Test Drive Kia Carnival SX

 Presentación

MARCA: kia

MODELO: carnival sx

La Kia Carnival es un mundo aparte en todo sentido. Se trata de un vehículo casi de nicho, con características que con el correr de los años se vuelven mejores (salvo el precio) y con un cliente súper fiel. No es para menos: el producto de Kia brinda soluciones de movilidad para familias o grupos numerosos y lo hace en un ambiente que rebosa calidad, confort y seguridad. Nos encanta manejar la Kia Carnival y tuvimos la suerte de hacerlo unos días a bordo de la única opción disponible (SX) con el potenciado motor turbodiesel de 202 CV.

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Características

La Kia Carnival siempre fue vistosa por su porte y su diseño, otro de los aspectos que fue evolucionando generación tras generación, y esta no es la excepción: esta cuarta iteración es realmente interesante, con líneas modernas y que la hacen destacarse en el día a día, algo que tiene un valor extra tratándose de un monovolumen (aunque Kia ahora la denomina “Grand Utility Vehicle” para acercarlo al mundillo de las camionetas).

Esta generación de Kia Carnival mantiene las líneas rectas pero es quizás menos filosa que su antecesora, y podemos distinguir dos grandes zonas que se destacan: la trompa, con la famosa tiger nose cromada y a todo esplendor, y el parante C, con un estampado plateado muy singular que le da muchísima personalidad. Igual, destacar solo dos es un poco amarrete: mires donde mires te vas a encontrar con algún detalle de diseño interesante que la hacen un producto estéticamente -cuanto menos- agradable.

Hablemos de equipamiento. Seguro en los títulos viste que se trata de la versión SX y eso no es sinónimo de tope de gama en Kia como sí son las EX. La realidad es que esta Kia Carnival “ese equis” tiene prácticamente todo lo que podés esperar de un vehículo de jerarquía con lo cual te vas a olvidar rápido de que no se trata de una variante, en los papeles, full.

La nómina es extensa y es mejor que le pegues una leída a la ficha, pero destacamos los faros de LED, las llantas de 17 pulgadas (podrían haber sido algo más grandes a fines meramente estéticos), techo solar, climatización independiente para plazas traseras, cámaras 360 y todo tipo de sensores para poder acomodar los casi 5,2 metros de largo que mide la Kia Carnival en algún recoveco disponible.

A la hora de la seguridad, más que bienvenidos ADAS (denominados Drive Wise o “manejo inteligente” para los amigos) como mantenimiento de carril, precolisión, fatiga (te da un puntaje para monitorear cuán cansado venis), luces altas y control de velocidad crucero adaptativo (puede reanudar la marcha mediante una tecla en el volante) que se suman a los siete airbags y controles activos. Muy bien 10 para la Kia Carnival.

El comportamiento de la Kia Carnival es el esperable para un vehículo de sus dimensiones aunque nos sorprendió su docilidad en algunas situaciones. Con un esquema independiente trasero solo hay que andar con algunos ojos extras a la hora de maniobrar en espacios reducidos (vienen muy bien todas las cámaras que tiene) y también a alguna que otra cuneta donde el voladizo y sus genes extrazona serán responsables de algún roce indeseado. Acá volvemos sobre el calzado, que aunque le podríamos pedir algo más grande ayudan mucho en el día a día las 17 y el perfil del caucho que acompaña (235/65). Por lo demás la Kia Carnival es un vehículo que disfrutamos manejar y que rebosa confort también en cuanto a su dinámica. En ruta va a sus anchas (con trochas de casi 1,75 metros nunca mejor dicho) con un comportamiento previsible y controles activos y pasivos que van a velar por la seguridad de todos.

Interior

Adentro la Kia Carnival es un lujazo. Ni bien ingresamos al habitáculo nos encontramos con un mix de materiales, texturas y colores que destilan calidad. Incluso si afinamos la vista nos vamos a encontrar con un aplique que emula la textura del parante C; gran detalle por parte de los diseñadores e ingenieros. Mención especial para la iluminación de la contrapuerta que también habla muy bien de la especial atención puesta en la presentación.

En la primera fila de asientos de la Kia Carnival se viaja súper bien, con unos butacones que regulan de manera eléctrica, con calefacción y ventilación. De allí para atrás, empieza la fiesta de la modularidad. Kia Carnival tiene capacidad para ¡11! pasajeros y bien sabes que esto responde a una necesidad de homologación comercial para regatear algunos impuestos. No cambió mucho la disposición: cuatro filas de asientos siendo la última rebatible hasta piso plano (con tres pseudoasientos) y las dos centrales con dos butacas y un transportín rebatible en el medio. Sí, en la Kia Carnival entran 11 pero no van a ir todos cómodos ni con cinturones inerciales: las plazas del medio llevan solo ventrales por lo que, a los fines prácticos solo seis de los asientos disponibles terminan siendo 100% funcionales, cómodos y seguros.

