Test Drive Chevrolet Cruze RS

Presentación

MARCA: chevrolet

MODELO: cruze rs

Cuando llegó el rumor de que General Motors estaba cocinando un Chevrolet Cruze RS fue imposible no pensar en la reciente experiencia con el Onix, un producto que quedó espectacular pero que carga con el hate de los que esperaban modificaciones mecánicas, independientemente que el concepto del RS va por el lado estético, algo que no vamos a cansarnos de remarcar.

El Chevrolet Cruze RS viene para apuntalar esa idea, con una fórmula muy similar más el valor agregado de un motor con turbo de 153 CV que aplacará el deseo deportivo de las bestias sedientas de (pura) sangre.

Lo manejamos siete días, le sacamos unos fotones en el autódromo y esta es nuestra opinión y experiencia a bordo de uno de los pocos modelos del segmento que podés comprar si tenés un deportivo entre tu lista de deseos.

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Características

En este caso arrancamos por lo más importante/interesante porque la gran novedad del Chevrolet Cruze RS entra completamente por los ojos. Creo que el Onix, con ese obsceno alerón trasero se destacaba más, pero insisto con la idea de que en el segmento mediano tiene sentido que apunten a un perfil apenitas más bajo. El trabajo era el sospechado: oscurecimiento de componentes (logos, carcasas y ópticas), cromados, techo (“metálico”, según Chevy), vinilos (también negros) y llantas exclusivas de 17”. El alerón, no tan picante como en Onix RS.

No termino de entender por qué no fundamentar esta variante RS del Chevrolet Cruze en la full, pero supongo que tiene que ver con una cuestión de precio. El Rally Sport se ubica entre LTZ y Premier con lo cual su dotación está casi a tope. Eso son buenas y malas noticias porque por un lado la nómina está muy bien aunque los faltantes respecto del Premier son de peso.

¿Qué deja en el camino este Chevrolet Cruze RS? Anotamos: asistente de estacionamiento, cargador de batería inalámbrico, llantas de diamantadas (lo cambia por el “estilo RS”) y regulaciones eléctricas de butaca. Del lado del confort, nada grave pero la pérdida más sensible pasa por la seguridad ya que deja en Alvear el alerta de colisión frontal con frenado de autónomo, luces altas automáticas, alerta de punto ciego y mantenimiento de carril.

No hubo modificaciones en la suspensión, con lo cual la buena ambivalencia del Chevrolet Cruze nacional (desarrollado por y para la región) salta en los primeros kilómetros a bordo, ya sea en ruta o ciudad. Sí nos gustaría que lleve suspensión independiente atrás para que el paquete sea completo. Las llantas de 17” y el talón de 50 contribuyen, sobre todo en la metrópoli, a que las amalgamas queden en su lugar, y en ruta el Chevrolet Cruze va muy cómodo e impertérrito y puede tomar curvas de mediana exigencia sin mayores problemas.

Interior

Adentro del Chevrolet Cruze RS también hay novedades de tintes automovilísticas. El tapizado negro es un recurso que nos parece acertado y también las superficies se tiñen de oscuro para separarlo un poco más de la gama civil. Sí nos hizo un poquito de ruido que tanto el moño del volante como de la compu cuando se enciende el auto se muestren de color dorado. Un detalle que podría haberse revisado para que la experiencia RS de oscurecimiento sea completa. Sí, así de exigentes podemos ser.

La percepción de calidad del Chevrolet Cruze es muy buena y se basa en el recubrimiento de los plásticos con cuero, una práctica común de Chevrolet que creo que suma unos puntos dentro del habitáculo de varios de sus productos. No hay cambios estructurales y creemos que está bien porque la arquitectura se mantiene vigente.

Por el lado de la habitabilidad, los muy buenos 2,7 metros entre ejes del Chevrolet Cruze nominales se traducen en un espacio para piernas correcto, con una caída de techo que deja a un adulto promedio (de menos de 1,80) a nada de rozar su cabeza. La tercera plaza no tiene la misma ergonomía que las laterales y si alguien se sienta allí sufrirá un túnel de transmisión que va a interferir con el estacionamiento de sus piernas. A la hora de guardar cosas, 290 litros de baúl que creo que podrían ser más espaciosos.

El tablero es un punto en el que Chevrolet creo que debería mejorar. Independientemente que no se alinea con un espíritu RS, lo sigo viendo muy espartano. En términos funcionales está bien, con cuatro relojes (temperatura y combustible algo pequeños) buena iluminación y buena data provista por la compu central, en este caso a color.

