El sedán más icónico de Ford: encuentran una unidad de 1983 con insólito kilometraje
En esta oportunidad te mostramos una unidad del Ford que se convirtió en mito. Mirá los detalles que tiene.
Íconos del mercado automotor si los hay, el Ford Falcon se hizo un lugar en la historia como uno de los vehículos más vendidos y fabricados de nuestro país, con una producción que se mantuvo sin interrupciones durante casi 30 años.
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Te mostramos un impecable Ford Falcon sedán de 1983 con insólito kilometraje
Por eso cada vez que aparece alguna unidad en buen estado volvemos a hablar del ‘mito argentino’. En este caso, el Falcon en cuestión pertenece a la concesionaria @bord_heavy_duty, aunque la publicación no aclara si está a la venta. Es un Deluxe de 1983 y más allá de su impecable estado de conservación, lo que sorprende es el kilometraje: apenas 33.400 kilómetros recorridos en más de 40 años de vida.
Eso se ve reflejado en la ausencia de detalles en la pintura (que aparenta ser la de fábrica) y también la presencia de elementos originales de la época que hoy quizás son difíciles de conseguir, como las tazas que cubren los tornillos en las llantas de chapa, entre otros detalles.
La publicación menciona que este Ford Falcon se encuentra “absolutamente original, sin restaurar” y eso también queda manifestado en el habitáculo, donde los tapizados no presentan desgaste y hasta conserva la radio original que venía de fábrica.
¿Qué motor tiene?
El motor en este Falcon es un 3.0 de seis cilindros en línea, que desarrolla unos 85 caballos de fuerza y se combina con una caja manual de tres velocidades con palanca al volante. Vale recordar que el sedán de Ford también ofrecía en aquella época un motor 3.6 más potente, sin olvidar el recordado Sprint, que llegó a ser un verdadero objeto de deseo.
Repaso por la historia del Ford Falcon en Argentina
Las unidades que salieron de la planta de Pacheco en 1963 tenían algunas diferencias respecto de aquellos primeros ejemplares ensamblados en La Boca (la manera más fácil de distinguirlas era mediante el parante trasero, que era más ancho y no tenía la luneta curva).
Desde sus inicios el Falcon ofrecía una gran cantidad de variantes con los modelos Futura, Deluxe y un tiempo después el Sprint, que como mencionamos más arriba se convirtió en un modelo aspiracional apuntado a los amantes de los fierros y la velocidad. A eso hay que sumar la carrocerías que llegaron después como la rural y una pick up conocida como Ranchero. El Falcon nunca llegó a ofrecer una versió coupé como en Estados Unidos, ni tampoco un convertible.
Con el paso de los años el Falcon adoptó varias actualizaciones para modernizar un poco las líneas de una carrocería que había nacido en la década del 60. A pesar de eso, cuando el auto ya tenía unos 20 años de trayectoria, seguía siendo el más vendido del país.
Cuando comenzaba a transitar la recta final de su historia, el Falcon sumó inéditas opciones mecánicas que tuvieron un paso efímero y por eso no es común encontrar unidades con esas motorizaciones. En primer lugar el 2.3 que utilizaba en aquella época el Taunus, que salió de la línea rápidamente porque no se destacaba en prestaciones y los consumos eran igualmente elevados, sumado a una inédita opción diésel, que por problemas con el proveedor desapareció en 1988.
Así llegamos a septiembre de 1991, cuando el último Ford Falcon salió de la línea de montaje y marcó el fin de otro ícono de nuestra industria como lo habían sido anteriormente autos como el Torino o la Chevy. A lo largo de sus 30 años, el Falcon supo conservar sus atributos como robustez estructural y de suspensiones y su indiscutible confiabilidad mecánica. La frase que reza “larga vida al mito” seguirá presente en todos los encuentros y festejos relacionados al modelo de Ford.