Adiós al Ford Fiesta: repaso por las generaciones que se vendieron en Argentina
Ford oficializó el cese de producción de su modelo más pequeño y acá hacemos un repaso por todas las generaciones que se comercializaron en nuestro país. ¿Cuál te gustó más?
Finalmente, tras los rumores, se confirmó oficialmente que la producción del Ford Fiesta se detendrá a fines de junio próximo. De esta forma, el icónico “supermini” (así lo llaman en Europa) se despide del mercado tras 47 años de producción ininterrumpida y aproximadamente 20 millones de unidades comercializadas.
Actualmente, el Ford Fiesta (que ya va por su séptima generación, lanzada en 2019) se produce en la planta de Colonia, Alemania, donde se espera que la producción de vehículos eléctricos llegará a 1,2 millones de unidades en un período de seis años. Así las cosas, como era de esperarse, el compacto será reemplazado por varios modelos eléctricos, aunque con diferente silueta (seguramente SUV).
A lo largo de su historia se estima que se vendieron aproximadamente 16 millones de unidades del Fiesta desde su lanzamiento en 1976, que lo convierten en el tercer modelo más exitoso de Ford, por detrás del Escort y, lógicamente, la Serie F. Se fabricó en varios países del mundo como Reino Unido, Alemania, España, Brasil, Argentina, Venezuela, México, Taiwan, China y Sudáfrica y en nuestro mercado lo conocimos a partir de su tercera generación. A continuación, un breve repaso por todos los Fiesta que se vendieron en Argentina.
Índice
Tercera generación (1994)
El tercer cambio generacional del Ford Fiesta se denominó BE-13 y en Europa se lanzó a fines del 88. El auto estaba desarrollado sobre una nueva plataforma que le permitía evolucionar en varios aspectos y también saldar una deuda pendiente: incorporó la esperada carrocería de cinco puertas, que lo hacía más competitivo frente a sus rivales directos.
A la Argentina llegó importado de España y estaba disponible en un amplio abanico de opciones, con carrocerías de tres y cinco puertas y motores nafta y diésel. Las versiones más equipadas tenían un elevado nivel de equipamiento y la relación precio/producto era una de las mejores del segmento. En el mercado local competía contra 205, Clio, Corsa, entre otros.
Cuarta generación (1996)
Llegó unos meses más tarde que en Europa, en 1996, y si bien presentaba un gran cambio estético, la plataforma era la misma. Las dimensiones se mantenían frente a su antecesor, pero el nuevo diseño era un soplo de frescura para un auto que ya era un éxito en Europa.
Esta generación llegó a la Argentina importada de Brasil, también con motores nafta y diésel, manteniendo los atributos de siempre: equipamiento, confort de marcha y comportamiento general. Antes de su cambio generacional, tuvo un profundo rediseño frontal que lo emparentó con los cánones de diseño “New Edge” que había inaugurado en aquel entonces el Focus.
Quinta generación (2003)
Finalmente, en 2003 llegaba a nuestro mercado la quinta evolución del Ford Fiesta con un salto en materia de dimensiones notable, gracias a que adoptaba una plataforma renovada. También fabricada en Brasil, esta generación le permitiría a Ford desarrollar la Ecosport, el vehículo que inauguró el segmento de los SUV compactos.
Un par de años más tarde se presentaría la inédita versión sedán que se denominaba Max, y a diferencia de sus competidores tenía un diseño agradable con un tercer volumen bien integrado al resto de la silueta.
Cabe destacar que en esta generación el Fiesta pasó por varios lavados de cara exclusivos para el Mercosur: uno en 2008 que mejoró la calidad percibida y la presentación del interior, y por último otro en 2010 con un estilo “Kinetic Design”, la corriente de diseño de Ford de aquella época. Este último Fiesta se denominó One y convivió un tiempo con su sucesor, que se había lanzado ese mismo año.
Sexta generación (2010)
Fue sin dudas el salto generacional más importante que tuvo el Ford Fiesta en toda su trayectoria en Argentina. Cuando se presentó en 2010, elevó notablemente la vara de equipamiento de seguridad y confort y también las sensaciones de manejo, que eran dignas de un auto de segmento superior.
El Ford Fiesta de sexta generación recibió el nombre de “KD” (por Kinetic Design) y en principio llegó importado de México, algo que influía en la calidad ya que el auto tenía que cumplir los estándares de calidad de Estados Unidos, uno de los mercados más exigentes del mundo.
El Kinetic Design tuvo un rediseño en 2013 que significó el inicio de su producción en Brasil, y en ese momento Ford eligió traer una gama mixta de versiones brasileñas y mexicanas para abastecer la demanda de diferentes usuarios.
Finalmente, la historia del Fiesta en la región llegó a su fin en 2018, cuando la marca anunció que dejaría de fabricarlo en Brasil (ya no llegaba de México). Eso fue el puntapié inicial para que Ford dejara de producir autos en el Mercosur, ya que tres años más tarde, en 2021, anunciaba el cese de fabricación en Brasil de Ecosport y Ka.