Esto pasó en Indiana, Estados Unidos y muestra una enorme cadena de eventos desafortunados que arrancan con una bote Pavati que, según cuentan los que saben, es súper exclusivo y puede llegar a costar hasta 300.000 dólares. Por lo que se ve en las fotos, es tremenda nave.

Según los testigos el bote empezó a hundirse “sólo” y, nuevamente según los expertos, una vez que una embarcación empieza a hundirse, es muy difícil recuperarla en cualquier contexto. El dueño evidentemente no coincidió.

Ante esta situación, no tuvo mejor idea que llevar una Ford F-150 Raptor y un Jeep Wrangler y meterlos (!) en la laguna para intentar sacar la lancha antes de que se fuera a pique. Si bien no se ve dónde ni cómo terminan las “chatas”, imaginamos que, con el agua hasta donde se las ve, no pueden haber terminado muy bien.

Por lo que se puede ver en las fotos y en Instagram, el dueño del Pavati y de los dos vehículos en cuestión tiene en su cochera un Lamborghini Gallardo, un Audi R8 y otro Lamborghini, pero Huracán. Lo que evidentemente no tiene es sentido común.