Test Drive Ford F-150 Lariat 2021

Presentación

MARCA: ford 

MODELO: f-150 lariat 2021

La decimotercera generación de la Ford F-150 tuvo un efímero paso por los concesionarios argentinos de la marca del óvalo. Llegaba cinco años después de su lanzamiento en Estados Unidos, es decir, casi sobre el final de su vida. Esto se debió a diferentes circunstancias (entre ellas la pandemia, claro) pero lo cierto es que Ford quería tener en su catálogo a una de las pick ups más reconocidas a nivel mundial.

Ese mismo año (2020), mientras pasaba por nuestra cochera aquella primera Ford F-150, en su país de origen se lanzaba esta decimocuarta generación, con cambios tanto exteriores como interiores, para luego desembarcar en territorio argentino a fin de año, cuando Ford lanzó una preventa y posteriormente la mostró en su stand de la costa atlántica.

Así las cosas, siete meses después de que la filial local del óvalo anunciara aquella preventa, la renovada Ford F-150 inició su comercialización oficial en Argentina. Aunque unas semanas antes habíamos tenido un contacto con la pick up en la nueva pista off road de Pilará, por supuesto que nos quedamos con ganas de manejarla un poco más y por eso la pedimos para probarla durante una semana. Estas son nuestras conclusiones a bordo de un producto tan brutal como moderno y sofisticado.

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Características

Si la línea anterior de la Ford F-150 ya era llamativa, a nuestro juicio la MY2021 es todavía más “farolera”. En la trompa conserva los cromados de la parrilla y el paragolpes, pero todo el conjunto recibe un replanteo de líneas que le aporta mayor solidez visual. En esto también influyen las renovadas ópticas con LED, tecnología que se verá replicada en los antinieblas.

Vista de costado empiezan a desaparecer las novedades, ya que solamente cambiaron los espejos laterales, que también son cromados e incorporan luz de giro, cámara y una segunda luz blanca que ilumina lo que vamos a pisar antes de subir. No queremos ni pensar lo que vale como respuesto, pero lo bueno es que son rebatibles eléctricamente (no lo hacen automáticamente cuando cerramos las puertas).

Otro aspecto que se destaca en la Ford F-150 2021 son las vistosas llantas de 20’’, que calzan neumáticos en medida 275/60, un perfil que puede resultar algo limitado para el manejo fuera del camino (el auxilio es temporal, mal ahí). Por su parte, los estribos cumplen su función de manera plausible, ya que no es fácil subir a una bestia de casi 2 metros de alto. Sin embargo, hay que tener precaución si anduvimos por el barro (como hicimos nosotros para la producción fotográfica) porque al bajar nos pueden ensuciar los pantalones.

Atrás prácticamente no hay cambios y solo aquellos con ojo más entrenado notarán que se trata de la línea nueva por la forma de los faros, que también cuentan con tecnología LED. Asimismo, el portón tiene apertura y cierre automática, ya sea desde la llave, un botón en la manija o bien desde una tecla en el tablero. Dicho sea de paso, mantiene la escalera con baranda, aunque su mecanismo de despliegue no es el más intuitivo.

Por último, la caja. Allí la Ford F-150 cuenta con cuatro ganchos bien “cojudos” por si necesitamos que la carga vaya bien sujeta, tiene doble luz en su interior (que se complementa con la de arriba a un costado del tercer stop) y suma otra toma de corriente para enchufar, por ejemplo, una heladera portátil.

Respecto a su capacidad, hay que recordar que en este aspecto las full size no se diferencian demasiado de las medianas. De hecho, la carga nominal de la Ford F-150 apenas supera la tonelada. El fuerte de este tipo de vehículos está en el arrastre, con una capacidad de remolque en este caso de casi 5,8 toneladas, 2,5 más que en una Ford Ranger.

