5 razones para comprar un Toyota Yaris: por qué es una de las opciones más buscadas del segmento
Analizamos uno de los modelos más vendidos de Toyota en el mercado local y sus principales atributos. ¿En qué aspectos es mejor que sus rivales?
En mayo el Toyota Yaris fue el vehículo más patentado del mercado argentino, con 3.457 unidades (aunque si contamos por familia de modelos gana Argo/Cronos). En lo que va del año el compacto de Toyota lleva 12.702 matriculaciones, que también lo convierten en un verdadero ‘best seller’.
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¿Pero por qué es tan elegido? En auto test hicimos nuestro propio análisis con las razones que explican el éxito de un modelo que no sobresale en ningún aspecto, pero que en el balance final reúne todas las condiciones para ser una buena opción de compra en el mercado de vehículos cero kilómetro.
Vamos a mencionar todos los puntos por orden de prioridad (para nosotros). Y el primero creo que tiene que ver con el valor de reventa y la imagen de marca que Toyota supo construir en los últimos años en nuestro mercado. Hoy comprar un Toyota Yaris es, como se dice, un cheque al portador y eso para muchos es importante a la hora de elegir su próximo auto.
Además, este año la marca lanzó una propuesta que permite extender la garantía de todos sus modelos hasta 10 años o 200.000 kilómetros. Esto no solo es válido para vehículos nuevos, sino también para los usados patentados desde enero del 2020 en adelante.
Otro aspecto importante a la hora de elegir un Toyota Yaris tiene que ver con la seguridad: es el único del segmento B que viene equipado de serie con siete bolsas de aire, que se suman a los controles de tracción y estabilidad y al asistente de arranque en pendientes, todos ítems exigidos por ley. Además, cabe mencionar que las versiones más equipadas de la gama ya incluyen algunos ADAS (ayudas a la conducción) como alerta de colisión y de cambio de carril. Podría sumar algunas más como el centrado en el carril o el control de velocidad crucero adaptativo para ser un verdadero 10.
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Respecto del motor, el Toyota Yaris no presenta ninguna innovación bajo el capot y eso para algunos será un plus. Allí tiene el 1.5 aspirado de cuatro cilindros que desarrolla 107 CV y 140 Nm de torque. Hace tiempo que Toyota eliminó de la oferta la caja manual, con lo cual todas las versiones vienen con una caja automática del tipo CVT, que se destaca por su suavidad pero no precisamente por entregar buenas prestaciones. De hecho las aceleraciones del Yaris no sorprenderán a nadie, con casi 12 segundos para alcanzar los 100 km/h con partida detenida.
Lo bueno del Yaris más allá de cierta antigüedad de su impulsor son los consumos. A velocidades constantes de 100 y 130 km/h el modelo de Toyota gasta entre 5,7 y 7,6 litros cada cien kilómetros, respectivamente. Eso da como resultado autonomías de 737 y 532 kilómetros, producto de un tanque pequeño de 42 litros (algunos rivales llegan hasta 50).
En el uso urbano los consumos tampoco se disparan demasiado y nosostros registramos unos 9,5 litros cada cien kilómetros, que da como resultado 442 kilómetros de autonomía.
El espacio interior y la comodidad a bordo es otro punto que puede ser una razón de compra del Yaris. Con 2,55 metros de distancia entre ejes (la misma que varios rivales como Onix o Citroën C3), el espacio trasero alcanza para que un adulto viaje allí sin complicaciones. Además, el asiento tiene el mullido justo para hacer el viaje más confortable.
Por último, no queríamos dejar de mencionar el comportamiento general del Toyota Yaris. Su plataforma y puesta a punto de suspensiones están orientadas a nuestra región y por eso encontramos una gran robustez de todo el conjunto, pero eso no es todo porque el Yaris es de los pocos modelos que logra un buen balance entre confort de marcha en la ciudad y desempeño dinámico en ruta o autopista, es decir a velocidades constantes.
Por supuesto que no todas son buenas y hay puntos mejorables en el Toyota Yaris como por ejemplo la posición de manejo (el volante solo regula en altura) y todo lo relacionado al sistema multimedia y el tablero, que presentan un diseño muy anticuado y con una interfaz poco intuitiva en el caso de la pantalla central, que además es la más chica de este segmento (6,8’’). También podríamos poner en este apartado la falta de reacción del motor, que lógicamente no descolla en prestaciones ni sensaciones como las que puede entregar un bloque turboalimentado.