Probamos el renovado sedán de Volkswagen: estos son todos los cambios
El Volkswagen Virtus pasa por su segunda vida con un diseño renovado, motores actualizados y una amplia gama para todo el mundo.
Rarísimo hablar de un sedán en 2024. Y si hablamos de la renovación de un sedán, más todavía: en épocas de pick ups y SUV, invertir recursos en la evolución de un tricuerpo suena casi utópico, pero Volkswagen lo hizo y sigue apostando fuerte en varios segmentos donde participa (o sea casi todos).
Me gustan los nuevos diseños de Volkswagen, creo que las actualizaciones de esta nueva tendencia le sientan bien a toda la gama, incluyendo por ejemplo a la nueva T-Cross que se presentó hace semanas (no tanto Amarok, pero es algo subjetivo).
Índice
Los cambios estéticos del Volkswagen Virtus
Se lo ve mejor plantado (es más largo producto de un paragolpes más inflado) y con un muy buen logrado mix de deportividad y elegancia. Como nunca se dijo en la prensa automotriz “elegante sport”.
En el sector trasero destacar el logo estampado “VIRTUS” y no tanto las ópticas que, creo, que ese estilo fumé ya pasó hace rato.
Qué novedades hay por dentro
Adentro la sensación es similar al exterior, pero un poquito más exacerbada porque al mejor estilo Chevrolet le imprimieron a los paneles una buena cuota de marrón que jerarquiza el habitáculo. A priori me sorprendió pero después entendí que era una señorialización del Virtus, como una manera de distanciarlo un poco más del Polo. Y, creo, el resultado es efectivo.
Hablar del tablero en la gama MQB de Volkswagen es hablar de uno de los pioneros y de los mejores: el Active Info Display. Es el mix ideal análogodigital para quienes siguen sin sentirse cómodos con las pantallas y aun así ofrece una gran definición y mucha info.
Por su parte el puesto de mando cuenta con unas butacas muy coquetas en línea con esta jerarquización de la que venimos hablando, con múltiples regulaciones para el trono y el volante.
A la hora de la habitabilidad, la flexibilidad de la MQB le permite estirar la distancia entre ejes a 2,65 lo cual garantiza un interesante espacio en las plazas traseras, con tres apoyacabezas y mismo número de cinturones inerciales. A modo anecdótico T-Cross se basa en esta misma configuración.
Diferencias de equipamiento
Esta variante Highline es el tope de gama de las “normales” ya que la Exclusive reemplaza de alguna manera a la otrora GTS. Hay pocas cosas que tiene esta variante Highline que la diferencia de Trendline y Comfortline como tapizados de cuero, espejos exteriores eléctricos con plegado automático y tilt down, alfombras de tela, climatizador, sensor de lluvia, luces, y espejo fotocromatico. Por el lado de la seguridad, pasa de cuatro a seis airbags y suma unos “semi-ADAS” como presión de neumáticos y fatiga.
Motor y prestaciones
Muchos dirán que los motores tricilíndricos como el de este Volkswagen Virtus son vibradores (es cierto) y que no son confiables (lógico que haya desconfianza y problemas con tecnologías nuevas), pero lo cierto es que, si vamos a los bifes, este 1.0 con 9 CV menos anda y se siente mejor, porque firmó el 0 a 100 en 12 segundos contra los 12,9 del 1.6. Yo sé que algunos ni se fijarán en esta cifra, pero es una buena manera de poner sobre la mesa esas sensaciones que solemos tener con los tres cilindros.
Mención especial para el frenado que, como en buen Volkswagen hijo de MQB frena que da calambre con 37,9 metros que ponen colorado a más de uno que ya pasó por el kilómetro del autódromo. Ah, tiene tambor atrás.
A la hora del comportamiento, un sedan hecho por y para el Mercosur, con una ambivalencia muy interesante y un comportamiento dinámico (“palo” atrás) como ves en imágenes que permite, aunque un escenario altamente improbable, tomar algunas curvas de mediana intensidad.
Periodista, egresado de DeporTEA en 2007. Ese mismo año ingresó a Motorpress Argentina para escribir en la web Auto Plus Digital y en 2009 pasó a escribir y probar autos para la edición impresa. Desde 2018 redacta y prueba para auto test web y papel y representa al medio en salones internacionales, eventos y lanzamientos de la industria automotriz a nivel nacional y regional.
Fanático del WRC, fue bastante ciclotímico con sus autos: primero tuvo un Suzuki Swift GTI, pasó por un Citroen Saxo, volvióa las siglas prometidas en un Seat Ibiza GTi y recaló en dos Peugeot 206 (uno francés y otro nacional) hasta que pudo cumplir el sueño de su vida de tener un Subaru Impreza turbo «azul con llantas doradas, como tiene que ser un Impreza».