Transformaron una Nissan Frontier en un deportivo con 1.000 CV
Un equipo de drift europeo agarró una Nissan Frontier “doméstica” y le colocó un motor V6 biturbo con más de 1.000 CV. ¡Mirá todo el proceso!
Probablemente las pick ups son la última clase de vehículos que uno espera ver con modificaciones dignas de un auto deportivo. Sin embargo, un equipo deportivo de drift llamado SB Motorsports, liderado por el piloto profesional Steve Biagioni, dedicó más de dos años en la transformación de una pick up con modificaciones que te van a sorprender.
Para realizar este trabajo se partió de la base de una Nissan Frontier (Navara, en otros mercados). Claro que el resultado final conserva poco y nada del vehículo del cual se partió. Desde el despeje mínimo, pasando por un body kit espectacular y, para rematar el look brutal, las llantas de 20 pulgadas marca BBS.
En esta pick up, el aspecto agresivo se logra gracias a guardabarros delanteros y traseros ensanchados, dos alerones montados sobre el sector posterior (uno en el techo y otro en la caja de carga) y por último una serie de extensiones en los paragolpes que dan como resultado una Nissan Frontier diferente a todo lo conocido. Tiene un aire a las chatas que corren en la categoría de TC Pick Up, ¿no?
Si bien lo que llama la atención es el exterior, el cambio más interesante e importante lo encontramos cuando abrimos el capot. El motor original turbodiésel desapareció y en su lugar hay una verdadera joya mecánica: se trata del VR38DETT, siglas que identifican ni más ni menos al impulsor que utiliza el Nissan GT-R.
En este caso, la cilindrada del motor pasó a 4,1 litros (por eso ahora se denomina VR41) y gracias a una serie de ajustes se logró una potencia final de ¡1.014 CV! La potencia se transmite a las cuatro ruedas mediante una caja automática de doble embrague construida especialmente para este vehículo.
Así las cosas, todas las credenciales conocidas en una pick up quedaron atrás. Esta pick up Nissan recibió varios ajustes y refuerzos en el chasis, ya que lógicamente hay que aguantar semejante cifra de potencia.
Específicamente, se colocaron diversos componentes heredados del GT-R, sumado a un kit de suspensión regulable con un sistema de elevación hidráulica especial, que busca mejorar el comportamiento en un circuito. Además, se mejoraron los frenos con discos más grandes y con mayor poder.
Continuando con las modificaciones, más allá de lo estético y el motor, adentro también se observan agregados. En primer lugar, se destacan las butacas individuales de la marca Sparco, acompañadas por el volante que utiliza el Nissan GT-R. A su vez, se incorporó un botón de encendido de color rojo, un pequeño cuadro de instrumentos digitales y una central multimedia táctil de marca Kenwood que abarca casi toda la consola.
Por último, si bien a simple vista parece un producto que no es legal para circular en calles y rutas, lo cierto es que SB Motorsports ya recibe pedidos de aquellos que desean realizar estas modificaciones en su pick up Frontier. Eso sí, deberán estar dispuestos a desembolsar la módica suma de 250.000 libras (más de 310.000 dólares) por la transformación. ¿Crees que lo vale?
Lo cierto es que no es la primera vez que un motor de GT-R es montado en un producto Nissan de otro segmento y propuesta. Hace unos años, la marca japonesa, en colaboración con una compañía británica, presentó el Juke-R, un crossover del segmento B que nunca conocimos por estas tierras. En este caso, la potencia era de más de 700 CV, en una carrocería que pesaba algo más de 1.200 kilos.
Otro dato curioso es que recientemente la Nissan Frontier se dejó de ofrecer en el mercado europeo, mientras en nuestra región ya presentó su primer rediseño, que ya se produce en la planta cordobesa de Santa Isabel. Cabe destacar que la pick up también se fabrica en México para abastecer a diferentes mercados de esa región.
Fotos: Dan Martin Media y The Visual Life