¿El rival más temido del Renault Twingo? Mirá este Ford Ka con más de 20 años y 13.000 km
Hoy nos encontramos con una unidad de uno de los autos más simpáticos que tuvo nuestro mercado a fines del 90.
La historia del Ford Ka en Argentina inició en 1997 cuando se lanzó la primera generación, cuyo desarrollo estuvo a cargo de la filial europea del óvalo, a diferencia de los modelos que siguieron. Aquella primera generación será quizás la más recordada por sus líneas simpáticas que cautivaron desde el primer momento y lo hicieron muy popular entre el público femenino.
En esta ocasión nos encontramos con una unidad de esa primera serie que, como ves en imágenes, luce impecable y con un estado pocas veces visto en un Ford Ka de primera generación. Es que durante mucho tiempo el Ka fue el caballito de batalla de la marca del óvalo y lógicamente se convirtió en el preferido de aquellos que buscaban el tan esperado “primer cero”.
En este caso, se trata de un nuevo hallazgo de la gente de @retrovintagephotos y es una unidad cuyo primer dueño cuidaba demasiado, algo que queda demostrado en el estado de toda la carrocería, sin la presencia del más mínimo detalle tanto en la chapa como la pintura. Incluso conserva las tazas plásticas que venían de fábrica, que por su diseño y características eran muy fáciles de robar y también de rayar contra algún cordón.
Otro detalle del auto es que acusa un kilometraje insólito para sus más de 20 años de antigüedad: 13.000 kilómetros, que son otra evidencia del estado que presenta este Ford Ka.
Volviendo a la historia del Ka, el modelo llegó importado desde Brasil en 1997 y estaba construído sobre la plataforma del Fiesta de aquella época, pero con un diseño mucho más audaz y simpático, inaugurando en nuestro mercado la corriente de diseño “New Edge” que luego llegaría a otros modelos de Ford como el Fiesta y el Focus.
Aquel primer Ka competía en el mismo segmento que, por ejemplo, el Renault Twingo, modelo con el que compartía esa propuesta de romper con los paradigmas de diseño tradicionales, aunque a diferencia del pequeño francés no se destacaba por el espacio interior, sino todo lo contrario, con plazas traseras poco aptas para adultos y un baúl bastante pequeño.
Sin embargo, la carta ganadora del Ka estaba en la puesta a punto de las suspensiones, que le permitían un andar confortable en la ciudad (sumado a la agilidad otorgada por sus compactas dimensiones) y al mismo tiempo un destacado comportamiento en la ruta, donde mostraba una destacada agilidad y una tenida direccional superior a la de muchos autos que pertenecían a un segmento superior.
A nivel mecánico, los primeros Ka utilizaban el motor 1.3 Endura del Fiesta, que con inyección multipunto y árbol de levas lateral entregaba 60 CV, potencia que en los papeles parecía escasa pero que gracias a los 900 kilos de peso le permitían al Ka moverse con soltura por el tránsito.
Tiempo después el Ka actualizaría su imagen incorporando algunas novedades como paragolpes pintados color carrocería y un motor 1.0 más moderno que el anterior 1.3, que rendía muy bien y además gastaba menos combustible que su antecesor. Con esta actualización también llegaría una inédita motorización 1.6 de 95 CV que convertía al Ford Ka en un auto muy divertido con cierto carácter deportivo e interesantes prestaciones.
Si hablamos de equipamiento, la primera generación del Ka llegó a ofrecer hasta airbag para el conductor, en una época donde los autos del segmento inferior estaban despojados de todo tipo de elementos de confort y seguridad. Un dato de color: el Ka fue el primer auto del mercado argentino en ofrecer CD de fábrica, y unos años más tarde fue el primer vehículo del mercado con MP3.
La primera generación del Ford Ka se mantuvo prácticamente sin cambios (aunque con el tiempo fue incorporando versiones especiales) hasta 2008, cuando Ford desarrolló exclusivamente para el Mercosur una segunda generación, que en realidad compartía plataforma con la primera pero con una importante evolución en materia de estilo y también de tamaño. De esta forma el Ka Mercosur se despegaba por primera vez del modelo europeo, que ese mismo año evolucionaba con una nueva generación desarrollada sobre la plataforma del Fiat 500.