No cabe duda que los dueños de Mustang son especiales. A eso se le suma un auto con potencia a las ruedas traseras que puede tornarse ingobernable en las manos equivocadas. Algo de esto pasó en Canadá.

La reunión era en el estacionamiento de un shopping de British Columbia, donde un grupo de chicos se suele juntar para hablar y mostrar lo que más nos gusta: autos. Hasta allí llegó un nuevo ejemplar: un Mustang GT de 2019 con 460 CV con su respectivo piloto.

La idea era hacer unas piruetas para festejar la compra del ‘Tang pero el asfalto mojado (había llovido) le jugó una mala pasada y terminó en un arroyo que pasa cerca del establecimiento, como se ve en las fotos.

Según los testigos el piloto era una persona muy joven que estaba haciendo gala de su compra y por eso intentó hacer las maniobras que terminaron mal. El auto quedó bastante dañado y a juzgar por las imágenes probablemente el seguro lo pase como destrucción total. Un desperdicio.