Era la más lujosa pero fracasó: la pick up basada en una Ford que solo se mantuvo en producción por dos años
Te mostramos una particular pick up que causó mucha repercusión hace más de 20 años cuando se presentó por primera vez. ¿Por qué fracasó?
Hace poco más de 20 años se presentaba en el mercado norteamericano una de las pick ups más interesantes y polémicas que se hayan comercializado en aquella región. Fue también uno de los fracasos más grandes del último milenio ya que apenas duró dos años en producción.
La historia cuenta que a fines de la década del 90 y tras el éxito del Lincoln Navigator, la marca de lujo que pertenecía (y pertenece) a Ford decidió incursionar en el segmento de las pick ups de lujo con la Blackwood. El primer concept se presentó en el Salón de Detroit de 1999, donde tuvo gran aceptación por parte del público.
La idea era apuntar al usuario que ya tenía en su cochera una pick up para uso exigente (como una Ford F-150) y necesitaba un vehículo más confortable para uso diario, como podía ser un sedán.
Por eso la Blackwood tenía una particular configuración de caja de carga, donde el espacio tradicional estaba reemplazado por una especie de baúl con tapa de apertura eléctrica desde la llave o una tecla en el interior. Además, esa tapa se apoyaba en una puerta de doble hoja, como el sistema que tiene la Fiat Toro en la actualidad.
Toda esta configuración afectó desde sus inicios a la pick up de Lincoln por un problema de suministro con los proveedores para fabricar todo ese sistema que ninguna camioneta tenía en esa época. Por eso el inicio de producción de la Blackwood estuvo demorado.
La Lincoln Blackwood era, para decirlo en criollo, una F-150 rediseñada y más lujosa. Utilizaba el mismo chasis de la décima generación de la pick up de Ford, que se había presentado en 1997. Compartían esquema de suspensiones, salvo por los resortes en el eje trasero con el objetivo de brindar un mayor confort.
El modelo de producción casi no tenía diferencias con respecto al concept, salvo por las llantas, que pasaban de 19 a 18’’. La trompa era similar a la que tenía el Lincoln Navigator de primera generación, mientras que el resto de la silueta no podía disimular su herencia Ford.
El sector trasero era quizás lo más polémico de esta pick up porque los laterales y la cola estaban revestidos por un aplique imitación madera de color negro, que al parecer fue la inspiración para el nombre del modelo (Blackwood=madera negra).
El interior del espacio de carga de la pick up venía totalmente alfombrado y con un revestimiento en aluminio pulido. Además, contaba con iluminación LED, toda una paquetería para la época. Recordemos que estamos ante una pick up del 2002. Otra cosa para destacar era el volumen de carga, unos 740 litros, que la posicionaban por encima de lo que ofrecía un sedán de la marca como era en aquel entonces el Town Car.
Siguiendo adentro, la Blackwood tomaba del Navigator toda la plancha de a bordo, mientras que el instrumental era el de la Ford F-150. Había detalles que buscaban elevar la calidad percibida como los apliques imitación madera en todo el habitáculo, pero la realidad es que la presentación de algunos plásticos era mejorable y no estaba a la altura de una pick up que costaba el equivalente a 80.000 dólares en la actualidad.
Por su parte, los asientos contaban con una particular configuración de 2+2, es decir que atrás estaba habilitado únicamente para dos personas, con una gran consola central entre las butacas. Los asientos delanteros contaban con calefacción y ventilación, toda una novedad para la época.
El equipamiento incluía la presencia de tapizados de cuero, techo corredizo, equipo de audio Premium con reproductor de CD y pasacassette, climatizador automático, entre otros. Además, opcionalmente se podía equipar a la pick up con un navegador satelital que se apoyaba en una pantalla de 5’’ ubicada en parte inferior de la consola central. Si hablamos de seguridad, cuatro airbags de serie.
La Lincoln Blackwood estaba equipada con un motor V8 de 5,4 litros y unos 300 caballos de fuerza, que venía acompañado por una caja automática de cuatro marchas. La tracción era trasera y ahí estaba el otro punto criticado del modelo: una pick up de lujo carísima que no tenía tracción 4×4 como una F-150 o incluso el Lincoln Navigator, que tenía el mismo motor.
Esos puntos cuestionables de la pick up Blackwood marcaron un poco su destino. Lincoln pretendía fabricar unas 18.000 unidades para mantener cierta “exclusividad” pero finalmente se produjeron unas 3.300 unidades entre fines de 2001 y 2002, aunque en México se llegó a vender hasta 2003.
En Estados Unidos los especialistas se refirieron a la Blackwood como “uno de los diez vehículos que nunca debieron ser fabricados” o “uno de los veinte autos más inútiles de todos los tiempos”. Paradójicamente, hay quienes afirman que la Blackwood era una “camioneta adelantada a su tiempo”, sobre todo si consideramos que hoy en día hay versiones de ultra lujo de las pick ups full size de Ford, Chevrolet y RAM.