Accidente de Mario Meoni: ¿falló el blindaje o los sistemas de seguridad?

Cada vez que se produce un accidente automovilístico fatal de algún personaje –en este caso un funcionario– se lanzan miles de teorías respecto al siniestro en distintos medios televisivos y radiales. Me refiero al que sufrió hace unos días el ministro de Transporte de la Nación Mario Meoni en la Autovía 7 km 112 cuando viajaba para visitar a sus parientes y amigos.

Según trascendió entre quienes lo conocían acostumbraba a trasladarse todos los fines de semana tras una larga jornada de trabajo y manejando de noche. Esa misma fuente aseguraba que era un conductor responsable y experimentado que no aceptaba tener chofer en el auto oficial y que en general circulaba a velocidades elevadas rumbo a Junín.

El auto que conducía era un Ford Mondeo pero por razones desconocidas estaba blindado. Y este es un punto importante en el que nadie puso énfasis. Dependiendo del nivel de blindaje que haya tenido el Mondeo a su peso original se suman entre 100 y 300 kilos o más, lo que modifica su comportamiento y en especial las deformaciones de la estructura para el que fue concebido originalmente en el aspecto seguridad.

No es lo mismo chocar metido en una caja fuerte que hacerlo en un auto estudiado para proteger a sus ocupantes. Sin tener los resultados de los peritajes –que tampoco son demasiado confiables– que se realizaron tiempo más tarde del accidente, las teorías que escuché de los comunicadores fueron varias:

• a) fue por la escasa visibilidad ya que en ese momento llovía.
• b) se durmió o tuvo un desvanecimiento.
• c) un viento lateral lo desplazó hacia el guardrail.
• d) fue una falla mecánica.
• e) esquivó un auto que venía de frente. f
• f) fue víctima del “aquaplanning”. Entre todas estas remotas posibilidades, la más probable (y digo probable) es esta última. Considerando que sus conocidos lo consideraban como un conductor fiable pero velocista las “canaletas” que se forman en nuestras rutas suelen ser una trampa mortal, mucho más en un auto que no estaba en las mismas condiciones que un Mondeo de serie con las estrictas normas de seguridad con las que fue equipado. Por la simple razón de estar blindado todos los parámetros se modifican no solo por su excesivo peso que afecta a la maniobrabilidad y a la reacción dinámica ante una maniobra imprevista.

Cuando se produce el fenómeno del “aquaplanning” (lo he vivido en más de una ocasión) lo mejor es no acelerar, no frenar, llevar la dirección sutilmente con la punta de los dedos y esperar a que el tren de tracción (delantero o trasero) apoye con todo su peso sobre el asfalto y si es posible “subirse” a la lomada del asfalto para evitar transitar por el sector anegado…y rezar.

Las razones pueden haber sido otras pero adhiero a ésta como la más probable. El peritaje redactará el informe oficial y será el que quedará en los archivos.