APG (Automotive Perfomance Group) es la empresa que se encargó de realizarle esta serie de modificaciones a una Ford Ranger. En Estados Unidos la pick up mediana no ofrece motores diésel, por lo que no puede equipar el 2.0 turbodiésel que conocemos y que evaluamos hace unos meses (ver prueba).

La marca del ovalo ofrece en Estados Unidos el mismo bloque que utiliza el Mustang y Focus R.S. Es el mismo 2.3 EcoBoost de cuatro cilindros, pero en la Ranger ofrece 270 CV y 420 Nm de torque. Mecánica que se asocia a una caja automática de 10 marchas. Partiendo de esta pick up naftera, APG diseña y fabrica en California un kit widebody de fibra de carbono.

El kit incluye cubiertas BF Goodrick All-Terrain T/A K02 diseñadas para el off road e incrementa el recorrido de la suspensión hasta un máximo de 318 mm (236 mm en la Ranger Raptor). El enfoque de APG busca acercarse al rendimiento de una auténtica Pro Runner. Además, en vez de incorporar los amortiguadores Fox Racing de las Raptor, utiliza unos King Shocks asociados a nuevos brazos de suspensión.