Probamos el Fiat Pulse más deportivo y te contamos lo mejor y lo peor
Nos subimos a la primera variante SUV de la historia de Abarth. Nuestras impresiones a bordo del Fiat Pulse Abarth de 175 CV.
El Fiat Pulse Abarth es el primer modelo con el sello del escorpión desarrollado por y para Latinoamérica. Más adelante se sumarán otras siluetas (de hecho en Brasil ya se sumó el Fastback) pero al menos por el momento en Argentina tenemos solo al Pulse. He aquí nuestras primeras sensaciones a bordo de lo que también es el primer SUV de la familia Abarth.
Índice
Diferencias del Fiat Pulse Abarth
Este Abarth suma al Pulse civil calcos en la zona inferior, espejos rojos, llantas negras de 17” con tapa tipo monotuerca (no lo es) y un detalle en fibra de carbono en la zona del capot y un spoiler en la zona inferior trasera que le aportan mucha guerra. A priori pareciera algo sobrecargado para mi gusto pero el resultado es contundente y, sobre todo, un imán de miradas. Ah, el gris (Strato, para los amigos) que nos tocó en suerte le queda una pinturita, paradójicamente.
Adentro también hay un nivel de personalización interesante con un entorno oscurecido, detalles símil fibra de carbono que garpan y costuras y detalles en rojo. Además, el escorpión está por todos lados: según Fiat hay un total de ¡trece! Me gustó, tiene una buena percepción de calidad y no está sobrecargado.
El tablero es el que ya manejamos en otros modelos de Fiat como Toro: es la pantalla de 7 pulgadas personalizable aunque tiene otros “relojes” más adecuados a la temática deportiva que hasta incluye el manómetro del turbo como en su momento el 595. Con el correr de los días encontré poco confortable el apoyabrazos e incluso cuando abrí la tapa para guardar cosas, va rozando con las butacas, algo que me hace ruido. Y hablando de esa zona, un curioso easter egg que indica que ahí se guarda el…papel tissue (?).
Motor y prestaciones: ¿anda fuerte?
Es un Abarth. Y acelera fuerte. Me gustó mucho el resultado que lograron con todas las modificaciones y, sobre todo, la que nos compete en este apartado: la incorporación del motor 1.3 GSE de 175 CV cadenero que hemos manejado en Compass y Renegade. El T270 es una fruta noble que responde al pedido del pie derecho y eso se ve complementado por el ronroneo del escape que nos invita a acelerar el auto, algo que contados modelos pueden lograr.
Obviamente lo llevamos al Autódromo de la Ciudad y allí le hicimos las pruebas: los resultados fueron muy interesantes, con 8,8 segundos para el cero a cien y un kilómetro en 30,5 segundos que dejaron muy atrás al Renegade Trailhawk que se demoró más de 11.
La caja AT es de seis velocidades y tiene opción secuencial pero honestamente a esta altura las veo más de adorno que otra cosa salvo que uses el Abarth en un track day. Sí la noté algo perezosa en los kick down, donde la caja se tomó su tiempo para ubicar el cambio correcto.
¿Cómo se comporta?
En términos de comportamiento hay que hacer un chequeo de todo lo que se recalibró: pasaje de marchas (más rápidos y deportivos) y suspensiones (13 % más firmes, la delantera con nueva barra estabilizadora y la trasera 15 % más rígida) que redundan en un 10 % menos de rolido. Todo esto (y algunas cositas más que más adelante ampliaremos) da como resultado un Pulse Abarth que tranquilamente puede oficiar de daily para cualquiera porque es recontra ambivalente y se banca sin problemas los detonados caminos de nuestra región, una fórmula que creo que le puede cerrar a muchos.