Puertas adentro el Etios parece que viene de otro planeta: todo está ubicado en el centro con una leve orientación hacia el conductor, incluso el instrumental, muy criticado por los propios usuarios.

Su ubicación, a nuestro juicio, no es la adecuada, ya que dificulta su lectura y no colabora en la seguridad al tener que quitar por completo la visión del trayecto. Sin embargo, su concepción 100% digital y la cantidad de información, funciones y gráficos para alentar a un manejo “verde” y medir los consumos son de primer nivel.

El equipo multimedia es de 7 pulgadas debido a que no cuenta con comandos: todo es táctil, lo cual no siempre es factible que haga caso omiso a nuestro índice. Idéntica cantidad de puertos y conexiones que su contendiente, aunque hace la diferencia con el HDMI.

El espacio ofrecido en las plazas traseras por el pequeño Toyota es más que bienvenido. Con idéntico conductor y posición de manejo plasmada en la butaca principal, la distancia para las piernas es notoria al igual que a lo alto, debido a la terminación progresiva del techo (el gol tiene un marcado declive), lo que permite a dos adultos promedio viajar sin problemas. Otro punto a favor para el nipón: eliminó el falso túnel de transmisión, facilitando espacio a quien se ubique en la plaza central.

La lupa también la centramos en el baúl. Claro que existe una variante sedán con mayor capacidad, de hasta 562 litros, el cual a la vista nos pareció levemente superior debido a que la boca de carga es más baja en este cinco puertas, pero los papeles informan que esta versión cuenta con una capacidad de 270 litros.

Con respecto a seguridad, el Etios, tanto el control de estabilidad –Toyota lo denomina VSC– como el de tracción y el asistente de partida en pendiente están disponibles en toda la paleta de versiones, ya sean hatch o sedán. Incluso aporta mayor seguridad con el EBD (distribución electrónica de frenado), un ítem que no fue incorporado en varios modelos de este segmento, que presentan solo el ABS. Hay que decirlo: la terminal con base en Zárate ofrece el ESP en todos los productos a la venta en el mercado local. Para imitar.

Encontramos un comportamiento meramente equilibrado, con una puesta a punto más urbana de las suspensiones y un despeje respecto del suelo levemente mayor. Es aquí donde se luce menos copiador, con un tren trasero más “light”, y confortable. Sin embargo, esta concepción no le quita mérito a las escapadas en ruta, donde se lo muestra firme, con inclinaciones más pronunciadas en curvas rápidas, pero siempre con la seguridad del ESP resguardándonos y que es bastante permisivo.

La encargada de exprimir este “uno-cinco” entrega cambios de marcha extensos a causa de la cantidad de velocidad y con una cuarta ¡larguísima! que permite crucerear a 130 km/h apenas a 2.400 vueltas. No tiene la opción secuencial “+/-” del golcito pero se desenvuelve bastante bien en la ciudad teniendo en cuenta sus años, sin sobresaltos entre cambio y cambio, y con un patinamiento mínimo si no se lo apura.