Un solo dueño en 50 años: mirá en qué estado se encuentra este Fiat 600
Es una unidad con algunos detalles pero que tiene un insólito kilometraje. Mirá el hallazgo de este particular Fiat 600.
El Fiat 600 pertenece a la ‘camada’ de autos fabricados en el país que hoy en día son considerados clásicos. Durante su producción, que duró poco más de dos décadas, el simpático Fiat logró seducir a los usuarios con diseño, versatilidad, confiabilidad mecánica y bajo costo de mantenimiento.
Como el 600 o ‘Fitito’ fue un auto masivo que supo pulular nuestras calles y rutas, en la actualidad, más de 40 años después de su discontinuación, no abundan unidades con bajo kilometraje, mucho menos que hayan estado en manos del mismo propietario desde que salieron del concesionario.
Pero ese es el caso del Fiat 600 que te mostramos en esta ocasión, gracias a una publicación de @volkshop_argentina, que compartió con sus seguidores este particular hallazgo. Se trata de una unidad que tiene la particularidad de ser ‘único dueño’ como se dice en la jerga de los usados.
El auto tiene algunos detalles para hacerle pero las fotos muestran un destacado estado de conservación, que se condice con el kilometraje: apenas 37.000 kilómetros recorridos para un vehículo del año 1974, nada menos que 50 años.
La historia del Fiat 600 en Argentina
La primera versión del Fiat 600 se mostró en 1955 en el Salón del Automóvil de Ginebra. Con su carrocería autoportante, dimensiones reducidas y un motor de bajo consumo de combustible, el auto llegaba para posicionarse como el medio de transporte ideal para la ciudad, gracias a su agilidad y el aprovechamiento del espacio.
En Argentina inició su carrera en 1960 cuando salió la primera unidad de la planta que Fiat tenía en Caseros. El 600 tuvo que salir a competir en un mercado donde los grandes sedanes americanos eran los protagonistas de las calles argentinas.
Desde el lanzamiento y hasta 1982 que finalizó su producción el Fiat 600 tuvo varias modificaciones externas y pasó por varios estilos, pero siempre manteniendo su esencia y la simpatía en sus líneas. La modificación más importante la sufrió en 1965 cuando se cambió el sistema de apertura de puertas “suicida” por uno convencional.
Por su parte, con el paso de los años aparecieron retoques en la parrilla y las ópticas delanteras, se cambiaron las baguetas y los embellecedores de la carrocería, paragolpes y el diseño de las tazas y llantas. Adentro, el instrumental y los tapizados también fueron parte de los cambios en cada línea.
El motor trasero tuvo algunas evoluciones con el paso de los años. A partir de 1962 y hasta el 66 el motor elevó su cilindrada de 633 cm3 a 767 cm3. Desde el 66 hasta el 70 los 600 recibieron la denominación E, conservando la potencia y la cilindrada del anterior. Luego llegaría el R con 797 cm3 y 38 CV (16 más que el original del 60) y por último el S, que tenía un motor de 843 cm3 pero reducía su potencia a 32 CV debido a que se reducía la compresión para utilizar nafta común.
Lo que fue continuo y sin sobresaltos en la carrera del Fiat 600 fue su éxito y en 1976 logró su récord de producción nacional, con 250.000 unidades producidas (en total se fabricaron unas 300.000 unidades en 22 años). Hasta hace unos días el 600 era el segundo Fiat más producido de la historia, pero un fenómeno llamado Cronos logró romper ese récord, dejando al querido Fitito en tercer lugar.
El museo del Fiat 600
El año pasado el municipio de Tres de Febrero inauguró el Museo del Fitito, un “espacio dedicado a uno de los autos más queridos e importantes de la industria nacional”: el Fiat 600. El museo también busca recordar su impacto en la localidad de Caseros y en todo el país y la iniciativa recibió hasta el apoyo de la propia Stellantis.
Los visitantes podrán apreciar anuncios publicitarios de la época, la vestimenta de los trabajadores y piezas mecánicas donadas por fanáticos y coleccionistas. Además, el museo cuenta con un sector especial donde los admiradores pueden dejar su recuerdo personal relacionado con el Fiat 600.
Pero si hablamos del museo, es un espacio conmemorativo que alberga una gran colección de imágenes de la planta de producción, cartas, documentos históricos y diversas versiones del Fiat 600.
Otro de los espacios para destacar del museo es un simulador que permite a los visitantes recorrer diferentes lugares a bordo del icónico Fitito. Se trata de una experiencia que remitirá a los fánaticos a aquellas épocas donde manejaban su propio Fiat 600.