En 1994, el dueño de un flamante Ferrari Mondial año 1987 reportó como robado su vehículo a la policía holandesa, pero el auto nunca apareció y la compañía de seguro cubrió los gastos.

Sin embargo, hace casi dos meses, una dotación de bomberos que estaba haciendo prácticas en un lago, advirtió la presencia de un extraño objeto rojo. Cuando descubrieron que era un automóvil, dieron aviso a las autoridades.

Luego de varios trámites burocráticos, el deportivo italiano fue sacado del agua, y luego de varias pruebas la policía descubrió que se trataba del mismo Ferrari desaparecido hacía ya casi 26 años, aunque no se pudo determinar cuánto tiempo pasó bajo el agua. Por las fotos difundidas por la policía de Holanda el auto se ve destruido y repleto de óxido.

Finalmente, luego de varios análisis por parte de los forenses, se determinó que no había ocurrido ningún crimen violento dentro del vehículo, por lo que se lo entregó a la compañía de seguros y la misma lo dejó en un depósito de chatarra.

A su vez, desde el depósito aseguraron que, si no aparece ningún coleccionista o algún museo dispuestos a comprar el auto para restaurarlo, lo iban a desarmar para venderlo por partes, ya que mucha gente estaría dispuesta a utilizar las piezas para hacer algún tipo de mueble, como usar el block del motor V8 de 270 CV (cuando era nuevo) para hacer una mesa, por ejemplo.