¿La mejor Renault Fuego de Argentina? Encontramos una unidad que vale la pena conocer
Durante varios años la Renault Fuego fue un verdadero objeto de deseo para miles de argentinos. En esta ocasión te mostramos uno de los mejores ejemplares del país, con un kilometraje y estado únicos.
La Renault Fuego es un vehículo que indiscutiblemente se ganó un lugar en la historia argentina. Forma parte de la camada de exponentes fabricados por la marca del rombo en la planta cordobesa de Santa Isabel, que al día de hoy tiene más de 65 años. Ayer, un propietario de una de las mejores unidades del país nos envió fotos de su Fuego, con un estado y kilometraje que sorprenderán a más de uno.
Victor Arrigoni, orgulloso propietario de esta Renault Fuego GTA, cuenta: “Es una Fuego GTA 1990, tiene 20.200 kilómetros de fábrica y está toda original. Fue seleccionada por Renault Argentina para la caravana de los 50 años de la planta Santa Isabel en 2005 y para los 65 años también. Participó en Expoauto Argentina y salió como protagonista en el programa Old Timer”.
El estado de la Renault Fuego llama mucho la atención porque luce como si estuviera exhibida en un salón de ventas, tal como lo hacía hace más de 30 años cuando era un vehículo cero kilómetro. Incluso en el interior se ven detalles como el estéreo original y ninguna de las piezas presenta desgaste (claro, tiene apenas 20.000 km).
Particularmente esta versión GTA es de las últimas que se fabricaron de la Renault Fuego, ya que se dejó de producir en el centro industrial de Santa Isabel en 1993. No quedan dudas de que fue un verdadero objeto de deseo para muchos, algo que tal vez era provocado en igual medida por su principal rival, la coupé Ford Sierra XR4.
Breve historia de la Renault Fuego en Argentina
La Fuego inició su producción en nuestro país en 1982, un año después de que arribaron las primeras unidades importadas de Francia. Compartía plataforma y mecánica con el Renault 18 y en principio se ofrecía con un motor 2.0 de cuatro cilindros con 99 CV, que para algunos resultaban algo escasos. A diferencia de la coupé Sierra, la Fuego tenía tracción delantera.
Mientras su producción en Europa había finalizado en 1985, en 1988 la Renault Fuego argentina presentaba una nueva versión GTX con motor 2.2 que le permitía entregar 116 CV y un torque de 18,6 kgm. La transmisión estaba a cargo de una caja manual de cinco velocidades y también presentaba como novedad los frenos a disco en las cuatro ruedas.
Llegamos así a fines del 88 cuando finalmente aparecía en escena la Renault Fuego GTA, que venía a reemplazar a la GTX. Más allá del cambio en la denominación de esta versión, la Fuego adoptaba un sutil rediseño estético que la actualizaba y le daba un aspecto más moderno.
El restyling incluía una pasada en limpio para la trompa y la cola, la incorporación de molduras laterales de color carrocería, sumado a la presencia de nuevas llantas de aleación y espejos y faros traseros rediseñados. Los cambios le sentaron bien y le permitieron encarar los últimos años de vida comercial en nuestro país.
En el habitáculo no presentaba grandes cambios (había modificado el tablero en la serie anterior), más allá de las butacas de nuevo diseño tapizadas en tela (el cuero era opcional). Dentro del equipamiento se destacaba la presencia de apertura a distancia de puertas con telecomando infrarrojo, computadora de a bordo y comando satelital del equipo de audio.
En el ámbito deportivo y de la mano de Juan María Traverso, la Renault Fuego se consagró con varios campeonatos de TC2000. Para aprovechar este éxito, la marca francesa lanzó al mercado en 1991 la recordada versión GTA Max, que traía algunas novedades estéticas como el alerón trasero y un nuevo volante de tres rayos.
Sin embargo, el principal diferencial estaba bajo el capot, ya que el motor 2.2 pasaba a entregar 123 CV, gracias a un nuevo diseño en la leva, que también se traducía en mejoras para las prestaciones y los consumos.