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Recorrimos casi 1.600 kilómetros a bordo del Volkswagen Taos: todo sobre los consumos

Segunda parte del operativo con el Volkswagen Taos, donde analizamos su comportamiento en sobre ripio, vados y te contamos cuánto combustible gastó en el recorrido.

Los primeros metros “urbanos” a bordo del Volkswagen Taos sirvieron para seguir poniendo a prueba la calibración de los resortes pero en ciudad. El pueblo cuenta con buena cantidad de calles asfaltadas pero también arterias de polvo y pronunciadas cunetas, algo que vino bien para evaluar el desempeño de los neumáticos, que no son de uso mixto pero sí están diseñados para todas las estaciones y con un dibujo que previene el desgaste irregular. Además, brindan un buen grip ya que en nuestras pruebas en el autódromo se detuvo de 100 a 0 en 40,4 metros.

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El plan del segundo día fue hacer algo más de ripio. Con Arena diagramamos una ruta mayormente orientada al sur para de a poco ir emprendiendo la vuelta a casa. Tras un desayuno con todos los protocolos hoteleros (qué momentos curiosos y bizarros nos dejó esta pandemia) conectamos android auto para retomar la marcha y arrancar la mañana bien arriba.

En materia de conectividad Volkswagen Taos tiene todo muy bien cubierto. Antes de la evolución a VW Play (estrenada en Nivus hace algunos meses), Volkswagen ya tenía un muy buen centro multimedia en materia de interfaz, conexiones y respuesta táctil. Ahora con el nuevo sistema las posibilidades y funciones son casi infinitas, porque el desarrollo permite hasta bajar aplicaciones desarrolladas para la ocasión -como audiolibros o servicios gastronómicos- para hacer más ameno el viaje. Lleva un poco de tiempo acostumbrarse pero el potencial es enorme. Todo está enmarcado en una pantalla de 10 pulgadas de impecable definición y con un montón de puertos de carga para todos: cuenta con tres tomas tipo C (de carga rápida) adelante (2) y atrás (1), cargador inalambrico y un paquete de ocho parlantes Beats que hace que Volkswagen Taos esté a la altura de un Obras de antaño.

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Con la música, los mapas y la panza en orden decidimos hacer un pequeño desvío hacia Los Reartes antes de comenzar la “bajada”. La idea fue hacer algunas fotos probando el vadeo de Volkswagen Taos y de paso conocer un poco más acerca de las raíces criollas del lugar, como por ejemplo la huella Comechingón donde se pueden apreciar algunos restos arqueológicos donde los aborígenes trituraban los frutos en cuencos rocosos. Allí también hay un “ranchito de oración” al Cura Brochero, la primera persona canonizada que nació y murió en Argentina.

Con el material almacenado en la tarjeta de memoria, desandamos nuestro camino y pusimos proa a Villa Yacanto uno de los tantos “tenés que conocer” que teníamos en nuestra lista. La yapa era el paso por Santa Mónica, de obligada asociación con el tramo que suele iniciar en Amboy del World Rally Championship.

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Fueron varios kilómetros por la ruta 5 que finalmente nos arrojó en Santa Mónica. Desde allí la 228 en un camino sinuoso, con curvas bastante cerradas y en constante trepada para poner a prueba el comportamiento de Taos a velocidades más elevadas. Con el esquema independiente y la atenta fiscalización de los controles, llegamos a Villa Yacanto sin mayores problemas y con unos curiosos +20 grados en pleno julio. 

Además, pudimos probar Taos en un camino en pobre estado y con el esfuerzo de hacerlo, de ida, en subida. Luego de las fotos de rigor y de pasar (y arrasar) por un puesto de venta de embutidos, retomamos la 5, circunvalamos Santa Rosa de Calamuchita y continuamos con el regreso. 

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Estos operativos casi express permiten poner a prueba (además de todo lo que venimos contando) el confort hecho y derecho de los vehículos. Son jornadas larguísimas de madrugar, manejar largas horas y, por si fuera poco, producir contenido para las redes, la edición print, el canal de videos y demás yerbas modernas de las que auto test participa activamente.

Por eso me parece interesante destacar del grueso apartado de confort de este producto fabricado en Argentina el climatizador, la butaca calefaccionada, la regulación del trono y todo el apartado multimedia que hicieron un bálsamo de esta oficina móvil durante dos días y más de 1.500 kilómetros. 

Para ser más precisos, cuando devolvimos la Volkswagen Taos en Pacheco el odómetro parcial acusaba 1.592,5 kilómetros. Durante ese recorrido, el consumo promedio que obtuvimos fue de 9,2 litros cada cien kilómetros. Claro que si querés conocer todas las cifras te invitamos a leer la prueba completa del Volkswagen Taos en su versión Highline, con toda la data sobre cuánto gasta, las prestaciones, el comportamiento y mucho más. 

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Con esta configuración queda claro que la moda SUV está en un gran momento. A fuerza de caucho, configuración de resortes y equipamiento tiramos a Volkswagen Taos en una variedad importante de caminos, superficies, temperaturas y hasta elevación y el producto fabricado en Pacheco aprobó sin mayores inconvenientes. 

Si a eso le sumamos la tecnología, la seguridad, la habitabilidad y el baúl, el resultado es un combo perfecto para una familia que necesita un vehículo para todos los días en circuitos laborales y escolares pero también para el fin de semana o las vacaciones, no importa cuál sea el destino.

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