket, pero igual son espectaculares. No solo en su diseño (muy jugada pero bonita combinación con el verde) sino en el mix de materiales y, por supuesto, en sujeción. Eso sí, no hubiera estado mal que las regulaciones fueran eléctricas.
Complementa el puesto de mando el siempre comentado i-Cockpit, que supone una experiencia diferente de manejo siempre y cuando quien se ponga al mando (doble regulación) ceda un poquito y se adapte. El resultado, para quien suscribe, suele ser positivo pero entiendo que la fisonomía de cada uno puede cambiar la experiencia. Es cuestión de probar, regular y encontrar el punto justo. El tablero es el novedoso 3D super configurable y de buena definición pero que puede llevar un tiempo de aclimatación.
Sensor de lluvia / intermitente regulable / crepuscular
SI
SI
SI
Sujeción lumbar regulable de conductor / acompañante
NO
NO
Tapizado textil/mixto/cuero
NO
SI
NO
Techo solar eléctrico/panorámico
NO
SI
Volante regulable altura/profundidad/eléctrico
SI
SI
NO
FUNCIONAMIENTO
Alarma sonora de luces encendidas/llaves
NO
NO
Acceso manos libres/arranque por botón
SI
SI
Apagado automático de luces
SI
Indicador nivel/presión/temperatura de aceite
NO
NO
NO
Indicador temperatura de agua / temperatura exterior
SI
SI
Luz de reserva de combustible
SI
Regulación interna de faros/automática
NO
SI
Shift up-down
NO
Stop and start
NO
Testigo de puertas / capot / baúl abiertos
SI
NO
SI
A favor
Diseño destacado
Consumo en ruta
Frenada
Equipamiento de seguridad y confort
Calidad
Equilibrio de suspensiones
En contra
Precio exorbitante
Habitabilidad
Auxilio temporal
Barra de torsión trasera
Consumo de combustible
Otro de los pilares del Peugeot 208 GT son sus consumos, sobre todo a velocidades constantes donde el tres cilindros se relaja (2.100 y 2.900 RPM) y promedia un gasto de 6,1 y 7,8 litros de combustible “cada cien” lo que le confiere autonomías de más de 700 kilómetros: vale recordar que el nacional tiene 3 litros más de tanque (47 en total) para mejorar este aspecto.
En ciudad los 11,2 que pide van en sintonía con lo que viene sucediendo con los últimos tres cilindros que probamos: un promedio mayor al que nos gustaría ya que a priori la falta de un tubo nos hace pensar en un consumo menor.
Consumo (L/100km) AutonomÍa (KM)
100 km/h
6,1/721
130 km/h
7,8/564
Ciclo urbano
11,2/393
Promedio
9,1/483
Aceleración, recuperación y frenada
Momento de hablar del motor, un apartado clave en este auto que desde su anuncio generó infinidad de comentarios en todos nuestros canales digitales (web, Instagram, Facebook, YouTube y todas las redes donde estamos). Los comentarios, en su mayoría, fueron cuestionamientos a la deportividad de un modelo de apenas 130 CV. Pero acá vamos a separar las aguas. Por un lado, Peugeot abrió el paraguas y calificó la gama como sinónimo de “confort y dinamismo” despegándose un poco del concepto general de un gran turismo aun con el inmediato antecedente del GT brasileño de 165 CV que se vendió hasta hace poco en nuestro mercado. Como diría el refrán, el que avisa no traiciona.
ACELERACIONES
0-100 km/h
9,1 segundos
0-400 metros
16,6 segundos
0-1.000 metros
30,5 segundos
Pero más allá de fichas técnicas, el Puretech es un motorazo de tres cilindros, contundente, con modo sport, que logra cifras y sensaciones buenas para quien busca el dinamismo que Peugeot predica. El cero a cien lo alcanza en 9,1 segundos, el kilómetro en 30 y medio y las recuperaciones en 6,5 segundos. Si lo comparamos con el Polo GTS (150 CV), por ejemplo, es en promedio, 0,5 segundos más lento.
RECUPERACIONES
80-120 km/h
6,5 segundos en D
No nos vamos a cansar de hablar maravillas de la dirección eléctrica de Peugeot, casi una marca registrada de los últimos modelos de la marca y a eso le sumamos los frenos que, a diferencia de la gama del Peugeot 208 nacional, tiene disco atrás y firmó unos brutales 37,8 metros para detenerse de 100 a 0.
FRENADA
60-0 km/h
13,5 metros
100-0 km/h
37,8 metros
130-0 km/h
63,3 metros
Ficha técnica
MOTOR
Tipo
Naftero
Configuración
Delantero transversal, tres cilindros en línea
Cilindrada
1.199 cm3
Diámetro por carrera
75 x 90,5 mm
Distribución
Doble árbol de levas a la cabeza comandado por correa dentada bañada en aceite (admisión variable)
Inyección
Directa, turbo e intercooler
Compresión
9,8:1
Potencia
130 CV a 5.500 RPM
Par máximo
23,4 kgm a 1.750 RPM
TRANSMISIóN
Tracción
Delantera
Caja
Automática de seis marchas (convertidor de par)
CHASIS
Suspensión delantera
Independiente tipo McPherson
Suspensión trasera
Barra de torsión
Frenos
A disco, delanteros ventilados
Dirección
A cremallera con asistencia eléctrica variable
Diámetro de giro
S/D
Neumáticos
205/45×17»
CARROCERÍA
Hatchback
5 puertas y 5 plazas
Peso
1.252 kg
Tanque
44 litros
Baúl
311 litros
Largo / ancho / alto
4.055/1.765/1.430 mm
Distancia entre ejes
2.540 mm
Trochas
S/D
Pack de conectividad
El principal cambio respecto del Peugeot 208 Feline pasa por la incorporación de sensores delanteros y todo lo demás focalizado en el sistema multimedia. El All-in-One de 7 pulgadas le cede su lugar a una sin nombre de 10 con mayor ergonomía (pero las mismas plausibles funciones de emparejamiento de celu y demás), incorpora un comando giratorio de volumen (¡bravo!), algunas funciones extra sobre las coquetas pero no muy funcionales teclas de piano (desde donde se maneja climatización, música, menú, etc) y una tira de led que recorre casi todo el sector delantero cuyo color se puede configurar para combinar con el verde fluo de algunas costuras o, si te animas, con la percha que te pusiste ese día.
Fotos
Seguridad
SEGURIDAD
Airbags laterales delanteros / traseros
SI
NO
Airbags de cortina / rodilla
SI
NO
Apoyacabezas/delanteros activos
SI
NO
Ayuda de arranque en pendiente
SI
Cierre automático de puertas en rodaje
SI
Cinturones de seguridad inerciales delanteros / traseros