Mirás para atrás, vas al archivo o más fácil, hacés una búsqueda por internet y apenas hace unos años atrás te vas a encontrar con un segmento de pick ups completamente diferente. Arcaicas, sin ESP, con un equipamiento para la estadística y destinadas netamente para ser aliadas a la hora de cargar, transportar y arrastrar menesteres laborales. Más si hablamos de una Amarok, una pick up que “apenas” tiene 10 años.

Pero esta “loba” que nos ocupa hoy es toda una declaración de principios. Es la pick up mediana más potente del mercado, es nacional, completamente negra y nos moríamos de ganas por manejarla. Estas son nuestras conclusiones.

Afuera y adentro

Acá hay una paradoja. La pick up más potente del segmento apenas saca pecho con el mismo logo “V6” desde su presentación con 224. Merecía algo más, un 6 en rojo, una calco, algo. En su lugar, Volkswagen optó, una vez más por oscurecer a la Amarok, uno de los modelos -e incluso pick ups- que más tratamiento “black” recibió a lo largo de su vida: Dark Label y Black Edition en 2014 y 2016, respectivamente.

Esta Black Style comenzó como una variante “de lanzamiento” con un lote de unidades reservadas, pero fue tal el éxito que Volkswagen, ni lento ni perezoso, la empezó a ofrecer como una variante más apoyada en la Extreme. Ya hablaremos de su equipamiento, pero ahora toca hablar de cuál es el diferencial estético de esta variante: detalles negros brillante en la parrilla, en la zona de los antinieblas y en la barra deportiva y apliques en los espejos, estribos, protector de caja y paragolpes traseros negros (encandilados, de parabienes). A eso se le suman las llantas, que son las mismas que la Extreme (“Talca” de 20 pulgadas) aunque la gran diferencia es que son negras (brillantes); son la manera más fácil de distinguir esta variante y, también, algo que seguro imitarán varios pintando las suyas originales.

Por lo demás, es la misma Amarok que ya viste en la calle y en nuestras pruebas. Un look que evolucionó un montón con ligeros retoques a lo largo de sus diez años de vida. Se la ve sólida y realmente nos gusta, incluso la barra deportiva que a muchos puede no cerrarle. Para nosotros suma.

¿Y adentro? Casi lo mismo que te contamos de su exterior pasa cuando abrís las puertas. Los detalles distintivos son algunas piezas en negro brillante y después es la misma “ve seis”, con una calidad promedio con lo que ofrece el segmento: plásticos rígidos pero una muy buena presentación.