Más allá del incremento en la potencia hay pocas novedades en cuanto a fierros, transmisión o asistentes. Prácticamente todo se mantiene inalterado respecto de su desempeño fuera del asfalto y eso es bueno.

Como buena Amarok automática (todas las V6 lo son), la tracción es integral y permanente 4Motion con balances de 40/60, 20/80 y 60/40 y una terna de diferenciales: delantero y central y trasero, este último con bloqueo manual. Y no, no incorporó ni incorporará una baja para estas cajas.

¿Por qué? La transmisión de ocho utiliza un convertidor de par (dos turbinas enfrentadas que impulsan aceite para generar movimiento) que permite aumentarlo al inicio de la marcha, lo que resulta en un aumento del peso de arrastre. Así reemplaza la relación de “baja” en la doble tracción.

Su funcionamiento es adaptativo. Toma en cuenta los parámetros de manejo de los últimos 3.000 kilómetros (forma de pisar el acelerador, RPM, tipos de camino, etc), los asimila y realiza los cambios según esa programación.

El bloqueo trasero está disponible mediante una tecla al costado del selector y se encarga de bloquear al 100% el diferencial de manera electromagnética. Lo mejor es activarla cuando las cosas se ponen ásperas, y hay que tener en cuenta que se desactivan todos los sistemas activos de seguridad.

Con todo ese combo, la Amarok tiene las siguientes capacidades: 28, 23 y 24 grados de ángulos (ataque, ventral y trasero), entre 49,7 y 51 dependiendo del lado, despeje de 25 centímetros y vadeo de 50. Lo que no pudimos confirmar es si con los estribos disminuye el ángulo central. A la hora del arrastre, los 3.200 kilos originales aumentaron a 3.500 kg.

Sí creemos que el caucho le puede jugar una mala pasada a la hora de la aventura ya que los neumáticos Bridgestone Dueler HP son específicos “para experimentar los más altos estándares de desempeño en camionetas sport”. Mas claro, echale barro.

Nuestra sugerencia para manejar la Amarok automática es que si pensas salir del asfalto aprietes la tecla Off Road para que la camioneta entienda que estás aventurándote al polvo (o cualquier superficie en cuestión) y se “adapte” a la circunstancia para entregar lo mejor de sus 580 Nm de torque.