Como buen producto norteamericano, la Ford F-150 está equipada con todo lo necesario para hacer tu viaje lo más confortable posible. La lista es extensa y podemos mencionar ítems como la regulación eléctrica de las butacas (con calefacción y ventilación) y la apertura automática del portón. También destacamos la calefacción del volante, el techo solar panorámico y el equipo de audio Bang & Olufsen de alta fidelidad con ocho parlantes y un subwoofer.

Claro que lo interesante en materia de equipamiento es el arsenal de seguridad que trae la Ford F-150. Lejos quedó aquella época donde estos vehículos eran rudimentarias herramientas de trabajo que ni siquiera ofrecían bolsas de aire, frenos ABS o ESP.

A pesar de que dejó en el camino los airbags de cinturón, la gente de Ford Motor Co puso toda su atención en los ADAS, que integran el conocido paquete Co-Pilot 360. En el mismo dicen presente (entre otros) dispositivos como el control de velocidad crucero adaptativo (frena y o retoma), el sistema de centrado de carril (que lo probamos en autopista y sorprende por su funcionamiento) y el asistente de dirección evasiva, que ante una inminente colisión pega un “volantazo” para evitar el choque, algo que estrenó la Kuga Titanium.

Si hablamos del comportamiento, manejarla es un verdadero placer. Pese a la suspensión trasera de elásticos, en ciudad el andar suave y prácticamente no vas a sentir molestias, sino todo lo contrario. A su vez, el despeje de 240 mm la hace inmune a cualquier lomo de burro o imperfección del asfalto. Lógicamente, solo hay que tener precaución a la hora de estacionarla, aunque el asistente CoPilot 360 del que ya hicimos mención apela a cuatro cámaras que permiten tener una visión periférica de todo lo que sucede a nuestro alrededor.

En ruta, nos hizo acordar a un slogan utilizado por la marca en la década del 60 para promocionar el Fairlane: “serenidad espacial”. Es que, gracias a una insonorización impecable, transmite una sensación de que estamos viajando en una cápsula aislados de cualquier tipo de ruidos. Es cuestión de poner la velocidad crucero, reproducir una canción a través del audio de alta fidelidad y encomendarnos a la suavidad del V8.

En cuanto al manejo fuera del camino, todas las Ford F-150 que se venden en nuestro mercado traen de serie el paquete FX4 para, justamente, mejorar el desempeño off road. La lista incluye control electrónico de descenso, amortiguadores delanteros específicos, protectores para tanque de combustible, caja de transferencia y diferencial delantero, bloqueo del diferencial trasero y calcos en los laterales de caja haciendo referencia a esta versión.

Andando por terrenos con barro blando luego de jornadas de intensa lluvia en el norte de la provincia de Buenos Aires, pudimos reafirmar conceptos ya que esta actualización de la F-150 mantiene las cualidades de la línea anterior. Naturalmente conserva la 4×4 baja, 4×4 auto, 4×4 alta y 4×2, que se combinan con ocho modos de conducción (Normal, Remolque, Sport, Resbaladizo, Eco, Nieve/Arena y Roca/Trepada) que permiten exprimir al máximo todas las ayudas electrónicas y mecánicas que velan por nosotros.

Interior

Cuando abrimos la puerta de la Ford F-150, nos recibe un interior con una butaca cómoda y de buena sujeción. Por supuesto tiene todas sus regulaciones eléctricas (también la del acompañante), incluyendo el apoyo lumbar y además suma tres memorias.

De esta forma, la posición de manejo está eximida de críticas, sobre todo teniendo en cuenta que pedalera y columna de dirección también regulan de manera eléctrica. Así las cosas, el conductor podrá encontrar su postura ideal al milímetro.

En cuanto a la calidad de materiales, cumple con lo que se espera en un vehículo de estas características, aunque creemos que la Ford F-150 merece mayor presencia de plásticos blandos y algunas terminaciones no están a la altura.

Antes de pasar a las plazas traseras, un último detalle particular que nos gustó y llamó la atención de todos los que se subieron a la Ford F-150: el selector de cambios se puede “esconder” presionando un botón, lo que permite desplegar del apoyabrazo central una suerte de consola que cumple la función de una mesa de trabajo. Cuanto menos, nos pareció una solución ingeniosa.

