Sólo 40: luz verde para un deportivo de 5 millones de euros y 1.500 CV
Bugatti comunicó que, tras los dos años de desarrollo desde su presentación, comenzará a fabricar esta limitadísima edición.
El Divo es la promesa de Bugatti de entregar un auto “de carácter, estrictamente limitado y con una excepcional maniobrabilidad”. Y en esto último la marca hace hincapié ya que afirma que sus clientes le pedían un auto más ágil que el Chiron. Se buscó hacer del Divo un coche menos pesado, para lo que se instalaron elementos como una cobertura de fibra de carbono para el intercooler, llantas más ligeras, un nuevo sistema de audio y una menor cantidad de materiales aislantes. Por otro lado, su imagen, más agresiva que la del modelo original (gracias a nuevos conductos de aire, distintos apéndices o un alerón más ancho) obedece a una optimización de la aerodinámica.
Desde Bugatti confirmaron lo lógico. Le hicieron caso al pedido ya que las 40 unidades del Divo ya fueron vendidas -aun sin estar producidas- a clientes que en su cochera ya tienen, mínimo, un Chiron. El Divo está impulsado por el conocido W16 que desarrolla brutales 1.500 CV y 1.600 Nm. Eso lo lleva a acelerar de cero a cien en 2,4 segundos. La velocidad máxima está limitada a 380 km/h.
El desarrollo en pista comenzó hace un año. Se recorrieron 5.000 km y para alcanzar la mejora dinámica se trabajó en alivianar los pesos (es 35 kg más liviano), mejorar la carga aerodinámica (+90 kg), modificar los pasarruedas en ambos ejes y se endurecieron las suspensiones con un balance orientado al eje delantero.
Periodista, egresado de DeporTEA en 2007. Ese mismo año ingresó a Motorpress Argentina para escribir en la web Auto Plus Digital y en 2009 pasó a escribir y probar autos para la edición impresa. Desde 2018 redacta y prueba para auto test web y papel y representa al medio en salones internacionales, eventos y lanzamientos de la industria automotriz a nivel nacional y regional.
Fanático del WRC, fue bastante ciclotímico con sus autos: primero tuvo un Suzuki Swift GTI, pasó por un Citroen Saxo, volvióa las siglas prometidas en un Seat Ibiza GTi y recaló en dos Peugeot 206 (uno francés y otro nacional) hasta que pudo cumplir el sueño de su vida de tener un Subaru Impreza turbo «azul con llantas doradas, como tiene que ser un Impreza».