El acceso a la Kia Carnival es “simple” mediante dos puertas laterales (de apertura eléctrica y/o remota y cortinas) e incluso los asientos se pueden rebatir (los delanteros eléctricamente, por ejemplo) para acceder a las plazas de atrás. Sobran los apoyavasos e incluso los transportines al ser rebatidos cumplen ese rol: es cómo si fuera una obligación ir tomando algo mientras disfrutas el periplo (un plan que no nos desagrada en absoluto) y que encuentra su razón de ser en el consumista mercado norteamericano donde la Kia Carnival se vende como Sedona.

Por supuesto que el baúl irá mutando de acuerdo a nuestra necesidad de llevar gente. Las capacidades van desde 56 litros (con todas las filas en su esplendor) hasta los 2.689 únicamente con las dos delanteras.

Adelante nos encontramos con una de las mejores duplas de la industria: el combo tablero más pantalla digital. Ambos son de 12,3” y tienen una definición, configuración y manejo impecable. El tablero tiene diferentes tipos de estilos y una función tan simpática como funcional que reproduce los ángulos muertos de ambos lados cuando activamos el giro (tiene un comando ad hoc también), algo similar a lo que equipaba el Honda Civic.

Para que el que conduzca la Kia Carnival vaya a piacere, un puesto de mando de lujo: con la mencionada climatización y regulación con memoria y un volante que también se configura en altura y profundidad para poder acomodarnos al milímetro.

Confort y funcionamiento

Consumo de combustible

El consumo de combustible de la Kia Carnival es particularmente austero. El bloque diesel es un canto a la eficiencia y por eso firma registros muy buenos de menos de seis litros a 100 km/h, de 8 clavados a 130 y un urbano impecable de apenas 9,4 litros que ruboriza a vehículos de similar porte, combustible y potencia similar como, por ejemplo, una pick up mediana.

Con un tanque de combustible de 72 litros las autonomías de Kia Carnival se mueven en un crocante rango entre 1.200 y 765 kilómetros que solo invitan a viajar y viajar. De todos modos, vale la pena aclarar que todas las pruebas las realizamos con tanque lleno y apenas dos pasajeros (como es costumbre en auto test) con lo cual ir a tope en la Kia Carnival hará que esos registros aumenten considerablemente.

Aceleración, recuperación y frenada

Mismo motor, pero con retoques. En esta cuarta generación de Kia Carnival se mantiene el Smartstream D2.2 aunque recibió un boost de 5 caballos totalizando 202 y una mejora en el sistema de enfriamiento y reducción de la fricción. Además, incorporó modos de manejo que adaptan la respuesta a discreción (eco, sport, normal y smart).

Es un motorazo que empuja sin tapujos, con respuesta en la zona baja del cuentavueltas (los 450 Nm los entrega desde 1.750 RPM) cuando la turbina empieza a soplar. Lógicamente no se trata de un bloque para bajar tiempos en el autódromo pero justamente hasta allí fuimos a probarlo para poner en cifras todas estas sensaciones.

Con el modo Sport activado, la Kia Carnival registró un cero a cien en 9,6 segundos y el kilómetro en 30,5. Las recuperaciones fueron en 6,8 s lo que habla también de una buena elasticidad tratándose de un vehículo de 2,1 toneladas de peso neto.

Al bloque lo acompaña otra novedad que es la caja de cambios de ocho velocidades. Su funcionamiento es correcto e imperceptible en el día a día (hasta tiene levas al volante) pero el selector de disposición rotativa me pareció uno de los peores que operé: es lento, poco intuitivo y muy dubitativo en maniobras que requieren sucesivos cambios de marcha como a la hora de estacionar. Recontra pituco pero muy, muy, mejorable.

A la hora de la frenada, un desempeño que nos sorprendió para mal en la Kia Carnival: excesivos 47,1 metros para detenerse de 100 a 0 pese a los cuatro discos (que, insistimos, a veces no influye en las mediciones que obtenemos).

Ficha técnica

Pack de conectividad

Todo el sistema multimedia de la Kia Carnival es espectacular. Aunque me pareció un poco abrumadora al principio, la central de 12 pulgadas está repleta de funcionalidades y conecta alámbricamente con el teléfono. A eso se le suman una cantidad inconmensurable de puertos de carga USB de todo tipo y color (tradicional, inalámbrico y 12 V, solo le falta tipo C) para que buena parte del pasaje vaya cargando sus dispositivos, y permite que se conecten hasta dos teléfonos vía bluetooth. Además obviamente oficia de cámara de retroceso con una definición muy buena.

Fotos

Seguridad

Opiná sobre este modelo

Guido Tonelli

Periodista, egresado de DeporTEA en 2007. Ese mismo año ingresó a Motorpress Argentina para escribir en la web Auto Plus Digital y en 2009 pasó a escribir y probar autos para la edición impresa. Desde 2018 redacta y prueba para auto test web y papel y representa al medio en salones internacionales, eventos y lanzamientos de la industria automotriz a nivel nacional y regional.

Fanático del WRC, fue bastante ciclotímico con sus autos: primero tuvo un Suzuki Swift GTI, pasó por un Citroen Saxo, volvióa las siglas prometidas en un Seat Ibiza GTi y recaló en dos Peugeot 206 (uno francés y otro nacional) hasta que pudo cumplir el sueño de su vida de tener un Subaru Impreza turbo «azul con llantas doradas, como tiene que ser un Impreza».