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Contacto: así anda el nuevo Fiat Fastback

Nos subimos al nuevo ¿SUV? ¿crossover? de la marca italiana que se acaba de presentar al público en dos versiones con motor turbo y caja automática de seis velocidades. Entre otros, su fuerte es la habitabilidad.

Fueron varios los mensajes que nos dejaron en formato comentario o respuesta de story de Instagram con las apreciaciones del Fastback: más negativas que positivas. Debo reconocer que no soy un megafan (ni un megadetractor) de las siluetas de este estilo pero entiendo por dónde van las críticas. A todos ellos les puedo llevar tranquilidad con mi humilde punto de vista: en persona el Fastback es más apetecible que lo que habíamos visto en fotos.

Contacto Fiat Fastback

El Fiat es un auto llamativo y bien plantado y creo que la clave, por lo menos en nuestro mercado, es el calzado de 18” con un diseño muy rupturista -en línea con el auto- que llena más los pasarruedas algo flacos que veíamos en las primeras fotos que llegaban desde Brasil, donde se vende hace rato.

La demora, a título informativo, tuvo que ver con compromisos comerciales con otros modelos, según explicaron desde Fiat: o sea, más menos había que cumplir con plan de ahorro, y con una planificación que ahora es un poco más macro amén de la sinergia entre las múltiples marcas de Stellantis. Esto sumado a una coyuntura que por suerte “cambió para bien” (sic) en diciembre.

Pero hablemos del auto. Dentro de los más de veinte Fastback que había a disposición para la prensa e invitados solo dos eran Abarth y tuvimos la suerte de poder subirnos a ambas variantes: los beneficios de pertenecer. La primera jornada de manejo comprendía un extenso tramo uniendo Salta Capital con Cafayate en casi 200 kilómetros por todo tipo de caminos y escenarios. Al mejor estilo WRC la organización nos entregó un roadbook para seguir y llegar a destino aunque literalmente a los 400 metros varios integrantes del convoy empezaron a desperdigarse por los accesos con la red de seguridad que implica la navegación en el celular. La salida, a los pies del imponente monumento a Martin Miguel de Guemes, más salteño que la combinación rojinegra.

Muy mal navegado por el colega y amigo Federico Bossio, emprendimos nuestro derrotero por la Circunvalación hasta recaer en la 68 y allí poner proa a Cafayate. Lo primero que me sorprendió del Fastback es la brutal capacidad de baúl: uno espera que la habitabilidad y el almacenamiento se vean comprometidos por la caída del pilar C pero los 600 litros hacen que sea, por lo menos nominalmente, una invitación a dejar cosas.

Contacto Fiat Fastback 1

Lo segundo que me sorprendió, un poco más adelante en la ruta, fue que el indicador de combustible (digital) prácticamente no se movió pese a la conducción sinuosa que implicó la etapa por la Quebrada de las Conchas típica de montaña con curvas y contracurvas de todo tipo que atentan contra la eficiencia de los periplos.

Y hablando de orografía, no quiero dejar de mencionar el brutal paisaje que nos acompañó conforme ganábamos kilómetros y altura a lo largo de esta ruta que, algunos dicen, es la más hermosa del país: yo creo que varias le pueden pelear palmo a palmo pero lo discutimos en el streaming.

Contacto Fiat Fastback 3

Luego de una parada obligada en la zona del Anfiteatro y de la Garganta del Diablo (resultado de cascadas prehistóricas originadas por los periodos glaciales que moldearon la Quebrada) pasamos por más lugares increíbles como Tres Cruces, El Obelisco, Los Castillos y, mi favorita, El Sapo.

Fastback es un auto super rutero y el 1.3 despierta un poquito ese gen deportivo que llevamos dentro: desde el habitáculo escuchábamos la válvula de blow off haciendo de las suyas y debo reconocer que me cebaba un poco. A eso le sumamos la posibilidad de ir tirando cambios con las levas aunque también admito que me daba un poco de fiaca: con pisar y frenar estábamos bien.

Contacto Fiat Fastback 2

auto test revista digital

La música y nuestros dispositivos no generaron discordia porque teníamos carga inalámbrica y por cable además de conectividad al celu de quien manejaba con lo cual la multimedia y su respectiva energía no serán un incordio entre los pasajeros. Más allá de eso el interior tiene más esmero que sus hermanos, con apliques tipo cuero y costuras que denotan mayor esmero.

A la hora del comportamiento, una excelente dualidad para pasar los incomprensibles badenes que atraviesan la ruta y los detonados caminos de las ciudades y pueblos de nuestro país: qué bueno desarrollar productos en la región. Teníamos una ligera esperanza de encontrarnos una suspensión independiente trasera pero “no se pudo”.

Para sumarle un poquito de condimento, a mitad de camino realizamos una pequeña prueba de regularidad: el binomio Tonelli-Bossio, de nula experiencia alcanzó un encomiable quinto lugar.

El Abarth que tuvimos a la vuelta, camino al aeropuerto, repite buena parte de los conceptos vertidos hasta ahora aunque hay diferencia en los fierros: las llantas son más anchas, los neumáticos más adherentes y, en total, las ruedas son 6 % más livianas. La suspensión delantera tiene una geometría diferente, espirales 7 % más rígidos y amortiguadores 12 % en la misma línea. Atrás esos valores son 6 y 21 %, respectivamente. Además, el escape tiene un ronroneo hermoso y unas ventosidades entre cambios que amamos, al estilo Pulse Abarth. Calculo que el mix de ventas será 9 a 1 pero quien se lleve el Abarth estará definitivamente satisfecho. Sí me llamó la atención que no lo hayan puesto hecho más potente que el “no-Abarth” pero como decía la amiga oriental del súperno hubo un porqué”.

Me gustó el Fastback. Tengo la idea de que su cliente se verá atraído por su silueta pero lo terminará de convencer su andar, la potencia y la jugosa habitabilidad que tiene el modelo. Veremos cómo le va (la variante T270 estará en plan de ahorro) pero creo que si las ventas acompañan podríamos esperar alguna variante con el T200 ubicada por debajo de estas dos algo que, creo, podría capitalizar más ventas aunque al mismo tiempo quedaría peligrosamente cerca de Pulse.