Historia del Gacel: se cumplen 39 años del primer Volkswagen fabricado en Argentina
El auto con el que la marca alemana inició su carrera industrial en nuestro país está de festejo. Repaso por sus diferentes etapas en el mercado argentino.
Un día como hoy pero de 1983, se lanzaba oficialmente al mercado argentino el Volkswagen Gacel, el primer modelo de la marca alemana fabricado íntegramente en Argentina. Producido en la planta bonaerense de San Justo, el Gacel tomó el lugar del veterano VW 1500 (de origen Dodge), que ya estaba prácticamente en retirada.
Si bien ya era un modelo conocido y exitoso en Brasil, donde se comercializaba bajo la denominación Voyage, a la Argentina llegó como el primer exponente de la familia BX, que luego ampliaría a comienzos de la década del 90 el Gol, pero esa es otra historia.
En su primera etapa el Volkswagen Gacel se ofrecía en dos alternativas: base y full (o GL y GS) con los motores AP de 1,6 y 1,8 litros respectivamente, acoplados a transmisiones manuales de cuatro y cinco velocidades.
Rápidamente el modelo fue aceptado por el usuario de clase media gracias a sus virtudes como el comportamiento dinámico en ruta (en detrimento de un andar algo áspero en la ciudad), la capacidad de frenado, su confiabilidad mecánica y una robustez estructural que demostró en los miles de kilómetros recorridos en los diferentes tests realizados por la prensa especializada de aquel momento.
Y pese a que en las primeras unidades el equipamiento podía resultar algo escaso, Volkswagen supo solucionar ese inconveniente con una variante presentada unos años más tarde que contaba con la presencia de un mejor tablero, llantas de aleación, espejos con comando interno, la mencionada caja de quinta, entre otros elementos que mejoraban notablemente el confort.
Para el 88, con la recordada unión de Volkswagen con Ford conocida como Autolatina, el Gacel recibe su primer rediseño estético con cambios notables principalmente en la trompa, que lo modernizaron y le permitieron mantener su popularidad dentro de un mercado con rivales competitivos, como el Renault 9, por solo nombrar un ejemplo.
Este rediseño incorporaba todavía mayor nivel de confort en el habitáculo con una renovada plancha de instrumentos, sumado a la presencia del volante de cuatro rayos similar al que utilizaba en Brasil el Gol GTI de primera generación. En el exterior se destacaba la presencia de llantas de aleación específicas y un pequeño deflector en la tapa del baúl.
Ya en la década del 90, el Volkswagen Gacel tuvo nuevamente otro rediseño, con un estilo que luego sería adoptado por el Senda. Se mantenían las versiones nafteras pero también debutaba el diésel 1.6 como novedad, que ofrecía economía de combustible pero con un equipamiento escaso.
En su última etapa el primer exponente nacional de Volkswagen se comercializó bajo la denominación Senda, ya con su último diseño y un planteo austero pensado para un público más masivo que buscaba un auto confiable con una mecánica noble, suspensiones robustas y un precio atractivo.
Cuando apareció el Gol, primero importado de Brasil y luego nacionalizado, el Senda perdió protagonismo en el mercado y finalmente fue discontinuado en 1996, sin reemplazo directo. En ese entonces tomó su lugar el Polo Classic (primero español y luego argentino), mientras que la silueta sedán del Gol regresaría a nuestro mercado recién en 2008, en ese caso con su denominación original: Voyage.