Probamos en Europa uno de los candidatos al COTY (Parte 2)
Para leer la parte 1, hacer click acá
Lejos está el Alpine de dar imagen de rigidez; por el contrario, su apariencia es fresca y llena de encanto. Aquí y allá detalles tricolor, costuras decorativas y, en el volante, un botón deportivo rojo-naranja. Pulsás una vez: modo Sport. Pulsás sostenidamente: modo Track. Esto influye, particularmente, en la versatilidad del motor de cuatro cilindros, que sopla a una presión de 1,2 bar, un poco también en su sonido francamente gutural, y en la determinación de la caja de siete velocidades.
¿Qué más hace? Con solo tocar el logo “Alpine” en el monitor, se abre un panóptico de cifras y gráficos que muestra desde la temperatura del aire de admisión hasta el diagrama de rendimiento. Siempre disponible: el funcionamiento de la transmisión, reflejada en una imagen de corte; un oscilograma de la dirección, un registro de tiempos de vuelta y probablemente también, en algún lugar, la distribución de asientos en la Asamblea Nacional de París. Instinto lúdico: satisfecho. Gracias. Sin embargo, el instinto lúdico en el volante es lo que alimenta al A110 y dosifica la agilidad desinhibida, respaldada por frenos confiables que arrojan constantemente valores de desaceleración que superen los 11 m/s2.
Solo un poco de personal
Además, un ABS que sigue el compás aun al incursionar en la pista de carreras; las amplias características del ESP sin un exagerado instinto protector. ¿Otros sistemas de asistencia? No están previstos. Está bien, un limitador automático de velocidad que tenés que desconectar en cuanto cambiás a modo Sport. Lo importante es conducir. Conducir rápido, conducir activamente, cada día, en la calle, en la ruta. Con amplio equipamiento; todo por 58.000 euros. Y, si fuera necesario, con solo 6,1 litros cada 100 kilómetros (en modo ECO). El promedio logrado en la prueba no excede los 7,8 litros.
A Jean Rédéle seguro le habría gustado. Todo podría haber sido muy diferente: cuando viajaba con el 4CV, podría haber comprado los camiones en desuso del ejército de EE.UU., repararlos y venderlos. Menos mal que el 4CV estuvo más cerca de él que de Dodge, GMC, IHC o Mack.
Periodista deportivo. Egresado de DeporTEA, en 2001. Ingresó en Motorpress Argentina en marzo de 2004 y desde entonces se dedica de lleno al mundo de los motores. Arrancó produciendo contenidos para los canales “Autos” y “TC 2000” del portal Terra Argentina y luego ocupó diferentes cargos en todas las publicaciones especializadas de la editorial: Auto Test, Auto Plus, La Moto, Transporte Mundial y Maxi Tuning.
Desde comienzos de 2018 es Content Manager del multimedio digital MotorDigitalPress.