Así sería la versión 2026 de la coupé Chevy SS Serie 2
Le pedimos a la inteligencia artificial una versión actual del icónico modelo de Chevrolet de los años 70. A continuación, te lo mostramos, ¿Bancás?
Hay autos que tienen historia y que, pese a haber sido discontinuados, permanecen en el inconsciente del público «fierrero» con el deseo de volver a ser fabricados. Por ejemplo, la coupé Chevrolet Nova SS Serie 2, la «Chevy» para el mercado argentino. ¿Cómo sería en la era moderna?
En tiempos donde la Inteligencia Artificial (IA) cobra presencia en distintos ámbitos, en Auto Test decidimos aventurar -soñar- cómo sería el icónico modelo de la marca de General Motors (GM), que se comercializo desde 1969 hasta 1978 y que, además, dejó una huella marcada a fuego escribió hasta hace poco tiempo, en el Turismo Carretera.
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¿Cómo era la Chevy Serie 2?
La «Chevy» comenzó a venderse en Argentina el 16 de agosto de 1969, cuando Chevrolet trajo al país la tercera generación del Chevy II/Nova americano, un modelo surgido a partir de la necesidad de los autos «compactos» de los fabricantes tradicionales estadounidenses.
En la actualidad, pensar en una «nueva Chevy» implica necesariamente volver a ese ADN que la convirtió en leyenda. A diferencia del Chevrolet 400, que había marcado el inicio de la saga a nivel local, la Chevy supo destacarse por un planteo técnico y estético más ambicioso.
Aprovechando elementos mecánicos ya conocidos, este modelo de Chevrolet incorporó una suspensión trasera novedosa, un diseño con cola fastback y soluciones avanzadas para la época en materia de seguridad activa y pasiva, como el semi bastidor delantero, la columna de dirección colapsable y el doble circuito de frenos.
Su presentación oficial se había realizado en el Hostal del Lago de Palermo, con una única versión sedán de cuatro puertas, equipada con el motor seis cilindros de 230 pulgadas y caja manual de tres marchas con comando al volante.
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¿Cuándo llegó el modelo más recordado de Chevrolet?
El verdadero salto en términos de identidad llegaría poco después con la aparición de la Chevy SS. Presentado a fines de 1969 y comercializado desde 1970, esta versión incorporó el motor de 250 pulgadas cúbicas con 155 HP y una caja ZF de cuatro velocidades con palanca al piso.
A ese aspecto se sumaban detalles que reforzaban su carácter, como las butacas individuales, el techo vinílico y las falsas tomas de aire en el capot. No por casualidad, ese mismo año fue elegido Auto del Año por la prensa especializada argentina.
La llegada de la coupé Chevy SS, a fines de octubre de 1970, terminó de consolidar el mito. Con una configuración similar a la del SS cuatro puertas, sumaba elementos distintivos como las flaneras en las llantas ventiladas de 14 pulgadas. Desde General Motors Argentina, su entonces director Howard Vange destacaba el orgullo de presentar «nuestro primer dos puertas», mientras que el comunicado de la marca reforzaba el concepto de «La Gran Tentación», ya instalado en el público.
Ese espíritu trascendió la calle y llegó al automovilismo deportivo. El debut de la Chevy en el Turismo Carretera, con «El Nene» García Veiga, marcó el inicio de una relación histórica que derivó en 17 campeonatos y en una rivalidad eterna con el Ford Falcon. La gama siguió creciendo con versiones automáticas como la Chevromatic y la Chevromatic Deluxe, que aportaban una impronta más lujosa sin resignar identidad.
La Chevy de los años 70
El gran quiebre estético llegó en 1972 con la Serie 2. Frente a un volumen de ventas que no cumplía con las expectativas, el equipo de styling de GM propuso un giro radical. Se eliminaron elementos deportivos tradicionales y se apostó por una imagen más sofisticada y rupturista, con nuevas llantas, franjas laterales y una paleta de colores llamativa que terminó de fijar la personalidad del modelo.
Desde ese momento, la Serie 2 evolucionó con cambios mínimos hasta su versión final Opus en 1978, mientras que el resto de la gama también se reconfiguraba con nombres como Malibú y Súper.
El cierre de la planta de General Motors en Argentina en 1978 puso fin a la producción, pero no a la historia. La Chevy siguió viva en la música, en los clubes, en los encuentros y, sobre todo, en las pistas del Turismo Carretera. Por eso, imaginar hoy una nueva Chevy no es un ejercicio de nostalgia vacía, sino la reafirmación de un legado que nunca se apagó. ¿Regresará algún día?
