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El accidentado paso de Fiat por el segmento mediano: ¿por qué no tuvo éxito?

Durante los últimos 30 años la marca italiana fracasó en prácticamente todos sus intentos de meterse en el segmento C.

A lo largo de la historia existieron marcas que nunca lograron posicionar uno de sus modelos en un determinado segmento del mercado en nuestro país. Y quizás el ejemplo más conocido y mencionado de este fenómeno sea Fiat y su errático paso por el segmento C, desde los 90 hasta incluso unos cuatro años atrás.

Fiat-Bravo-Trompa-3

La realidad es que en los últimos 30 años, Fiat siempre mostró su intención de meterse en esta franja del mercado que hoy parece haber sido olvidada por la mayoría. Sin embargo, si bien demostró en reiteradas ocasiones que puede desarrollar y fabricar un producto para pelear en ese segmento con destacados atributos, su imagen de auto popular (que incluso en la actualidad sigue “padeciendo”) la apartó del éxito y todos esos intentos resultaron en fracasos.

Pero para hablar un poco más sobre este suceso es necesario remitirnos a principios de los 90, cuando en Argentina la por entonces Sevel lanzaba el Fiat Tempra y, unos meses más tarde, el Tipo. Se trataba de una familia de exponentes para el segmento medio (sedán y hatch), que apuntaba directamente al exitoso Renault 19.

Fiat Tempra

El producto en sí era muy bueno, sobre todo el Tempra, que supo ofrecer versiones con un elevado nivel de confort para competir frente a frente con rivales de mucho prestigio. No obstante, seguramente los más grandes recordarán que por aquel entonces dentro del grupo Sevel, Peugeot contaba con una imagen más prestigiosa que Fiat y eso claramente se vio en las ventas y el éxito de ambas marcas y sus respectivos modelos.

A fines del 90, ya con Sevel disuelta como fusión automotriz, Fiat volvió a dar el batacazo con la familia Bravo/Brava/Marea. Con una amplia gama de siluetas que incluyó hatch, sedán, rural y hasta un tres puertas con tintes deportivos (HGT), la marca italiana intentaba una vez más meterse en un terreno que le costaba transitar. Lamentablemente, el mercado sentenció al fracaso a esos modelos, que tenían incluso más atributos que Tempra y Tipo. Basta con salir a la calle o navegar en las páginas de autos usados para darse cuenta que no abundan unidades de estos exponentes, que en su momento no estaban a la alcance de todos y ahora, como se dice en la jerga “te los tiran por la cabeza”.

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Fiat Brava

Siguiendo con el recorrido llegamos al año 2003, cuando se presentó en Argentina el Fiat Stilo. Fabricado en Brasil, en principio se ofrecía con dos motorizaciones (1.8 16v y 1.9 turbodiésel) y la posibilidad de contar con una extensa lista de opcionales al estilo de la marca, que posicionaban al modelo como uno de los más equipados del segmento C.

Lógicamente es prácticamente imposible encontrar un Stilo en el mercado de usados con todo ese nivel de dotación, pero la realidad es que el auto tenía todo para ser un éxito y una vez más esa imagen de marca de auto popular le impidió posicionarse y ganar participación frente a los clásicos Astra, Focus, 307 y Golf.

Fiat Stilo

A fines de 2009, tras el éxito del Punto, la marca aprovechó la oportunidad para desarrollar un sedán sobre esa arquitectura para posicionarlo en la entrada del segmento C, donde en aquella época habían quedado Astra, Focus de primera generación y Bora, entre otros. Ese auto se llamó Linea y con una planta impulsora de origen Fiat fabricada en el país, sumado a buenos niveles de comodidad y equipamiento no logró su cometido a pesar de que tanto en la teoría como en la práctica era un producto con atributos para estar a la altura de la competencia.

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En paralelo con el Linea, al país llegó importado de Italia (y con mucha demora) el Bravo de nueva generación, que buscaba revancha tras el paso en falso de su antecesor. Importado de Italia, el exponente del segmento C elevaba la vara en materia de diseño, tecnología, equipamiento y motorización, ya que ofrecía dos bloques que descollaban en modernidad y eficiencia para la época.

Fiat Bravo Trompa

Sin embargo, como mencionamos al comienzo el modelo llegó tarde a nuestro mercado, ya que en Brasil había debutado unos años antes, incluso fabricado en ese país. A la Argentina llegó importado de Italia y por eso estaba afectado por el 35% de arancel, algo que lo ponía en jaque frente a sus rivales producidos en la región. En síntesis, un muy buen producto pero que tampoco logró tener éxito y por eso también el usuario desconfía por su confiabilidad y disponibilidad de repuestos.

Llegamos así al último intento de Fiat por ofrecer un modelo para competir en un segmento más allá del B. En 2018 la marca presentaba una gama importada donde estaba el nuevo Tipo, un vehículo que por dimensiones estaba entre un compacto y un mediano.

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Fiat tipo

Si bien en Europa se ofrecía (y todavía se ofrece) con carrocerías hatch y rural, a nuestro país únicamente llegó el sedán importado desde Turquía, con un motor de escasa potencia y dos niveles de equipamiento. Su origen extrazona se notaba en la calidad de armado y su comportamiento, pero más allá de la historia de Fiat en este segmento, el motor 1.6 de 110 CV claramente no estaba a la altura del producto. Además, de alguna manera se “canibalizó” con el Cronos nacional, que también en esa época salía al mercado aunque con niveles de calidad y equipamiento inferiores.