Prueba de consumo Toyota Corolla Cross naftero vs híbrido: ¿cuál gasta menos?
Te contamos todos los valores de consumo del SUV más vendido de Toyota (y del mercado) en sus dos opciones de motorización. ¿Cuál es la mejor alternativa?
El Toyota Corolla Cross es el SUV más vendido del mercado argentino. No sólo supera a sus rivales de segmento, sino que también en los últimos meses quedó ubicado por encima de propuestas de segmento inferior como por ejemplo la Tracker nacional, que lidera su franja.
Una de las principales razones que podrían explicar el éxito del SUV mediano de Toyota tiene que ver con la dualidad de alternativas mecánicas, ya que el producto brasileño ofrece dos opciones de motor: naftero e híbrido.
En esta oportunidad se nos ocurrió, además de hacer la clásica prueba de consumo de un determinado modelo, analizar qué diferencia hay en el consumo de combustible entre el naftero (2.0 de 170 CV) y el HY (122 CV en conjunto) y contar las ventajas y desventajas de cada uno.
A la hora de los bloques, naturalmente son variantes que el Toyota Corolla Cross hereda de su hermano sedán, con el que comparte plataforma. El naftero se denomina Dynamic Force y es un cuatro cilindros con 2 litros de cilindrada y 170 CV sumado a un interesante torque (para un aspirado) de 200 Nm. La transmisión está a cargo de una caja CVT con diez marchas prefijadas que transmite la fuerza sólo al eje delantero (en mercados de afuera hay opciones 4×4).
Mientras tanto, por el lado del híbrido la dupla está conformada por un motor 1.8 de ciclo Atkinson que declara 98 CV, mientras que el impulsor eléctrico rinde 72 CV. Como ya explicamos en otra ocasión, las potencias no se suman porque los motores nunca entregarán su máximo esplendor al mismo tiempo, y por eso la marca declara 122 CV.
Consumos motor 2.0 naftero
Momento de hablar de los consumos del bloque 100% término. Nos sorprendieron (para bien) los valores a velocidades constantes, producto seguramente de la caja CVT, que relaja el motor a velocidades de autopista (a 130 km/h gira a 2.100 RPM). Así las cosas, el Toyota Corolla Cross naftero gasta a 100 y 130 km/h entre 5,1 y 8,5 litros cada cien kilómetros, algo que da como resultado una autonomía de 920 y 552 km respectivamente gracias a un tanque de 47 litros (podrían ser algunos más).
Por su parte, en ciudad esta mecánica muestra su costado más gastador, lógicamente. Registramos en promedio un valor por encima de los 13 litros, lo que da como resultado una autonomía circulando en la urbe de unos 360 kilómetros. En definitiva, un consumo más elevado del que nos hubiese gustado.
Consumos híbrido
Ya dijimos en ocasión de la prueba que una de las cartas del Toyota Corolla Cross híbrido es su consumo de combustible reducido en cualquier utilización. A velocidades constantes, a diferencia de lo que sucede con su hermano naftero el híbrido muestra su “peor” cara, con promedio de 5,7 litros cada cien kilómetros circulando a 100 km/h y picos de casi 10 litros a 130 km/h. Vale recordar que en ese ámbito es cuando el motor térmico está encendido prácticamente de manera constante. Para colmo, en el HY el tanque se reduce hasta 36 litros, con lo cual creemos que esta alternativa no es la idea para aquellos viajeros “non stoper”.
Claro que la contracara está en la ciudad, donde logramos con el Toyota Corolla Cross híbrido promedios de 5,1 litros “cada cien” en modo Eco, gracias a la recarga de las baterías en los procesos de desaceleración y frenada y a que el motor eléctrico minimiza el consumo de nafta en las arrancadas, que es uno de los momentos que más combustible demanda. La autonomía en ciudad, pese al diminuto tanque, es de 705 kilómetros, siempre de acuerdo al nivel de tráfico.
Como conclusión, aquellos que hagan muchos kilómetros en ciudad (con ocasionales salidas a la ruta) encontrarán el Toyota Corolla Cross híbrido como una alternativa ideal (encima en algunos distritos no paga patente). Sin embargo, si la idea es recorrer muchos kilómetros en ruta, nuestra sugerencia es que vayas por el naftero, que incluso se beneficia con un consumo inferior a velocidades constantes.