Podio para el nuevo Peugeot 208 en el Master Test

El Peugeot 208 generó muchísimas expectativas para este Master Test. Por su condición de flamante, por las virtudes dinámicas de siempre de Peugeot, por su criticada motorización y por su gruesa lista de equipamiento, tanto de confort como de seguridad.

Para el Feline, tope de gama en la familia 208, Peugeot recurrió al histórico 1.6 de 115 CV con 15,5 kgm de torque disponibles a 5.000 rpm, que por su parte recibió algunos retoques hace algunos años. Está acompañado por una caja automática de seis velocidades de pasajes correctos y una opción secuencial, como en la mayoría de sus rivales.

Prueba del alce

Acá el Peugeot 208 fue inapelable y demostró que le sobra chasis para la potencia del motor. A pesar de contar con eje de torsión en el tren trasero, el nuevo producto argentino se paseó sin mayores sobresaltos por la zona de conos, con un destacado desempeño de la dirección, de extrema precisión y respuesta, que nos hizo ajustar los parámetros de maniobra desde la primera pasada hasta alcanzar la velocidad final.

Velocidad máxima: 71 km/h

Puntaje: 25/25

Test de slalom

Acá se notó el cierto divorcio entre la puesta a punto de la suspensión y el chasis con el comportamiento del impulsor, ya que a pesar de no ubicarse en el ranking, fue el que mejor sensaciones tradujo, nuevamente gracias a la impecable respuesta de la dirección. Claramente si PSA hubiese apostado un pleno a la gama de motores turboalimentados, creemos que el Peugeot 208 tiene todas las de ganar en performance.

Mejor tiempo: 14,2 segundos

Puntaje: 21/25

Frenada 100-0 km/h sin carga

Podio para el Peugeot 208 gracias a la correcta respuesta del combo discos ventilados adelante y tambores atrás, mientras que la conducta durante el frenado no manifestó puntos grises. Además, es el único del segmento en ofrecer freno autónomo de emergencia, un plus en seguridad que siempre es bienvenido.

Mejor distancia: 41,1 metros

Puntaje: 23/25

Frenada 100-0 km/h con carga

En la prueba con los 200 kilos extra la distancia de frenado del Peugeot 208 aumentó en valores razonables, mientras que las sensaciones de manejo fueron positivas, sin tendencia de pérdida de trayectoria y con un ABS que interviene solo cuando es necesario.

Mejor distancia: 43,3 metros

Puntaje: 23/25

Sobrepaso 80-120 km/h sin carga

Contrario a lo que podría pensarse por el propulsor doméstico, las cifras que arrojó el Racelogic le permitieron obtener otra medalla de bronce, aunque acá también jugó un papel importante la puesta a punto de la caja Aisin.

Mejor tiempo: 8,6 segundos

Puntaje: 23/25

Sobrepaso 80-120 km/h con carga

La carga fue un punto neurálgico en la maniobra de sobrepaso, ya que los valores del Peugeot 208 se incrementaron casi 3 segundos con respecto a la misma prueba con solo dos ocupantes, lo que hizo que cayera a la cuarta posición.

Mejor tiempo: 11,4 segundos

Puntaje: 22/25

Puntaje promedio de pruebas: 137/150

Puntaje boletín auto test (sobre 10)

Motor: 6,5

Transmisión: 7,5

Comportamiento dinámico: 10

Confort de marcha: 9,5

Prestaciones: 7,5

Consumo/Autonomía: 7,5

Dirección: 8,5

Equipamiento de seguridad: 10

Equipamiento de confort: 9

Multimedia/instrumental: 10

Calidad/terminación: 8,5

Posición de manejo: 7,5

Visibilidad: 8

Habitabilidad: 7

Baúl: 9

Subtotal: 126/150

RESULTADOS FINALES

Pruebas dinámicas: 137 puntos (150)

Boletín auto test: 126 (150)

Peugeot 208 Feline: Puntaje Master Test: 263/300

Puesto: 3°

Descripción de pruebas:

SLALOM

Consiste en el clásico esquive virando siempre de izquierda a derecha alternativamente. Se colocan 10 conos separados por 20 metros y se ingresa desde 0. No se frena en ningún momento y se va regulando el acelerador para evitar pérdida de trayectoria y, en el caso de los automáticos, retener el cambio, una acción para nada sencilla. En este caso, se comprueban la eficiencia de la tracción, la respuesta de la dirección, la torsión del chasis y la puesta a punto de los esquemas de suspensiones a la hora de exigir a cada vehículo.

PRUEBA DEL ALCE

Nacida en Suecia en los años ’70, se trata del clásico trayecto con conos que simula el esquive de un obstáculo en ruta de dos carriles. En el ejercicio, el vehículo debe cambiar de trayectoria en una distancia corta, poniendo a prueba la torsión del chasis ante una respuesta rápida sobre la dirección sin acelerar. La maniobra, medidas y disposición de los conos responden a la última actualización, la ISO-3888-2 (segunda edición), editada el 15 de marzo de 2011 en su país de origen, y se mide por velocidad de entrada al trayecto, que promedia entre 60 y 75 km/h.

FRENADO 100-0 KM/H (CON Y SIN CARGA)

Con partida detenida y dos ocupantes, piloto y copiloto, se acelera hasta los 100 km/h y se mantiene esa velocidad hasta ingresar a la hilera de conos, separados cada 10 metros. Allí se aplica un frenado firme hasta que el vehículo se detenga por completo. Nuestro equipo de medición lo hace fácil gracias a una función que indica el momento exacto cuando se alcanzan los 100 km/h mediante el GPS, y no tomando en cuenta la velocidad que marca el instrumental del auto. La misma prueba se realiza también con dos ocupantes en plazas traseras y el baúl cargado prácticamente a tope, lo que suma unos 200 kg de peso extra.

RECUPERACIÓN 80-120 KM/H (CON Y SIN CARGA)

Es la clásica maniobra de sobrepaso que se suele aplicar en plena ruta, por ejemplo, cuando se intenta adelantar a un camión. En este Master Test, cuatro autos en fila india circulan a 80 km/h con una distancia de unos 3 metros aproximadamente entre sí. El último coloca el guiño anticipando la maniobra y acelera a fondo en el carril contrario hasta superarlos y alcanzar los 120 km/h. De esta manera, se pone en juego la elasticidad del propulsor y la velocidad de las cajas automáticas (solo el Fiat Argo es manual) a la hora de rebajar una o dos marchas. Cuanto menor sea el tiempo que demora, mejor será su calificación.

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