Desde adentro sólo se percibe el ronroneo del propulsor central que a nuestras espaldas pide a gritos exigencia. El trabajo acústico es bueno, agradable, pero es hipersensible y ante la menor acelerada se producirá un espectáculo de explosiones que harán que todos lo miren.

En el habitáculo, es nuevo el volante, con un estilo inspirado en el 918 Spyder, y dentro del equipamiento se destaca el panel de instrumentos con uno de los tres cuadrantes digital configurable, y el Porsche Communication Management (PCM) con pantalla táctil (de buena repuesta y con teclas físicas para lo que no quieran ensuciar el visor), navegador, cámara de retroceso (también tiene sensores) y un sistema de audio de alta fidelidad.

La calidad de las materiales son de primer nivel, aunque percibimos un quejido prematuro en la contrapuerta del conductor, y no abundan los portaobjetos. Dentro del equipamiento los únicos faltantes que se podrían nombras es techo eléctrico y carece de ayudas a la conducción como de cambio de carril o control de velocidad activa.

Ni bien uno acelera el motor ruge y sale despedido para hacer un 0-100 en menos de cinco segundos y llegar al kilómetro en casi 23 segundo y a 231 km/h (máxima 285 km/h). Los cambios suceden como pequeños disparos que solo dan apenas instantes de tranquilidad para que la inercia te vuelva a pegar la espalda a la cómoda butaca deportiva de reglajes eléctricos (opcional) que sin llegar a ser de competición abraza al conductor, a quien no le será fácil ni entrar ni salir del Cayman, aunque una vez ubicado encontrara una posición de manejo ideal.

Una de las cosas que más sorprende es con la seguridad que toma las curvas, sin inclinaciones, rolidos o perdidas de trayectoria. Va para donde uno quiere, de hecho en modo normal tuvimos que exigirlo al máximo para que el control de estabilidad aparezca.

No cabe duda, es un deportivo de ley, y lógicamente se siente a sus anchas en un circuito, ya que ni las rutas nacionales ni las ciudades están preparadas para un uso diario de este tipo de auto.