25 años tapada de polvo y telarañas: la increíble historia de esta Renault Fuego GTA Max
En esta oportunidad te mostramos una Renault Fuego que estuvo guardada durante 25 años y ahora será puesta en condiciones nuevamente. ¡Mirá en qué estado se encontraba!
Hay ciertos autos que calaron hondo en los más fierreros y uno de esos fue la coupé Renault Fuego. El histórico modelo que llegó a nuestro país a mediados del 80 y cautivó al público con sus líneas deportivas ahora es considerado por muchos como una verdadera pieza de historia para la industria automotriz nacional.
Es por eso que cuando hay hallazgos como este merecen la pena prestarles atención. Según pudimos saber, nuestros seguidores de @retrovintagephotos subieron hace unos meses a su página (que te recomendamos visitar para conocer muchas más historias como esta) una Renault Fuego GTA Max que llamó nuestra atención.
“Por motivos personales, el ex dueño la dejó guardada en 1995 y hasta hace algunos días que fue rescatada para darle todo el cariño necesario. 25 años de polvo, tierra y telas de araña”, resalta la descripción de la publicación.
El contenido no es apto para sensibles ya que la pobre Fuego quedó en un evidente estado de abandono durante el tiempo que estuvo guardada. Esperamos que hayan podido regresarla a la vida en estos meses que pasaron, ya que la publicación es de septiembre del año pasado.
No tenemos más datos de esta unidad en particular, como su kilometraje, pero por lo que se aprecia en las imágenes, más allá de la suciedad acumulada, la Renault Fuego luce muy cuidada y sin detalles de uso excesivo.
Renault Fuego: una coupé que marcó una época en Argentina
La década de los 80 fue un periodo de grandes cambios para la industria automotriz argentina. En un contexto de apertura de importaciones y mayor competitividad en el mercado local, las terminales radicadas en el país se vieron obligadas a renovar su oferta de productos para satisfacer las demandas de un público cada vez más exigente.
En este escenario, Renault realizó una importante inversión en su fábrica de Santa Isabel para renovar la línea de producción y lanzar nuevos modelos al mercado argentino. Uno de ellos fue la Renault Fuego, una coupé que debutó en el país en julio de 1982, dos años después de su presentación en Europa.
La Fuego compartía plataforma y diversos componentes con el Renault 18 y se sumaba a la línea de montaje del centro industrial cordobés, que en ese momento se encontraba retirando a una verdadera eminencia para nuestra industria como lo fue el Torino.
La versión inicial de la Renault Fuego en Argentina fue la GTX, que utilizaba un motor 2 litros similar al del Renault 18 pero con algunas modificaciones que permitieron incrementar la potencia a 103 CV sin comprometer el consumo de combustible. En cuanto a su diseño, la Fuego heredaba la plancha de a bordo del sedán del cual derivaba, pero se diferenciaba en detalles como el volante y las butacas tipo “pétalo”, que aseguraban una correcta sujeción lateral.
Con el tiempo, la Renault Fuego se fue consolidando en el mercado y sumando equipamiento. En 1987, sus prestaciones se incrementaron con la llegada del motor J6T con 2,2 litros de cilindrada que entregaba 116 CV, permitiendo a la coupé alcanzar una velocidad máxima de 193 km/h y acelerar de cero a cien en 9 segundos.
En 1988, la Renault Fuego recibiría una importante actualización estética con la versión GTA. La coupé presentaba nuevos paragolpes, zócalos y molduras en color carrocería, así como también faros traseros oscurecidos. Estas novedades contribuyeron a consolidar el liderazgo de la Renault Fuego en su segmento en Argentina.
La Renault Fuego continuó evolucionando en los años siguientes, y en la década del 90 llegó la versión GTA Max, que incrementaba la potencia del motor hasta los 123 CV, acercándose a los 200 km/h de velocidad máxima. La variante también presentaba cambios estéticos y novedades en el interior, como un nuevo volante de mayor grip.
Finalmente, en septiembre de 1992, la producción de la Renault Fuego llegó a su fin, luego de alcanzar las 19.952 unidades fabricadas. La coupé había logrado un gran éxito comercial y deportivo en Argentina, marcando a fuego -valga la redundancia- la historia de la industria automotriz del país.