Citroën e-Mehari: la recarga y sus limitaciones
La jornada había terminado con el Citroën e-Mehari estacionado en un supermercado, debidamente conectado para que a la mañana siguiente vuelva a buscarlo y esté lleno… Pero, la mala suerte y la poca pericia que tengo con los eléctricos, hicieron que no logre el objetivo.
Es así que no solo lo dejé 10 horas cargando, sino que decidí dejarlo cinco horas más, sólo por las dudas. Sin embargo, al llegar me encontré con una desagradable sorpresa. La batería, apenas había pasado de 8 a 20 por ciento.
Bronca, indignación y vergüenza al no saber qué hacer. Esta tecnología me superaba, y no encontraba respuesta ya que creí haber cumplido con todos los pasos necesarios para recargar el auto. Los mismos, están detallados en un video muy didáctico que elaboró Citroën para usuarios como yo:
Avergonzado, me contacté con Francois, quien me entregó las llaves del e-Mehari en la fábrica en Poissy. Como eran días del Salón del Automóvil, se encontraba trabajando allí, a pesar de ser un sábado. Y gracias a la divina fortuna, se encontraba con el jefe responsable del e-Mehari.
«¿Dónde lo dejaste cargando?», fue lo primero que me preguntó. Le respondí que en una estación de recarga pública, que tiene dos salidas de corriente. Lo que siguió me dejó más tranquilo: «Ah ok, entonces seguro que hubo otro eléctrico durante la noche o el día recargándose. En esos casos, la potencia que entregan es menor, y lleva más tiempo recargarla».
Aproveché ese consejo para pasar una noche más en Amiens, una ciudad que tiene la catedral gótica más grande de Europa, cuya construcción comenzó en 1220, y que tiene una altura de 42,30 metros.
Al día siguiente volví, y comprobé que la batería estaba completamente llena. En total, desde una toma hogareña de 10 amperios, le toma 13 horas recargarla por completo. Mucho tiempo. En tanto, si la toma es de 16, se reduce a 8 horas, pero será una del tipo pública, que cuentan con más potencia. Así el tiempo es más lógico, suponiendo que volvimos del trabajo a las 20hs, y lo dejamos recargando hasta las 7 de la mañana siguiente.
Esto quiere decir que los eléctricos no están preparados aun para ser aliados en viajes largos en ruta. Algo que ya habíamos comprobado con el Nissan Leaf en Barcelona, España, cuya autonomía de todos modos es más generosa.
Y menos el e-Mehari, que carece de una toma de recarga rápida, algo que sí tiene el Leaf, por ejemplo, y que seguramente sea solucionado para su próxima evolución. Otro tip a tener en cuenta, es que si se lo deja desenchufado de noche, la alarma le consumirá 10 o 15 por ciento de la batería, algo a lo que también influye la temperatura ambiente.
Con «el tanque lleno», emprendí el regreso a París, pero no quería dejar de conocer una nueva ciudad en esta aventura, por eso pasé la noche en Beauvais, a pocos kilómetros de la capital de Francia. Pero de eso les voy a contar en otra nota.