Dijimos que la posición de manejo de este Chevrolet Cruze RS era una de las que padecía el recorte de equipamiento. Si bien pierde las regulaciones eléctricas, la maleabilidad es muy buena (la del volante también es múltiple) y permiten, en conjunto, que quien conduzca pueda acomodar su esqueleto de la mejor manera.

Confort y funcionamiento

Consumo de combustible

El consumo de combustible del Chevrolet Cruze RS es correcto y está en el promedio de lo que esperábamos de un vehículo de este porte. El 1.4 es un bloque que se lleva muy bien con las velocidades constantes ya que consume 7 y 9,3 litros cada cien kilómetros circulando a 100 y a 130 km/h respectivamente.

Como siempre, medimos los consumos en control de velocidad crucero aunque en este caso sin modo Eco ya que no cuenta con esa función. Las cosas se fueron un poquito para arriba en ciudad, donde el Chevrolet Cruze RS o hatch pide 12,2 litros cada centenar de kilómetros recorridos incluso con el stop&start conectado para tratar de bajar esos registros.

Con todos estos promedios, el mixto asciende a 10,2 litros, con una autonomía media de 510 kilómetros.

Aceleración, recuperación y frenada

El 1.4 Ecotec del Chevrolet Cruze es un motor que nos gusta por su brío y porque llegó en su momento para reemplazar al antiguo 1.8. Es un bloque de 1.399 cm3 sobrealimentado por turbo y cadenero que encuentra su mejor cara a 5.000 RPM (según la ficha técnica), pero a partir de 2.000 RPM te va a dar la respuesta que necesitás. ¿El torque? 245 Nm.

Acompaña una caja de seis velocidades que si la apurás puede mostrarse dubitativa pero, recordemos, es una dupla motopropulsora pensada para un segmento más racional y que busca la eficiencia. El Chevrolet Cruze no tiene levas al volante pero sí un manejo secuencial por si premeditas un sorpasso en ruta.

Hablando de ruta, el Chevrolet Cruze rubricó la recuperación de 80-120 en 6,2 buenos segundos lo que habla de una buena elasticidad una vez que el motor y la caja encuentran su mejor curva de rendimiento.

Entre las prestaciones del Chevrolet Cruze RS que volvimos a medir aprovechando las bondades y el pavimento del Autódromo de la Ciudad fue la frenada, que nos dejó algunas dudas no tanto por la distancia que requirió para el 100-0 (41,6 metros) sino porque no trazó una línea recta como nos gusta sino que se movió más de la cuenta: suponemos y esperamos que tuvo que ver con la fatiga de la unidad de prueba.

Ficha técnica

Pack de conectividad

Desde que se lanzó MyLink, Chevrolet sólo mejoró su sistema multimedia. Siempre destacamos que toda la telemática del moño es de las mejores en términos de conectividad e interacción. Por supuesto el Chevrolet Cruze no es la excepción.

Además, desde que Chevrolet comenzó a instalar WiFi en sus vehículos (casi que todavía me parece surrealista) nos da la posibilidad de conectar inalámbricamente android auto (intuimos que Car Play también) algo que nos pone muy felices.

El Chevrolet Cruze RS tiene una pantalla de 8 pulgadas de interesante respuesta táctil y un menú algo antiguo pero que queda completamente enterrado cuando usamos el menú de nuestro dispositivo. Además reproduce las imágenes cuando retrocedemos y en HD, otra de las grandes funciones que tiene la marca en varios de sus vehículos (aunque no en toda las gama) y cuenta con OnStar que siempre es un plus sobre todo a la hora de la seguridad. A la hora de las recargas, el Chevrolet Cruze está bien dotado: dos USB adelante y dos 12 V distribuidos adelante y atrás.

Fotos

Seguridad

Opiná sobre este modelo

Guido Tonelli

Periodista, egresado de DeporTEA en 2007. Ese mismo año ingresó a Motorpress Argentina para escribir en la web Auto Plus Digital y en 2009 pasó a escribir y probar autos para la edición impresa. Desde 2018 redacta y prueba para auto test web y papel y representa al medio en salones internacionales, eventos y lanzamientos de la industria automotriz a nivel nacional y regional.

Fanático del WRC, fue bastante ciclotímico con sus autos: primero tuvo un Suzuki Swift GTI, pasó por un Citroen Saxo, volvióa las siglas prometidas en un Seat Ibiza GTi y recaló en dos Peugeot 206 (uno francés y otro nacional) hasta que pudo cumplir el sueño de su vida de tener un Subaru Impreza turbo «azul con llantas doradas, como tiene que ser un Impreza».