El equipamiento de serie ofrece casi todo lo que se espera de un vehículo de este nivel (y precio). Llantas de nuevo diseño de 19”, techo solar panorámico, retrovisores eléctricos plegables, butacas ergonómicas deportivas con reglaje eléctrico y memorias, climatizador de doble vía y salidas posteriores, conectividad de smartphone Apple CarPlay (no Android), Stop/Start desconectable, asistente de estacionamiento y Head Up Display, entre otros accesorios de confort. Sin embargo, no dispone de frenado autónomo ni testigos de punto ciego y cambio de carril.

El interior creció casi 30 mm en espacio para las piernas de los pasajeros y el baúl (portón de apertura y cierre automático) ofrece una capacidad de 525 litros. En cuanto al nivel de terminación y materiales utilizados no dan lugar para la crítica, por el contrario, responden a los parámetros tradicionales de BMW.

La seguridad corre por cuenta de seis airbags y las consabidas ayudas electrónicas de estabilidad y tracción, junto a freno de diferencial automático, control de frenado en curvas, ayuda de arranque en pendientes y descenso. El ordenador de a bordo multifunción ofrece frondosa información desde el iDrive clásico de BMW con pantalla táctil. Debido al diseño del sector posterior y a la caída del techo la visibilidad posterior es prácticamente nula, ni hablar con dos pasajeros ubicados en esas plazas.

Aunque los neumáticos en medida 245/50 x 19” en ambos trenes, hacen suponer algunas limitaciones en lo que se refiere al confort de marcha, en la práctica este rubro no se ve comprometido. Absorbe con solvencia y firmeza las irregularidades de las superficies que se transitan en forma eficiente. Su conducta en ruta en zonas viradas es correcta y responde a las órdenes que se le imparten desde el sistema de dirección con una tendencia neutra en la que interviene la transmisión integral xDrive.

La posición frente al volante es bien germana: volante multifunción de tacto generoso con doble reglaje y levas de cambio, butacas con amplia regulación, comandos bien ubicados e identificados, instrumental digital con agujas que modifica la información en el panel central según se opte por los modos Sport, Confort y Eco.

El motor es el 2.0 litros de cuatro cilindros con inyección directa y sistema turbo Twin Scroll que entrega un par máximo superior a los 36 kgm con una meseta entre 1.450 y 4.800 vueltas y una potencia de 252 CV a partir de las 5.200 hasta las 6.500, régimen en el que se produce el corte electrónico. Con estos valores, el X4 ostenta una relación de 126 CV/litro y peso/potencia por debajo de los 7 kg/CV. La transmisión xDrive cuenta con una caja automática Steptronic con convertidor de par de ocho marchas y pasaje contundente en cada cambio de marchas ascendente o descendente.

El Race Logic registró 6,9 segundos para alcanzar los 100 km/h y 27 para los mil metros llegando a una velocidad de 201 km/h. Las distancias de frenado son realmente acotadas para un vehículo de estas características y casi 1,8 toneladas de peso. A 100 km/h se detiene en solo 36 metros, sin perder la línea de marcha y con ABS de funcionamiento impecable. El consumo urbano, con tránsito pesado está en el orden de los 11,6 litros para el centenar de kilómetros con una autonomía 560 kilómetros gracias al tanque de 65 litros. Si se circula a 100 km/h constantes (1.700 rpm en D8 que equivalen a unos 60 km/h cada 1.000 rpm) se puede llegar a Mendoza sin reabastecer. Eso sí, hay que encarar el viaje con mucha paciencia…

La dirección con asistencia eléctrica es de dureza justa en ruta y adecuada para transitar en ciudad. La rigidez de las suspensiones junto a los neumáticos con banda de 245 mm y 50% de perfil ayudan para que, al encarar curvas de cualquier desarrollo, la carrocería no manifieste un rolido excesivo. Por su parte, en ciudad, circulando con la caja en Drive, debido al torque del motor a bajo régimen, los cambios se irán sucediendo cada vez el cuentarrevoluciones supere las 1.500 vueltas con el consiguiente ahorro de combustible. No se notaron vicios en estabilidad direccional ni sensibilidad notoria a vientos laterales.

Este X4 en versión xDrive 30i se comercializa a 94.900 dólares, mientras que la versión M40i (354 CV) se ofrece a 133.900. Su único rival del segmento disponible en nuestro mercado es el Mercedes GLC 4Matic (241 CV) a 94.000. De esto se desprende que el posicionamiento se muestra competitivo con el modelo de su eterno rival. Por supuesto que en medio de la crisis que está viviendo el mercado en general, estos valores están fuera de la posibilidad de la inmensa mayoría de los usuarios, pero por tratarse de modelos extrazona, los impuestos conforman un alto porcentaje del precio final.

En síntesis, el X4 es un vehículo polivalente para uso cotidiano y familiar con el plus de su tracción integral.