Toyota podría traer un nuevo SUV para competir contra la Ford Everest
La nueva generación de un modelo de Toyota un fue registrado en Brasil y ya se especula con su llegada al país vecino como una alternativa al recién llegado SUV de Ford. ¿De qué se trata?
Toyota podría sumar un nuevo modelo a su gama de productos en la región, más precisamente en Brasil. Allí la marca japonesa podría presentar novedades en el segmento de los SUV derivados de pick ups (donde hoy tiene a SW4) al importar desde Japón al 4Runner de última generación.
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Según la información del sitio brasileño Motor1, el nuevo 4Runner figura en los registros de homologación del país vecino, y cuya posible llegada se vincula con el reciente cambio en el IPI (Impuesto a la Propiedad Industrial) que castiga con tasas más altas a los vehículos diésel que no sean eléctricos o híbridos.
La nueva 4Runner, presentada en Estados Unidos el año pasado, encajaría en los nuevos criterios y permitiría a la marca evitar el pago del gravamen más elevado.
Desarrollado sobre la plataforma TNGA-F -la misma que utilizan modelos como la Tacoma o el Land Cruiser-, el nuevo 4Runner se posiciona como un SUV de grandes dimensiones (mide casi 5 metros de largo), con capacidades todoterreno destacadas y un diseño que transmite solidez y modernidad.
La nueva generación dejó atrás los rasgos clásicos de los SUV de chasis y adoptó una silueta más agresiva, especialmente en versiones como la Trailhunter, pensada para un uso todoterreno más exigente.
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En el mercado norteamericano, donde el nuevo Toyota 4Runner se comercializa desde mediados de 2024, la gama se ofrece con dos opciones mecánicas. Por un lado, un naftero 2.4 turbo de 280 caballos y 429 Nm de torque; y por el otro la variante i-Force MAX que asciende a 329 CV y 629 Nm. En ambos casos la transmisión está a cargo de una caja automática de ocho velocidades, y el sistema de tracción incluye modos configurables a través del sistema que Toyota denomina Multi Terrain Select, además de la función Crawl Control para mejorar el rendimiento en terrenos complicados.
Otro diferencial del 4Runner frente a modelos como el Land Cruiser -desarrollado sobre la misma plataforma- es que puede incorporar una tercera fila de asientos, característica que lo acerca a modelos como la SW4, que está basada en la Hilux.
Incluso, si bien las generaciones anteriores del 4Runner derivaban de la pick up que se fabrica actualmente en nuestro país, ahora el 4Runner se apoya en Tacoma, una “chata” que nunca se comercializó en nuestra región.
El interior del nuevo SUV mantiene una distribución y presentación muy similar a la de su hermana pick up. Se destaca la pantalla multimedia de hasta 14’’, varios portaobjetos distribuidos a lo largo del habitáculo y un equipamiento que en las versiones más completas incluye tapizados especiales, sistema de sonido JBL con parlante desmontable, cámara 360 grados, compresor de aire a bordo y el paquete de asistencias Safety Sense 3.0, que en Estados Unidos viene de serie en toda la gama.
En Estados Unidos los precios del Toyota 4Runner arrancan en 41.200 dólares para la versión de entrada y alcanzan los 52.490 dólares para la variante híbrida más equipada.
Si se concreta su llegada a Brasil, el 4Runner se posicionaría como un rival directo de la Ford Everest, otro SUV de chasis con configuración 4×4 que ya se comercializa en Argentina y que podría ser producido en la región en los próximos años.
En este contexto, Toyota aprovecharía la estructura ya existente y ampliaría su oferta por encima de la SW4, que actualmente en Brasil cuesta 419.000 reales (unos 75.000 dólares) en su versión de siete asientos.
De esta forma, la marca podría complementar su oferta de SUV con un producto interesante que por características mecánicas quedaría bien posicionado frente a Ford Everest, que también se ofrece con un motor naftero pero de 300 CV y 446 Nm de torque, asociado a una caja automática de diez marchas.
Así las cosas, la homologación del 4Runner en Brasil y su perfil adaptado a las nuevas normativas impositivas podrían ser la antesala de su desembarco en el país. Por ahora no hay confirmación oficial de la marca, pero el registro reciente es una señal clara de que Toyota podría tener nuevos planes para su gama de SUV.