A las 900 unidades del DB4 GT Continuation construidas entre 1963 y 1965 habrá que sumar otras 25 adicionales, que serán fabricadas en Inglaterra bajo el nombre de Aston Martin DB5 Goldfinger Continuation. Si, estamos hablando del famoso auto que James Bond utilizó en ‘Goldfinger’ en 1964.

Ya que la idea es recrear el famoso auto con modificaciones “espías” del agente 007, el equipo encargado de resucitar al deportivo británico tardará alrededor de 4.500 horas en realizar todo el trabajo necesario, y su precio aproximado será de unos 3 millones de euros, sin incluir impuestos.

Todas las unidades están pintadas en un color gris similar al original y cuentan con unos paneles de la carrocería fabricados en aluminio, unidos a un chasis de acero. Debajo del capó se encuentra un bloque de seis cilindros en línea de aspiración natural y 4.0 litros de cilindrada que desarrolla 290 caballos de potencia. Este propulsor se asocia a una caja de cambios manual de cinco velocidades fabricada por ZF, que envía toda la energía a las ruedas traseras y se ayuda de un diferencial autoblocante mecánico.

Las entregas del DB5 Goldfinger Continuation comenzarán en la segunda mitad del año, y todos los modelos incluyen artilugios inspirados en el modelo original: desde ametralladoras frontales simuladas hasta un escudo trasero a prueba de balas.