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Este sedán de Toyota recorrió más de 1,2 millones de km y está en un estado inmaculado

Su dueño actual lo compró en 1990. A pesar de las cifras en su odómetro, este Toyota se destaca por su funcionamiento y conservación. Conoce los detalles.

Sedan Toyota Tercel perfil

El mundo automotriz está lleno de historias sobre los autos y sus dueños. La de escocés Andy Campbell y su Toyota Tercel, con más de 1,2 millones de kilómetros no es una más.

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El compacto japonés en cuestión es marrón dorado. A simple vista parece un auto viejo, un recuerdo de la era de los cassettes y de una época en que las cámaras de retroceso eran solo un sueño de diseñador. Pero basta observarlo de cerca para descubrir una historia singular: este ejemplar de 1985 ya recorrió 1.253.070 kilómetros y sigue funcionando como si nada.

El odómetro apenas marca 253.070, pero le falta un dígito. Campbell tiene la prueba guardada en su guantera: fotografías tomadas en septiembre de 2017, cuando el contador pasó de 999.999 a 000.000. Desde entonces, cada kilómetro extra es una confirmación más de la resistencia del modelo y de la obsesión de su dueño por el mantenimiento.

Sedan Toyota Tercel kilometraje

El Toyota Tercel

Campbell compró el Tercel en Halifax alrededor de 1990. Pagó 2.500 dólares canadienses por un coche que ya tenía 125.000 kilómetros encima. Desde entonces, se convirtió en su vehículo de uso diario. Durante su vida laboral, recorrió al menos 120 kilómetros por día viajando desde su casa en Wyses Corner hasta Halifax. En la actualidad, ya retirado, lo utiliza para hacer repartos, y recorrer las Provincias Marítimas e incluso llegar hasta Terranova.

Sedan Toyota Tercel frente

A sus 82 años, el hombre asegura que nunca sacó el Toyota Tercel del Atlántico canadiense. Y aunque el coche podría llevar matrícula de clásico, Campbell rechaza esa idea porque limitaría su uso cotidiano.
«Si tengo que salir en medio de una tormenta de nieve e ir a Halifax, Elmsdale o donde sea, puedo ir con él«, explicó.

El secreto de este Toyota: mantenimiento constante

Con el paso de los años, casi todo en el vehículo fue reemplazado o reparado. Campbell se encarga personalmente de la mayor parte de las tareas, salvo la alineación delantera. Para ello cuenta con una reserva de piezas que ya ni Toyota consigue.

Detrás de su casa, tres Tercel montados sobre bloques le sirven como fuente de repuestos. «Parece basura y para la mayoría de la gente probablemente lo sea, pero para mí es oro«, afirma.

Sedan Toyota Tercel partes

La clave, reveló, es el mantenimiento regular: cambios de aceite, lubricación y protección anticorrosiva. Los Tercel tenían fama de ser propensos al óxido, pero Campbell encontró su receta: rellenar cada grieta con grasa. A eso se suma el beneficio de un garaje con calefacción. El resultado es un coche que, pese a los millones de kilómetros recorridos, luce y funciona impecable.

Una pasión insólita

Campbell no es un entusiasta de los autos ni un fanático de Toyota. Su vínculo con el Tercel es puramente práctico: fácil de mantener, económico y confiable en la nieve. «Todo el mundo puede adelantarme en la carretera, pero yo puedo adelantarlos en la gasolinera«, resume con una sonrisa.

Sedan Toyota Tercel trasera

En su garaje incluso tiene un «nuevo modelo«: otro Tercel, pero de 1986, al que recurre cuando el veterano ’85 necesita algún descanso. Y no está solo en esta afición: en Nueva Escocia hay al menos otros dos propietarios con Tercel de alto kilometraje, uno de ellos con más de un millón de kilómetros acumulados.

Campbell asegura que muchas veces la gente se detiene a fotografiar su coche y a contar anécdotas sobre Tercel que ya no existen. Algunos incluso le ofrecieron comprarlo, pero la respuesta es siempre la misma: «Ni hablar. No está a la venta ahora, ni la semana que viene, ni nunca. Puedes traerme un Cadillac, un Lincoln o un Rolls Royce, y no lo cambio. No lo quiero«.

Incluso, a sus 82 años eleva la vara y se propone llegar a los dos millones de kilómetros. No sabe si vivirá lo suficiente, pero cada día al volante de su inseparable Toyota Tercel lo acerca un poco más a ese objetivo.