Ahora sí, vamos atrás. Y acá vamos a repetir una palabra que ya utilizamos cuando probamos la línea anterior de la Ford F-150 el año pasado: es, literalmente, un living. Tres ocupantes viajarán sin mayores complicaciones, e incluso tendrán a su disposición tomas USB y de 120 V y hasta calefacción. Solamente el pasajero central sufrirá un poco la zona lumbar, naturalmente por una cuestión de ergonomía.

Confort y funcionamiento

Consumo de combustible

A la hora de los consumos, a pesar de que la Ford F-150 incorpora algunos “as” bajo la manga con la premisa de bajar algunos litros, en ciudad literalmente se traga todo. Con un tránsito super fluído la Ford F-150 consume 16,4 litros cada cien de promedio, aunque esa cifra alcanzar picos de 20 si el tráfico y la sincronización de los semáforos no acompaña. Dentro de esas “ayudas” que mencionamos, además de un modo Eco, el V8 también cuenta con el sistema Start&Stop (puede desactivarse), que puede convertirse en un gran aliado del bolsillo.

A velocidades constantes, a pesar de que su coeficiente aerodinámico no es de lo mejor, la caja de diez marchas hace que el motor vaya prácticamente “durmiendo”, por eso el consumo de combustible de la Ford F-150 es más contenido, con 11,4 y 14,9 litros cada cien circulando a 100 y 130 km/h respectivamente. Parece mucho, pero son cifras acorde a un vehículo de estas características. La última referencia es para la autonomía, que en promedio es de casi 1.000 kilómetros gracias a un tanque de combustible de ¡136 litros!

Aceleración, recuperación y frenada

Para mover los casi 3.200 kilos que acusa la Ford F-150 en la balanza (carrocería de aluminio y chasis de acero reforzado), los muchachos de Michigan eligieron la antítesis del downsizing y las bajas emisiones. Hablamos del grueso V8 naftero denominado Coyote, que es similar al que utilizan algunas versiones del Ford Mustang.

Los 400 CV los entrega en la zona media/alta del tacómetro, con una respuesta tan progresiva como contundente. Por su parte, la transmisión corre por cuenta de una caja automática de diez velocidades que ni por asomo tiene intenciones deportivas (no tiene levas), y en el día a día pasará completamente desapercibida.

Para realizar las pruebas elegimos el modo Sport, que exprime al máximo los 400 burros, sin olvidarnos de los 542 Nm de par. Los registros del “ocho cilindros” son realmente impactantes: La Ford F-150 tardó 7,4 segundos en acelerar de cero a cien con partida detenida, mientras que el cuarto de milla lo recorrió en 15,4 segundos. Por su parte, recuperó de 80 a 120 en 4,4 segundos, una bestialidad.

Para redondear el ítem del comportamiento, la frenada. La Ford F-150 tiene cuatro generosos discos ventilados, pero nuestro mejor registro fue de mejorables 48,3 metros para el 100-0. En esto influye quizás el dibujo mixto de las Pirelli Scorpion ATR y por supuesto, el peso.

Ficha técnica

Pack de conectividad

Si hablamos de llamar la atención, el verdadero imán de miradas para quien ingresa al habitáculo de la Ford F-150 es la renovada central multimedia de 12’’. Incorpora el sistema SYNC 4, que convierten al producto oriundo de Detroit en ser el primero en Argentina que viene con esa tecnología. También es compatible con Android Auto y CarPlay, a lo que suma navegador integrado.

Lo mismo ocurre con el instrumental, que le suelta la mano a las agujas y apela a una segunda pantalla de similar tamaño que la central telemática. Esto le permite ofrecer una infinidad de configuraciones para que el conductor monitoree de manera permanente todo lo referido a los modos de conducción y también, a los asistentes de seguridad activa.

Fotos

Seguridad

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