Chevrolet Astra: ¿el mediano usado con mejor relación precio/producto?
Su acertado rediseño, la incorporación de la carrocería de cinco puertas, un posicionamiento de precios agresivo y una lograda relación precio-producto le dieron a esta versión del Astra el éxito que no tuvo la de 1998. Todo lo que tenés que saber sobre el clásico mediano de Chevrolet, en esta nota.
El Chevrolet Astra llegó a la Argentina en 1998 para achicar la brecha que existía para ese entonces entre el Corsa, auto chico y popular, y el más grande y lujoso Vectra, destinado a un público mucho más pretencioso. Apareció con un completo equipamiento tanto de confort como de seguridad y un buen comportamiento dinámico que no resignaba confort en ciudad. Sin embargo, quedó relegado por sus competidores de ese momento en un segmento liderado por el Megane, con el Focus y el Golf de referentes obligados.
Sin llegar a ser un éxito total, la cosa mejoró mucho cuando GM lanzó en 2003 esta versión renovada que heredaba las principales características del original. Si bien la plataforma era la misma, el profundo y acertado rediseño lo reposicionó en las ventas, aunque no llegó a desbancar al Mégane ni al Focus.
Sin embargo, uno de los principales motores del éxito fue la incorporación de la carrocería de cinco puertas (reemplazó a la poco exitosa de tres y pasó a ser la más vendida de la gama), seguido de una muy buena relación entre precio, producto y equipamiento.
Comparado con el Focus, el Astra muestra su buen valor de reventa. Las versiones “full” cuestan más gracias a un mejor equipamiento, pero al comparar los “base” el Focus vuelve a ser más caro. Esto indica que es un auto bien conceptuado, algo que nos confirman los agencieros. Sigue siendo buscado y es fácil de vender, con repuestos que no son especialmente baratos pero que están en el promedio para el segmento.
De las dos carrocerías, la que más se vendió por lejos es la de cinco puertas. El motor que más abunda es el 2.0 de 8 válvulas, y el equipamiento más común es el GL, seguido del GLS y por último el CD. La versión deportiva GSi no es fácil de encontrar.
LA GAMA
Con el restyling, el Astra incorporó la carrocería de cinco puertas y dejó en el camino la de tres. Las versiones podían ser GL, GLS y CD. Las dos primeras estaban disponibles en carrocerías de cuatro y cinco puertas. Tanto el GL como el GLS podían estar equipados con el motor naftero de 2 litros y 8 válvulas de 116 CV (de prestaciones normales pero alto consumo) o el nuevo turbodiesel de 2 litros, pero con 101 CV en lugar de los 82 CV originales gracias a un mayor soplido del turbo (comparte el mismo block que el anterior).
Esta potencia lo dejaba por encima de otros motores turbo, como los de los Golf, Focus y 307 (90 CV), y a la par del Mégane pero lejos del Fiat Stilo (115 CV). Sin deslumbrar, sus consumos son acordes a los Diesel del segmento. El motor 2.0/16v de 136 CV (buenas prestaciones y consumo promedio) quedó reservado en exclusiva para el CD, que sólo venía con carrocería de cinco puertas.
En 2005 regresó la versión deportiva GSi, pero esta vez sólo en carrocería de cinco puertas y con un nuevo motor naftero 2.4 de 150 CV. Es un impulsor potente y enérgico, pero gastador y no muy moderno. En 2006 se discontinuaron los CD y el motor Diesel, quedando únicamente el 2.0 de 116 CV y el mencionado 2.4. A esto se sumó la llegada del nuevo Vectra, con lo que el Astra se posicionó un poco más abajo en el catálogo de Chevrolet, perdiendo paulatinamente elementos de equipamiento.
LO QUE TIENE
GL: espejos eléctricos, asiento trasero 1/3-2/3, cinturones inerciales (5), apoyacabezas (4), levantavidrios eléctricos delanteros, cierre central a distancia, CD y aire acondicionado. A partir de 2006: doble airbag y alarma de luces encendidas
GLS: (GL+) faros regulables desde el interior, antiniebla delanteros y traseros, doble airbag, volante regulable en altura y profundidad, levantavidrios traseros, ABS (sólo hasta 2009), asiento de conductor regulable en altura, llantas de aleación de 15 pulgadas, espejo retrovisor antirreflejo, comando satelital de radio, climatizador automático, CD changer.
CD: (GLS+) limitador de velocidad programable, llantas de 16 pulgadas, cierre automático de puertas, airbags laterales delanteros, techo solar, computadora de a bordo.
GSI: (CD+) control de tracción, alerón trasero, spoilers en paragolpes y tapizados de cuero. No tiene: CD chager ni airbags laterales.
MOTORES
Motor | Potencia | Vel. máxima | Aceleración | Consumo |
2.0 8v | 116 CV | 193 km/h | 11,1 seg | 8,5 l/100 km |
2.0 16v | 136 CV | 201 km/h | 9,7 seg | 8,4 l/100 km |
2.0 DTi | 101 CV | 190 km/h | 12,5 seg | 6,20 l/100 km |
2.4 | 150 CV | 205 km/h | 9,5 seg | 9,1 l/100 km |
NO OLVIDES REVISAR
En el motor 2.0 de 16 válvulas pueden aparecer problemas luego de los 100.000 kilómetros en la junta del múltiple de escape. El múltiple es caro, no se repara y puede romperse si no se cambia la junta en mal estado.
La correa de distribución no es de las más duraderas. Se recomienda su cambio a más tardar a los 50.000 kilómetros en los de 8 válvulas, y a los 40.000 en los de 16.
Las pastillas de freno originales soportan un uso coherente hasta los 50.000 kilómetros. Chirridos prematuros en la frenada pueden indicar el uso de repuestos de segunda o maltrato en la conducción.
El tren delantero es robusto y aguantador. El primer fusible de deterioro son las bieletas. Estas piezas aportan estabilidad al sistema. Si están en mal estado no perjudican el confort ni la seguridad, pero hacen un ruido molesto.
En los Diesel es muy importante mantener limpio el filtro de aire y una buena circulación en el circuito de refrigeración para que el turbo no trabaje forzado ni se estropee.
Mantené un pulcro cuidado de las partes eléctricas, así como del sistema de arranque y encendido. Fallas prolongadas que no son solucionadas pueden afectar partes vitales y muy caras de la inyección, como la válvula paso a paso, la sonda lambda o la centralita.
La parte del radiador donde se une con el motor es de plástico, y suele rajarse y perder agua. Evitá los excesos de temperatura, no se trata de una pieza barata.
El embrague del Astra no trabaja con un cable sino a través de un mando hidráulico como el de los frenos y un bombín, que es lo primero que se deteriora, incluso antes que la placa y el disco. Una vez abierto el embrague (tarea por demás ardua) conviene cambiar todo a nuevo.
Periodista deportivo. Egresado de DeporTEA, en 2001. Ingresó en Motorpress Argentina en marzo de 2004 y desde entonces se dedica de lleno al mundo de los motores. Arrancó produciendo contenidos para los canales “Autos” y “TC 2000” del portal Terra Argentina y luego ocupó diferentes cargos en todas las publicaciones especializadas de la editorial: Auto Test, Auto Plus, La Moto, Transporte Mundial y Maxi Tuning.
Desde comienzos de 2018 es Content Manager del multimedio digital MotorDigitalPress.