Prueba de consumo: ¿cuánto gasta el nuevo Renault Arkana? ¿Es más económico que una Duster?
Probamos el nuevo SUV de Renault que llega importado de Corea del Sur con un sistema de propulsión inédito en su segmento. ¿Cómo son los consumos?
El nuevo Arkana llegó al país con el objetivo de mejorar la imagen de marca de Renault y también como parte de la estrategia “Renaulution”, que de alguna manera busca alejarse de Dacia y apostar por productos más globales, como este nuevo SUV cuyo gancho está en la silueta tipo fastback.
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El Arkana viene importado de Corea del Sur y se ofrece en una única versión llamada Espirit Alpine. El motor es el 1.3 turbo de cuatro cilindros (mismo que tiene Duster), con 140 caballos de potencia y un torque de 260 Nm.
Este conjunto se combina con una caja automática de doble embrague y siete velocidades, además de incorporar un sistema de hibridación ligera con un pequeño motor eléctrico de 12 voltios que asiste al impulsor térmico para reducir consumo y emisiones, pero no envía potencia directamente a las ruedas -delanteras-.
A diferencia de un híbrido convencional, este sistema no permite circular en modo 100% eléctrico, pero activa funciones específicas como el modo “velero”, que apaga el motor cuando no se requiere potencia (por ejemplo, al circular a velocidad constante y soltar el acelerador).
A la hora de los consumos, circulando a 100 km/h, el Arkana gastó apenas 5 litros cada 100 kilómetros. Esta cifra le permite una autonomía de hasta 1.000 kilómetros con su tanque de 50 litros. Acá se nota el protagonismo del sistema “mild hybrid”, sobre todo por la posibilidad de apagar el motor térmico en movimiento.
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Cuando aumentamos la velocidad a 130 km/h, el consumo del Arkana se dispara pero sin superar los 8 litros cada 100 kilómetros, con un promedio registrado de 7,8 l/100 km. Esto se traduce en una autonomía de 641 kilómetros.
En tránsito urbano, con detenciones frecuentes, semáforos y circulación a baja velocidad, el Arkana mostró un consumo promedio de 9 litros cada 100 kilómetros. Esto equivale a una autonomía de 555 kilómetros. Si bien en ciudad el consumo aumenta considerablemente, el sistema start and stop y la asistencia del motor eléctrico permiten reducir el gasto frente a un motor térmico convencional, como el que viene en el Duster, por ejemplo. Como referencia, en la última prueba del SUV fabricado en Colombia con el mismo motor pero 163 CV, registramos hasta 12,8 l/100 km en ciudad.
Por último, en un uso combinado entre ciudad y ruta, el Renault Arkana obtuvo un promedio de 7,7 litros cada 100 kilómetros. Este valor resulta en una autonomía de aproximadamente 650 kilómetros. El buen resultado responde al equilibrio entre el bajo consumo en ruta y un desempeño urbano contenido, lo que lo convierte en una alternativa interesante para quienes alternan trayectos diarios con viajes ocasionales.
El Arkana es un SUV que ya tiene varios años en Europa. Está desarrollado sobre la plataforma CMF-B, la misma que el nuevo Captur y el Clio europeo. Por eso, si bien la marca lo posiciona en el segmento C, en realidad es un B que por equipamiento y calidad general está a la altura de un vehículo de segmento superior.
En cuanto a sus dimensiones, tiene 4.568 mm de largo, 1.821 mm de ancho y 1.571 mm de altura, con una generosa distancia entre ejes de 2.720 mm. Por su parte, el baúl tiene 513 litros de capacidad.
El Arkana está apoyado sobre llantas de 18’’ con neumáticos 215/55, y las suspensiones son del tipo McPherson en el eje delantero y con barra de torsión en el trasero, un recurso que también estará en el futuro Boreal brasileño que llegará a nuestro mercado seguramente el año que viene.
En conclusión, es una propuesta interesante y distinta: está al mismo nivel de precio que varios exponentes del segmento B pero con un nivel de calidad general y equipamiento superior, algo que siempre pesará en el balance final.